El Correo de Burgos

ENTREVISTA

Javier Cercas: "Estamos en plena batalla. Solo hay gritos y polvo"

El autor de 'Soldados de Salamina' cambia de tercio en el 'thriller' 'Terra Alta', con el que ha ganado el Premio Planeta

Javier Cercas, este miércoles en Barcelona.-ROBERT RAMOS

Javier Cercas, este miércoles en Barcelona.-ROBERT RAMOS

Publicado por
ELENA HEVIA
Burgos

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Un ‘mosso d’esquadra’, con un pasado poco santo y con plaza en Gandesa, le sirve a Javier Cercas para dar un volantazo en su trayectoria, pasarse a la novela negra y hacerse con el Premio Planeta. Obedece, asegura, a una crisis de orden íntimo y a otra de tipo colectivo, la que echó a andar el 1-O y que nos cambió a todos para siempre. Pese a estos datos, 'Terra Alta', reitera el autor las veces que haga falta, no es una novela sobre el 'procés', aunque este sí impregne su atmósfera.

Asegura que quien ha escrito esta novela es un nuevo Cercas. ¿Esa reinvención pasa por convertirse en un autor de género?

Yo no creo que existan los géneros mayores o menores, sino formas mayores o menores de usar los géneros. Pero sí, y lo constato por los pocos lectores que han leído el libro, esto es como empezar de nuevo. Esta no es una de mis novelas sin ficción habituales, no hay juegos metaliterarios evidentes...

… ¿no aparece Javier Cercas como personaje?

Para nada. A esto se le podría llamar ficción pura si es que eso existe. Y los temas que aborda no tienen que ver con las preguntas que suelo hacerme.

"Abordo temas nuevos como el sentido de la ley y la posibilidad de la justicia, que es lo que mueve a mi protagonista"

 Bueno, 'Las leyes de la frontera' e incluso 'Soldados de Salamina' podían leerse en clave policiaca.

Sí, pero aquí abordo temas nuevos como el del sentido de la ley y la posibilidad de la justicia, que es lo que mueve a mi protagonista. Hay un personaje en el libro que dice: "La absoluta justicia puede ser la más absoluta de las injusticias". En ese borde se mueve la novela, de cómo una cosa buena llevada al extremo puede convertirse en mala.

Sus libros han sido siempre un buen material para analizar y reflexionar sobre la historia reciente. ¿Se permite algo así aquí?

No es una novela policíaca al uso, pero es verdad que el género lo permite todo. Cuando escribí 'El monarca de las sombras', presenté mi libro en Bot, un pueblecito de la Terra Alta, ¿conoces la zona?

"No pude escribir en otoño del 2017, solo angustiarme como todo el mundo"

 Como turista de los escenarios de la guerra civil.

Es una tierra muy árida en la Cataluña pobre. En mi novela un personaje dice: "Solo se acuerdan de nosotros para bombardearnos". Pues bien, allí me forzaron la puerta del coche, lo que me hizo conocer a un 'mosso d’esquadra', un tipo de Barcelona trasladado allí que me explicó que allí vivía bien pero el silencio no le dejaba dormir.

¿Se trataba de encontrar el silencio en tiempos ruidosos?

Esa idea aparece en el libro, claro, pero a mí me afectó de una forma especial. Eso fue en julio del 2017 y luego llegó octubre. No pude escribir en esos meses, solo angustiarme como todo el mundo. Porque entonces vivimos un momento que nunca creímos poder vivir. En diciembre regresé a la novela que ya tenía empezada y me di cuenta de que yo era distinto y la novela era distinta. Sentía mucho horror a mi alrededor pero paradójicamente me sentía bien, como en un refugio antiatómico.

Se retiró a los cuarteles de invierno de la escritura.

Algo así. Pero cuanto acabé la novela me di cuenta de que el tema de fondo era precisamente esa sensación.

Así que inevitablemente el 'procés' acabó filtrándose en el relato.

Sí, pero se filtra como ficción. ¿'La metamorfosis' va de un hombre que se convierte en escarabajo? Hombre, sí, pero el carburante es su desarraigo existencial, su incapacidad para vivir.

"En los Mossos me he encontrado con gente muy profesional que ha sido colocada por momentos en una situación de imposible solución"

 Que su protagonista sea un 'mosso' que en el pasado fue delincuente, ¿podría ser interpretado como una metáfora de las contradicciones que está viviendo el cuerpo?

En la elaboración del libro he hecho muchos amigos en la policía autonómica y ellos han leído el libro porque me importaba mucho que lo hicieran. Me he encontrado con gente muy profesional que ha sufrido lo indecible, que ha sido colocada por momentos en una situación de imposible solución. 

Tras el anuncio del premio, no daba la sensación de querer hablar mucho de política.

Es que ya he hablado hasta la saciedad. Y me parecía una falta de respeto al premio y a mis libros. Yo entiendo que haya gente que pueda faltarle el respeto a mis libros, solo faltaría, porque por eso los publico, pero no se lo voy a faltar yo.

¿Qué le ha parecido la sentencia?

¿La has leído?

No todavía. 

Pues yo sí que la he leído, pero no voy a valorarla porque me parece prematuro hacerlo. Cuando me preguntan, sobre todo en el extranjero, que si voy a escribir sobre esto digo que es demasiado pronto. Ahora estamos en plena batalla, solo hay gritos y polvo. No sabemos lo que significa esto, cómo ha afectado a nuestras vidas. A mí me ha cambiado sin que yo haya hecho el esfuerzo, ha sido la realidad la que me ha reinventado.

"Alguien me dijo que Miguel Aguilar, mi editor en Penguin Random House, estaba triste, pero es que si no lo estuviera yo estaría cabreado"

¿Le pesa haberse puesto excesivamente en primer plano?

¿Te digo la verdad? En absoluto. Solo me molesta o me duele si le ha pesado a mi familia, que es fantástica. Me jodería haberla perjudicado. Pero es que no he sabido cómo no hacerlo. Mi hijo me reprocha a veces que no oculte mis opiniones, porque "todo el mundo lo hace".

¿Se ha sentido moneda de cambio entre Penguin Random House y Planeta?

Estoy atónito cuando hablan de eso. Penguin Random House me ha dedicado una colección. Todos mis libros están ahí. Esta misma semana he escrito para ellos un prólogo. Mi editor, Miguel Aguilar, comprendió perfectamente que este libro es algo distinto a lo que suelo hacer.

¿Les advirtió, por lo tanto?

Por supuesto. Y lo entendieron. Alguien me dijo que Miguel Aguilar estaba triste, pero es que si no lo estuviera yo estaría cabreado. Ellos se han portado como señores. Solo puedo decir que no sé donde aparecerá mi próximo libro.

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