Con Yagüe en la memoria

La Schola Cantorum y las corales Liceo Castilla e Interludio recuerdan el importante papel que Alejandro Yagüe tuvo en sus trayectorias con un concierto en la Capilla de las Bernardas este sábado (20.15 horas, entrada libre), presentado por la directora del Ballet Scherezade, María José González.Las formaciones, que tienen al compositor burgalés fallecido en agosto de 2017 como socio honor, interpretarán un repertorio individual centrado en obras de Yagüe y aunarán todas sus voces, más de 120, para cantar Válgame Dios.La relación de cada una de estas masas con el que fuera catedrático del Conservatorio Superior de Música de Salamanca se remonta y se alarga en el tiempo.Isidro Rodríguez, director de Liceo Castilla, se traslada hasta el año 1988 a un bloque de pisos de Gamonal. Él desconocía que su vecino de arriba era Alejandro Yagüe. Daba clases en León, venía a casa los fines de semana y un día el músico le llamó la atención, compartieron un café y la amistad perduró hasta su muerte. Cuando le trasladaron a los Maristas de Burgos, le conminó a formar un coro en el colegio y, con su entregado apoyo, en noviembre de 1989 nacía esta formación, apadrinada por él.

«Nos ha acompañado siempre, ha dado conferencias, ha venido a ayudarnos, a enseñarnos... Yo aprendí con él a dirigir», señala y recuerda que hace tres años le entregó El riachuelo, una obra creada cuando el célebre compositor apenas tenía 20 años, que estrenarán el sábado con motivo de este homenaje.La década de los ochenta también trabó los caminos de Fermín Corcuera (Coro Interludio) y Alejandro Yagüe. Coincidieron en el antiguo conservatorio, acababa de volver de Alemania y de Italia de formarse y se fraguaba el conflicto que luego se desataría con la dirección. «Se le veía ya un hombre comunicador de la música, didáctico, entusiasta. Tanto que todos los alumnos querían ir con él a estudiar Armonía, tenía la clase copada», dice y afirma que fue en el Coro Universitario, bajo la dirección de Miguel Ángel Palacios, cuando le conoció más en profundidad por los desvelos que también tuvo hacia este proyecto.Esa relación se mantuvo cuando una escisión de aquel conjunto dio lugar al Coro Interludio en 1998. «Hemos tenido la dicha de tenerle a nuestro lado siempre. Nos ha asesorado, ha estado encima y ha creado para nosotros», apunta Corcuera en referencia a Spanish Folk Songs, una armonización de los cantos populares recogidos por Olmeda que tornó en el disco que marcaría un antes y un después en la carrera de ambos. El sábado sonarán el cuaderno número 5, en torno a la fiesta de San Juan, y parte del 6.«Para mí ha sido un hombre muy cercano, que siempre hablaba de música. Era un catedrático», sentencia.La Schola Cantorum contó igualmente con el buen hacer del compositor en el pentagrama. Yagüe alumbró Dulcinea y Pater noster para celebrar el 120 y 130 aniversario, respectivamente, de este coro. Ambas integrarán el repertorio a desgranar en este acto junto a Ave María, de Antonio José, y Christus factus est, de Olmeda.A su presidente, Jesús Domingo, se le dibuja el compositor enfrascado en la biblioteca de esta centenaria institución. «Le gustaba mucho acceder a los escritos de Antonio José en sus inicios o los documentos de Olmeda. Le teníamos de continuo. Casi tenía llave de nuestro archivo», anota orgulloso al tiempo que habla de Yagüe como uno más de la coral.«Ha sido un honor interpretar a lo largo de los años sus obras, que él vigilaba para que se cantaran como él había marcado», concluye Domingo mirando a sus dos compañeros de mesa que el sábado se reúnen en el escenario para mantener viva la memoria de un compositor con proyección nacional e internacional, con importantes reconocimientos en su trayectoria, pero también la de un amigo que siempre les brindó su conocimiento y su apoyo.