El Correo de Burgos

ENTREVISTA A JULIA NAVARRO / ESCRITORA

«La historia no la tienen que escribir los políticos»

Quería ser bailarina y encontró su vocación, de rebote, en el periodismo. Lectora voraz desde los cuatro años, nunca se había planteado escribir ficción literaria hasta que un obituario cambió su vida para siempre. Hoy, a partir de las 20 horas, presenta su última y exitosa novela en la sala cultural de la librería Hijos de Santiago Rodríguez en el CC Camino de la Plata

Julia Navarro.-JUAN MANUEL FERNÁNDEZ

Julia Navarro.-JUAN MANUEL FERNÁNDEZ

Burgos

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Fernando, Catalina y Eulogio. Un triángulo (des)amoroso en un país devastado por la miseria de la posguerra española y la desalmada represión de los vencedores. Cada cual con sus demonios y con un peso común sobre la conciencia en forma de huida. Con este explosivo cóctel como punto de partida, Julia Navarro fijó la vista en Alejandría para desarrollar el nudo, abierto como siempre a múltiples destinos y avatares, de Tú no matarás.Le dolía tanto escribir su última referencia literaria que incluso tuvo que tomarse un respiro. Los recuerdos y la empatía hacia sus antepasados hicieron mella en el corazón de esta periodista política reconvertida en escritora por aclamación popular. Jamás se le subió la fama a la cabeza porque «no hay nada más efímero que el éxito». A estas alturas, ha visto tantos ascensos y caídas de cerca que lo único que realmente le importa es caminar junto a los suyos y seguir dando rienda suelta a su imaginación para «indagar en los por qués de la naturaleza humana», que no son pocos.Pregunta.- Vacaciones de verano. Lectura tras lectura para combatir el aburrimiento. De repente, el obituario de Walter McCrone, obsesionado con resolver el misterio de la Sábana Santa de Turín, le empuja irremediablemente a la ficción literaria...Respuesta.- Yo siempre leo, no es que ese verano me diera por leer. Desde que me enseñó mi abuela con cuatro años, no he dejado de leer ni un solo día de mi vida. Lo que yo he contado es otra cosa, aunque en Wikipedia lo han tergiversado. Pone incluso que ayer (8 de octubre) era mi cumpleaños.Ese verano estaba en la playa con mi hijo, que era pequeño. Y ya estaba desesperada, me había leído los periódicos del derecho y del revés y terminé leyendo los obituarios. En uno encontré que había muerto este científico y que había puesto bajo su microscopio, entre otras cosas, la Sábana Santa de Turín. El texto incluía una pequeña historia sobre si la sábana era auténtica o falsa. Entonces se me ocurrió la cuadratura del círculo: buscar una explicación a ese misterio. Así empecé. Escribí esa novela sin saber muy bien qué iba a pasar ni si me la iban a publicar.P.- ¿Nunca antes se había planteado ser escritora?R.- Había escrito libros políticos, pero nunca se me había ocurrido escribir una novela. Digamos que el gusanillo de escribir libros ya no lo tenía porque ya había publicado.P.- Desde su debut hasta la fecha ha vendido millones de libros. ¿Cómo es posible que no se le haya subido el éxito a la cabeza?R.- Como puedes imaginar, las ventas de los libros políticos son bastante limitadas. Es verdad que mi primera novela se empezó a vender muchísimo, no solamente en España porque inmediatamente la compraron y se tradujo a muchos idiomas. Para mí eso fue una sorpresa, pero creo que cuando esas sorpresas te llegan a una edad tienes los pies en el suelo. Ya has recorrido muchas millas para saber que no hay nada más efímero que el éxito. Y el hecho de haber ejercido tantos años el periodismo me llevó a darme cuenta de cuántas personas hemos conocido que de repente están en la cumbre y al día siguiente ya no son nada. Eso ayuda a no levitar, a no levantar los pies del suelo y a pensar que esto puede ser algo maravilloso que te está pasando hoy pero que no tiene por qué ser eterno.P.- La historia de sus personajes siempre está por encima de la historia con mayúsculas...R.- Eso a mí no me interesa, yo no hago novela histórica. Intento hacer novelas de personajes, me interesa indagar en los por qués de la naturaleza humana. La historia es solamente un escenario en el que transcurren mis historias.P.- ¿Qué diseña primero? ¿El contexto temporal y los escenarios o la construcción psicosocial y los avatares de sus protagonistas?R.- Va todo un poco unido. Lo primero es qué quiero contar. A partir de ahí van surgiendo los personajes y la forma de contar la historia, pero no hay un método preciso.P.- Tú no matarás es una novela que duele de principio a fin. ¿Sufrió al escribirla?R.- A mí también me dolía cuando la estaba escribiendo, me costó mucho. De hecho, cuando empecé a escribir hubo un momento en el que la interrumpí durante la primera parte, que transcurre en la España de la posguerra. Ese viaje a nuestro pasado reciente para mí era como viajar a un tiempo en el que mis abuelos eran jóvenes, un tiempo en el que les tocó sufrir la guerra y la posguerra. Cuando estaba escribiendo y buscando documentación veía continuamente sus rostros, pensaba en todo lo que habían tenido que padecer. A veces miramos a nuestros mayores y no somos capaces de pararnos un segundo a pensar en el sufrimiento que llevan a acumulado y del que durante muchos años no han hablado. Hace falta en este país esa conversación porque no se solía hablar en casa de ello.P.- La novela aborda, sobre todo en su arranque, la crueldad del franquismo con los perdedores. Tal y como están las cosas hoy en día, ¿no le han acusado de reabrir heridas?R.- Ni reabro ni cierro, cuento la historia de unos personajes intentando ahondar en la condición humana. Ese es el objetivo de mis libros: una reflexión sobre la naturaleza del ser humano. En cuanto a la historia, creo que todos tenemos el derecho y el deber de conocerla. Conocer la historia no significa reabrir nada. Eso sí, siempre digo que la historia hay que dejarla en manos de los historiadores. Son ellos los que, con métodos científicos, tienen que contarnos qué ha pasado, por qué ha pasado y bajo qué circunstancias. La historia no la tienen que escribir los políticos sino los historiadores. Luego, cada uno, tenemos nuestra propia historia.P.- ¿Cuánto de autobiográfico hay en sus obras?R.- Nada. Yo no estoy en mis novelas.P.- Ha vivido momentos históricos como periodista. Por ejemplo, el 23-F en vivo. En su trayectoria hay material de sobra.R.- No me encuentro tan interesante como para novelarme a mí misma. Esa vanidad no la tengo (ríe).P.- Dime quién soy es la favorita entre sus lectores.R.- Es una novela especial para muchos lectores, no solo en España sino en muchos lugares del mundo. Ha tocado el corazón a los lectores.P.- ¿Y la suya?R.- Es como elegir entre siete hijos, imposible. Cada uno responde a un momento determinado de mi vida, a una preocupación, a muchas cosas. Sería incapaz de elegir.P.- Ha dado el visto bueno a la adaptación televisiva de la fascinante historia de Amelia Garayoa. ¿Estará a la altura de las expectativas?R.- Espero que sí. Me he peleado mucho con los guionistas y no ha sido un proceso fácil, pero confío en que el resultado final sea satisfactorio. Ahora bien, te lo diré el día en que empiecen a emitirla. Hasta entonces me reservo el entusiasmo.P.- Historia de un canalla es diferente, no se sumerge tanto en episodios históricos.R.- No es distinta. Mi ambición siempre es ahondar en la condición humana y eso es lo que hago en Historia de un canalla, en Tú no matarás, en Dime quién soy... Eso es lo que he hecho en todas mis novelas, solo que cuento de forma diferente ese viaje a la parte más recóndita del ser humano. Puede ser que parezca muy diferente, pero no lo es. Por ejemplo, hay dos cosas en común entre Historia de un canalla y Tú no matarás: el peso de la conciencia, esa compañera tan ingrata a la que todos nos enfrentamos alguna vez en la vida.P.- ¿Qué será lo próximo de Julia Navarro? ¿Puede adelantar algo?R.- Eso no te lo cuento ni a ti ni a nadie. No se lo cuento ni a mi editor (ríe).P.- ¿Echa de menos el periodismo?R.- En absoluto. Es una etapa fantástica de mi vida que ha sido absolutamente apasionante, pero ahora es otra etapa. No soy nada nostálgica, nunca miro hacia atrás. Ahora estoy en otra cosa.P.- Siempre habla maravillas de una profesión a la que llegó de rebote porque en realidad quería ser bailarina...R.- Efectivamente, pero le he dedicado 40 años de mi vida, así que imagínate lo que me ha llegado a gustar.P.- ¿Qué ha ganado y perdido el oficio con la irrupción de los medios digitales y de las redes sociales?R.- Ha sido todo tan rápido que no nos ha dado tiempo a digerirlo. Las nuevas tecnologías son útiles para contar lo que sucede. Siempre va a haber necesidad de que nos cuenten lo que pasa. En lo que no creo es en el periodismo ciudadano, en ese periodismo espontáneo en las redes. Detrás de las nuevas tecnologías y de los medios virtuales tiene que haber siempre profesionales.

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