La vida es un espectáculo y debe continuar

«La creación artística es una herramienta indispensable para activar el pensamiento crítico ante un contexto global que ejerce su poder gracias a una organización visual de la existencia entera». Esta es la premisa de la que parte la creadora burgalesa Eva Zaragozá Marquina en el desarrollo de su profesión en la faceta docente, donde lleva más de 15 años trabajando en distintas instituciones y centros, y en la creativa, que ahora ocupa la Sala Código UBU hasta el 13 de abril. En el vestíbulo de la Biblioteca Universitaria despliega el proyecto Domesticación.«Aquí expongo la documentación gráfica de una acción plástica que sucede durante un tiempo determinado (24 horas), en un espacio concreto (mi estudio) y bajo una idea: Domesticación», comenta la propia autora. «Surge de la idea de que la realidad es un entramado de juegos reglados y reguladores donde la política escenificada, los poderes económicos y el iceberg sociocultural son actores protagonistas. Los medios de comunicación y las redes sociales serían el coro», añade. Una realidad sobre la que, dice, se sitúa la escena del artista y su público. «Su existencia es tolerada, anulada o promovida por los actores principales que le obligan a actuar al ritmo esquizofrénico de la trama. No hay intimidad, no hay retirada, toda su vida es una escena sostenida».Empieza situándose en la obra Exorcism of the last painting I ever made, de la británica Tracey Emin. «Solo me quedo con el escenario de juego. Sin el exorcismo, sin el desnudo, sin el tiempo continuo y sin lo que tiene de fatalidad», anota la también presidenta de la Asociación Fosforita Madrid que en Código UBU despliega el material gráfico que genera este experimento: «Me imagino una mezcla asimétrica entre el punk tierno de David Shrigley, la sobriedad sensual de Nancy Spero y los mensajes sobre algo de Jeremy Deller».