Luar Na Lubre y Eliseo Parra, en un 'clásico' Castilla Folk

Dos nombres imprescindibles del folclore español copan el cartel del Castilla Folk. Luar Na Lubre y Eliseo Parra protagonizan la decimonovena edición del festival que se celebrará del 2 al 4 de julio dentro de la programación musical de las fiestas de San Pedro y San Pablo, como ocurre desde hace algunos años. La formación búlgara Quartet Slavey y la disputa del Concurso Burgos Raíz y Evolución, en el que se medirán Obal (Galicia), Ahkorda (Portugal) y Abrakabalkan (Castilla y León), completan la agenda de esta cita a desarrollar en el paseo de la Sierra de Atapuerca, salvo el grupo de Europa del Este, que lo hará en la iglesia del Monasterio de San Juan. Todos los conciertos serán gratuitos.La sonrisa búlgara

La sonrisa de cuatro mujeres ataviadas con un traje típico búlgaro es lo primero que ve el internauta que entra en la página web del cuarteto Slavey de Bulgaria, que abrirá el Castilla Folk el lunes 2 de julio en San Juan (19 horas).Fundado en 1991 por la cantante de folk Nadka Karadjova, sus cuatro integrantes, con una rica trayectoria artística, trazarán un recorrido por piezas representativas de distintas partes de Bulgaria, obras de destacados compositores del país y música religiosa del siglo XIV al XX. Tienen grabados 18 discos, colaboran con importantes artistas de su tierra, han dado conciertos en todos los países de Europa y han visto reconocido su trabajo con los más prestigiosos premios nacionales.Los festivales unidos...

Hace cinco años, tres de los festivales de folk de la provincia se miraron en el espejo de Fuenteovejuna y todos a una decidieron hacer fuerza para dar impulso a sus respectivos encuentros, a los grupos que siguen apostando por este tipo de música, al folclore en general y al público que aún baila al ritmo de estos sonidos tradicionales. El capitalino Castilla Folk, el Demandafolk de Tolbaños de Arriba y el Pollogómez Folk de Villangómez lanzaron el Concurso Burgos. Raíz y Evolución, que volverá a convertir en cuadrilátero el escenario del Paseo de la Sierra de Atapuerca el lunes 2 de julio (20.30 horas).46 bandas de todo el país y hasta una portuguesa se presentaron al certamen. Resultaron finalistas la lusa Ahkorda, la gallega Obal y la castellano y leonesa Abrakabalkan, que se disputarán cuatro premios: actuación en el Castilla Folk de 2019 con un caché de 2.000 euros; concierto en el Demandafolk, con 1.000 euros; cita en el Pollogómez Folk, con cheque de 600 euros; y un cuarto, creado este año, que llevará a un dúo o trío al Babieca Folk, con importe de 500 euros.¿Quiénes optan a estos galardones? Obal es un cuarteto gallego que traslada al público hasta otra época con instrumentos propios de ella. Ahkorda nació en la sierra portuguesa con el fin de reinterpretar la música tradicional de su país y lo hace con bouzouki, voz, acordeón cromático, percusiones, clarinete y contrabajo. Y la formación palentina Abrakabalkan trasladará al público desde Castilla a los Balcanes.Galicia son ellos

Luar Na Lubre forma parte de la nómina de grupos que no necesitan presentación. Con más de treinta años de trayectoria y referencia del folk gallego, la banda presume de ser vieja conocida de la capital y la provincia burgalesa. Se ha subido a un buen puñado de escenarios y el martes 3 de julio lo hace al del paseo de la Sierra de Atapuerca (21 horas).Su música celta forma parte de la banda sonora de varias generaciones desde que iniciaran su andadura en 1986, con un espíritu enraizado en la tradición gallega, pero con claras influencias procedentes de Irlanda, Escocia y la Bretaña francesa.El renovador de la tierra

Nada tiene que envidiar Eliseo Parra a sus colegas gallegos. El artista vallisoletano es una referencia de la música tradicional de Castilla y León, a la que durante su larga trayectoria ha pegado una vuelta sin que perdiera sus raíces. A Burgos regresará con su banda el miércoles 4 de julio (21 horas). Será una visita a sumar a las que ha realizado en los últimos años para presentar sus distintos proyectos creativos, en los que el músico de Sardón de Duero nunca se pone límites ni corsés.