El Correo de Burgos

Instituto de la Lengua

Silos y Froncea, en el mapa del origen del castellano

Una nueva edición de las Glosas Silenses y el estudio del cartulario del monasterio desaparecido, localizado por sorpresa, entre las metas de 2019, que contará con 630.000 euros de presupuesto

La consejera de Cultura, Josefa García Cirac, presidió ayer la reunión del patronato del Instituto de la Lengua en el Palacio de la Isla.-Ricardo Ordóñez (Ical)

La consejera de Cultura, Josefa García Cirac, presidió ayer la reunión del patronato del Instituto de la Lengua en el Palacio de la Isla.-Ricardo Ordóñez (Ical)

Publicado por
A.S.R.
Burgos

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El mapa del origen del español se mantiene como uno de los desvelos del Instituto Castellano y Leonés de la Lengua (Ilcyl). Tras la pequeña revolución creada con la edición de los becerros de Valpuesta y Cardeña, el dibujo continúa con la mirada puesta en el Fuero de Béjar, las Glosas Silenses, Sahagún y el cartulario de San Miguel de Froncea. Estas cuatro paradas salieron adelante en la reunión del patronato celebrada ayer en el Palacio de la Isla, presidida por la consejera de Cultura, Josefa García Cirac, y el director del Ilcyl, Gonzalo Santonja, en la que se aprobó un presupuesto de 630.000 euros para el próximo año, el mismo que el actual.Santonja avanzó que meterán mano al cartulario de Froncea, perteneciente a un monasterio desaparecido en Arlanzón, «absolutamente inédito», con 107 documentos, conservado en la Universidad de Oviedo, que llegó al Instituto de la Lengua a través de profesores de la Universidad de Burgos. «Es interesantísimo porque tiene muchos textos hechos en Atapuerca y se registra muy bien el uso del español naciente», añadió y calculó que estará listo en un año.Pero los estudios del origen del español tienen otros frentes abiertos. Se está culminando una nueva edición de las Glosas Silenses, que, a diferencia de las realizadas con anterioridad, «pasará al castellano actual el penitencial al que glosan las glosas y así se podrá entender mucho mejor haciéndolo accesible para todos»; siguen metiendo horas en Sahagún (León), un becerro con centenares de documentos; y a punto de caramelo se encuentra el Fuero de Béjar (Salamanca), acicalado por el Centro de Restauración de Simancas.Mientras se rescata este pasado, también se mira al presente. «El Instituto está en la más estricta actualidad y en los orígenes de la lengua. He ahí su equilibrio», remachó Santonja.Ese presente pasa por la celebración de una serie de actividades que obtuvieron el visto bueno del patronato, formado por la Junta, las universidades públicas de la Comunidad, las diputaciones, los ayuntamientos de las capitales de provincia más los de Aranda y Miranda, la Federación Regional de Municipios y Provincias y la Cámara de Comercio de Burgos.Se orquestará una Biblioteca de heterodoxos, fantásticos y complementarios de Castilla y León, una exposición sobre la prensa española de Filipinas y sendos homenajes a dos colaboradores recientemente fallecidos, el pintor Félix de la Vega, autor de los retratos de los ganadores del Premio de la Crítica, y el periodista Juan Carlos Martín Aparicio, experto en el lenguaje tradicional de la tauromaquia.Y continuarán los ciclos de Diálogos de la Lengua y la convocatoria del Premio de la Crítica de Castilla y León.Se mantendrán los programas de fomento a la lectura en el mundo rural, consistente en talleres para alumnos de Primaria y Secundaria, que ya se realiza en 150 colegios de la Comunidad, y de prescriptores de promoción del español para extranjeros, enfocado a responsables y personal de agencias e instituciones educativas, adscrito a la línea de internacionalización de la enseñanza de la lengua.Especial Artesa

Artesa, la revista que puso a Burgos en la vanguardia literaria a finales de los sesenta y cuyos fondos se encuentran en el Palacio de la Isla, resurge de sus cenizas para rendirse a uno de sus fundadores: Tino Barriuso. Al poeta fallecido en mayo de 2017 estará dedicado el número especial de esta publicación coordinada por el escritor Óscar Esquivias y el periodista Rodrigo Pérez Barredo, con el diseño de Asís G. Ayerbe, que se presentará el 21 de diciembre.«Ha quedado un número impresionante, por los autores y artistas que participan y por el diseño gráfico, innovador y brillante», aplaudió Santonja con la sala dedicada a Artesa como decorado.

No es ciudad para aprender español

Solo 1.330 de los 50.000 estudiantes que vienen a Castilla y León para aprender español eligen Burgos. Apenas un 2,7%, frente a los más de 30.000 que se decantan por Salamanca. Aunque el dato es decepcionante para la provincia burgalesa, sede del Instituto de la Lengua, la consejera de Cultura, Josefa García Cirac, destacó que en 2017 la llegada de extranjeros para estudiar la lengua se incrementó en un 19% respecto a 2016. Una línea ascendente que espera mantener y aumentar con la aprobación del III Plan del Español, ya en marcha, que incidirá en la innovación, las nuevas tecnologías y la internacionalización.«A nivel mundial, Castilla y León es reconocida por la enseñanza del español. Somos una de las comunidades que mayor número de estudiantes recibe para aprenderlo», subrayó la titular del área y enumeró Estados Unidos, China, Alemania, Francia, Italia y Reino Unido como los países de procedencia de la mayoría de estos alumnos. El perfil actualmente es de estudiantes universitarios y de Bachillerato y la idea, aventuró García Cirac, es ampliarlo y sumar a profesionales, algo en lo que se trabaja en los últimos años.La consejera, que aplaudió el trabajo del Instituto de la Lengua en estos 15 años, se refirió al español como «una de las grandes fortalezas de Castilla y León, una de nuestras señas de identidad, significa pasado, presente y futuro de nuestra tierra».

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