La humilde grandeza de lo cotidiano

El bagaje de un grupo musical en época universitaria suele asemejarse a un amor de verano. Es intenso pero efímero. Casi siempre, la distancia de sus miembros una vez licenciados -o no- fuerza una despedida que nadie desea. No es el caso de Sioqué, en el top de bandas revelación del panorama burgalés por méritos propios y ejemplo de constancia pese a los kilómetros que separan a dos de sus integrantes. En su día les dijeron que tenían «potencial». Se lo tomaron en serio y ahora, con su primer disco recién salido del horno, todo aquel que les escucha sabe que su propuesta «mola de verdad».Singular es el verdadero punto de partida de un combo que se reparte entre Burgos y Azkoitia (Guipúzcoa). Su gestación, a fuego lento, es fruto de un«compromiso» que Marina (voz principal y guitarra) y Álvaro (batería) cumplen a rajatabla: «venir todo lo que se pueda y ensayar los fines de semana a tope». Mientras tanto, Martín (bajo) y Cristian (guitarra) también hacen sus deberes en casa. Cada uno ensaya «por su cuenta» para que la maquinaria esté lo mejor engrasada posible en el local. Al final tiene su ventaja, ya que «cuando tienes poco tiempo te concentras más». Quizá, tal y como apunta Martín, «con más margen vas más relajado y avanzas menos». Quién sabe. Lo importante es que la fórmula les funciona y su ansiado LP se presentará, por fin, esta noche en La Rúa a partir de las 21 horas.«Siempre queda mucho por recorrer y por mejorar, aunque somos un grupo pequeño que está haciendo bien las cosas dentro de lo que cabe». Con los pies en la tierra pero sin perder de vista el cielo, Marina define Singular como un compendio de «pequeñas cosas que pasan desapercibidas» pero que «terminan siendo especiales». A la hora de escribir, la vocalista huye de lo «grandioso» e «idílico». Prefiere centrarse en la belleza de lo cotidiano, en todo aquello que la sociedad actual no siempre valora como debiera.Musicalmente hablando, Singular ofrece «dos caras». Está la «cañera, rockera e intensa» que despereza al oyente de inmediato. Tras la tempestad, sin previo aviso, llega la calma: mucho más «tranquila, ambiental y experimental». En este disco, el orden de los factores sí altera el producto. Martín lo tiene claro. «Hay una cosa de los discos que se ha perdido con el tiempo y que antes era muy importante». Se refiere a la posición de cada tema, que en este trabajo cobra especial relevancia porque «te lleva de una dirección a otra». El camino trazado por Sioqué se puede andar de forma aleatoria. Es lo que tienen las plataformas digitales. Sin embargo, la banda prefiere seguir puliendo hasta los más mínimos detalles.Poco más de dos años separan a Singular de Ironía Mundana, carta de presentación de Sioqué en formato EP. De aquel «batiburrillo de ideas» se mantiene parte de aquel«espíritu» aventurero que les llevó a ganar el Concurso de Música Joven en 2016 al que no querían presentarse -les animó Pinky, exgerente del Hangar- porque según Martín «pensábamos que no teníamos nivel». Pero ganaron, salieron fortalecidos y el mismísimo David Ruiz de La M.O.D.A. se interesó por el grupo para producir su disco junto a Santiago Mancho.También se fijó en ellos Jacho, de La Rúa. No dudó en ficharles para su agencia de management Nosolomúsica. «Siempre nos anima», reconoce Marina agradecida por el apoyo de un ‘veterano’ que les guía por un mundillo «difícil» con «mucho pirata» en el que «hay que andarse con ojo». De aquí en adelante, sin prisa pero sin pausa, su objetivo es abrir el mayor número de puertas sin golpearse con el marco. La «prueba de fuego» más inmediata, aparte del bolo de hoy, será su primera incursión, el 15 de noviembre, en Madrid.