Un corto para ponerse en la piel del otro

Burgos

Las ganas de dar salida a sus inquietudes artísticas fueron el pretexto de un grupo de estudiantes y licenciados en Comunicación Audiovisual de la Universidad de Burgos para dar vida a ‘La huella del panda’, un colectivo audiovisual que componen una veintena de personas. «Muchos estudiantes teníamos inquietudes respecto al cine y decidimos juntarnos», explica Jose Donis, uno de sus miembros, quien añade que «hay personas especializadas en diversas áreas como guión, producción, fotografía, dirección, etc».La voluntad de hacer cosas y un carácter marcado por la creatividad ha permitido que, en menos de un año de vida, el colectivo haya presentado el pasado mes de enero el cortometraje El arte de los grotesco en Cines Van Golem, esté apunto de estrenar el mediometraje Cuando los niños lloran y se encuentre inmerso en la preproducción del corto de carácter social, Meryem. «El rodaje del mediometraje finalizó el mes pasado e implicó a 13 personas del colectivo», explica Donis, quien apunta que «previsiblemente verá la luz este años».Tanto El arte de lo grotesco como Cuando los niños lloran son dos ficciones centradas en el terror, un género del que se alejan con Meryem, donde se acercan «al género thiller y al drama social» sin olvidar, eso sí, el universo oscuro que caracteriza sus creaciones. Meryem tiene como detonante la desaparición de la mujer que da nombre al corto, pero «la cinta no se centra en ese aspecto sino en la situación que tiene que atravesar su pareja Geraldine, quien se encontrará de frente con una sociedad insolidaria y poco amable donde ni siquiera quien debe prestarle ayuda oficial como la Policía, lo hace», comenta Donis, quien se encarga del guión y la dirección del cortometraje.Los casting para encontrar a los protagonistas de la cinta se celebraban el lunes y el martes con un gran éxito de participación. «En todos los casting que hemos hecho nos hemos dado cuenta de que Burgos tiene una gran inquietud por actuar». Cerca de setenta personas participaron en la selección de los protagonistas femenina y masculino, que «ya han sido elegidos».

Con todo preparado, el rodaje se producirá «entre los días 20 y 27 de julio» en la capital burgalesa «por completo» y «contará con un buen número de exteriores». Por el momento, el coste del proyecto sale del bolsillo de los creadores, pero Donis explica que «estamos buscando financiación para la distribución de la pieza».En este sentido y aunque es muy pronto aún para hablar de fechas, el colectivo cree que el cortometraje «podría ver la luz a inicios del año que viene».

Hacerse un hueco

Donis asegura que la creación artística y audiovisual «no pasa por un momento bueno» y que «tratar de entrar en una productora para proponer tus ideas no resulta fácil», de ahí la apuesta por unirse en un colectivo.Apunta que «es tremendamente complicado hacerse un hueco en el mundo audiovisual», pero mientras lo logran, ‘La huella del panda’ permite a sus integrantes «crear material propio, ganar en experiencia tanto durante el grado como al salir de él, contar con una carta de presentación y un respaldo creativo».

Quien sabe, tal vez en este colectivo de jóvenes promesas se encuentren los próximos Álex de la Iglesia o Isabel Coixet de nuestro país.