‘Collages’ para espantar los demonios

La tiranía del teléfono móvil que mantiene a la sociedad presa de un pitido; el poder de una pantalla que levanta barreras entre los amigos incluso cuando comparten la misma mesa; la dictadura del reloj que marca el tiempo para el amor; la soledad y la falta de comunicación en la era de las comunicaciones; la impotencia ante la violencia de género; el consumismo voraz; la reivindicación del silencio; el sinsentido de la polarización entre hombre y mujer, negros y blancos...; el maltrato permanente a la naturaleza; el olvido de las raíces, el trabajo manual y el sentido de comunidad; la indiferencia de la juventud; el despilfarro del agua; el desprecio a la cultura; la acumulación de basura en el mundo; la obsolescencia programada; la consciencia de que el mundo no se limita al ombligo de cada uno...Casi hasta el infinito y más allá se alargan los demonios que atormentan a Eugenia Alejos (Burgos, 1987) y que espanta con sus manos. ¿Cómo? Con la creación de collages completamente manuales en los que vuelca sus conflictos personales y sociales. Trozos de fotografías propias y ajenas, recortes de revistas, troquelados, telas y otros materiales se unen en un proceso que resulta una suerte de terapia de autoayuda. He ahí el nombre de la colección con la que viste, hasta el 16 de octubre, la Sala Código UBU: Self-Help.«Cada una de estas obras son una retrospección de todas esas ideas, reflexiones y pensamientos, con unos resultados más complejos y otros más ágiles. Este trabajo me permite expresarme acerca de temas sobre los que no puedo hacerlo de otra manera. Son conflictos que compartimos mucha gente, que no podemos solucionar, pero para mí el arte es un vehículo de expresión», resume y añade que cada uno de los collages encierra varias ideas, siempre alimentadas por la actualidad, por experiencias personales y por la reivindicación de la libertad, principal activadora de esta serie, entendida en el más amplio sentido de la palabra.Las atmósferas oscuras, con dominio de la gama de grises hasta el negro, marcan la colección. «Esta obra refleja una lucha interna, se sitúa entre la soledad y la frustración, y el blanco y negro es lo que mejor la representa», ahonda la artista, para la que la elección de esta gama cromática es también una manera de distanciarse de su trabajo profesional en el campo de las publicaciones de moda, donde los colores brillantes y vivos son los que venden.Self Help es la primera exposición de Eugenia Alejos en su ciudad -antes estuvo en Oporto y en una colectiva en Londres-. Una oportunidad que la hace muy feliz.«Exponer en Burgos era muy importante porque soy de aquí. Para mí en la obra de un artista es esencial explorar sus raíces, aunque hace más de diez años que no vivo aquí, pero siempre está latente, además de que aprendí mucho a nivel artístico», sostiene esta creadora que ahora trabaja en Barcelona, donde, después de trabajar para otras revistas, fundó la publicación de moda Funnyatstes Magazine, con periodicidad bianual, alumbrada con el objetivo de apoyar a los jóvenes talentos que quieren hacerse un hueco en el mundo de la moda. Tarea ardua. «Si no tienes dinero, es muy complicado hacer algo», habla por experiencia propia.Antes de asentarse en la ciudad condal, vivió una etapa en Oporto, donde llegó para completar los estudios de Diseño de Moda iniciados en la Escuela de Arte de Burgos. Y fue en la urbe portuguesa donde empezó su fascinación por los collages.Estaba con una beca, el bolsillo para pocas florituras y en una biblioteca veía pilas de revistas que no entendía, pero que sí la deslumbraban por sus colores, sus fotografías... Pronto, estas y libros antiguos que compraba en mercadillos se convirtieron en sus grandes aliados tanto para sus figurines de moda como para intentar explicarse la complejidad del mundo y exorcizar su propio interior.