Los bibliotecarios dibujan a Zagajewski al gran público

La poesía es búsqueda de resplandor. / La poesía es un camino real / que nos lleva hasta lo más lejos. / Buscamos resplandor en la hora gris, / al mediodía o en las chimeneas del alba, / incluso en el autobús, en noviembre, / cuando al lado dormita un viejo cura. / El camarero en el restaurante chino / estalla en llanto y nadie imagina por qué. / Quién sabe, quizás esto también es una búsqueda / que se parece a un instante a la orilla del mar, / cuando en el horizonte aparece un barco rapaz / y se detiene, paralizado largo tiempo (...).Adam Zagajewski se acerca a la esencia de la poesía en este poema incluido en su libro Regreso (2003) y este género literario será protagonista en el encuentro que el escritor polaco, Premio Princesa de Asturias de las Letras 2017, mantendrá con los lectores en el Museo de la Evolución Humana el domingo 7 de octubre (entrada libre).El vate es una de las voces más reconocidas de la poesía contemporánea, pero también un desconocido para el gran público. A ponerle cara, una vida y, sobre todo, versos se ha dedicado la Asociación de Profesionales de Bibliotecas de Burgos en la que se ha convertido en su primera actividad de cara a la galería desde su creación el pasado mes de abril.Su presidente, Fernando Izquierdo, ha desempolvado el trabajo de este poeta, considerado una de las voces de la intelectualidad polaca más importante, exiliado en los años 80, merecedor del Princesa de Asturias de las Letras porque, según el jurado, su obra «confirma el sentido ético de la literatura y hace que la tradición occidental se sienta una y diversa en su acento nativo polaco, a la vez que refleja los quebrantos del exilio» y por ser «una de las experiencias poéticas más emocionantes de la Europa heredera de Rilke, Miłosz y Antonio Machado».Unas bondades de las que ahora saben más burgaleses. «Darle a conocer a él y a su poesía entre los ciudadanos era la aportación que podíamos hacer a su visita», comenta Izquierdo. Se han puesto el mono de trabajo y en su tiempo libre han concertado citas con algunos colegios y con una residencia de ancianos. Probablemente, continúen la ronda en algún CEAS de la ciudad, pero aún no está cerrado. «La respuesta ha sido satisfactoria para nosotros y para ellos, tanto que los ancianos nos han pedido que vayamos a leer más veces, algo que plantearemos en la junta directiva porque requiere mucho tiempo», añade sin querer adelantar acontecimientos.Y es que la iniciativa, realizada junto a Occupaciön Poética, ha sido puntual, no forma parte de ningún programa, pero tampoco cierran a ir de la mano con cualquier colectivo que requiera su involucración.

...Y abocetan un mapa de la profesión

¿Cuántos bibliotecarios trabajan en la capital y la provincia? ¿En qué situación se encuentran? ¿Cuáles son sus demandas? ¿Qué mejoras se pueden introducir?... A estas y más preguntas dará respuesta el informe de situación de la profesión que está elaborando la asociación gremial, en colaboración con la Biblioteca Universitaria, puesto que la celebración de su 20 aniversario en diciembre enmarcará la presentación del dibujo final.Ahora mismo están realizando el trabajo de campo. «Se trata de ver cómo está el personal en las bibliotecas públicas, municipales, escolares, de los centros cívicos, de los pueblos o en los bibliobuses. Somos un colectivo no muy amplio, pero sí puede haber 180 personas en Burgos desempeñando su labor en este campo», traza el presidente.Al mismo tiempo, mantienen la campaña de captación de socios. Actualmente cuentan con una veintena. Queda mucho trabajo por hacer hasta convencer a ese centenar largo de profesionales. Pero su presidente no cree que el número sea importante. Para él cuenta más que estén representados todos los perfiles y contextos. «Lo importante es cuadrar bien nuestros fondos y actividades al tiempo disponible y la capacidad de quienes seamos en la asociación. No queremos que nadie se queme, sino que quien le dedique más horas sea porque se lo pasa pipa. El funcionamiento tiene que ser pausado y tranquilo, sin grandes expectativas ni sueños imposibles», se explaya Fernando Izquierdo, que desarrolla su trabajo en la Biblioteca Miguel de Cervantes.Para darse a conocer se están pateando los distintos lugares donde hay una abierta, «tomar un café es muy bueno y en otros sitios de trabajo también puedes aprender», y pronto orquestarán una cena para verse en persona y no basar todo el contacto en el correo electrónico o las redes sociales, «que están muy bien, pero también hace falta mirarse a los ojos».