El caso de los exorcismos se traslada a la gran pantalla

«Esto no sucedió en Connecticut o en Georgia. Sucedió en Burgos, y que algo así pueda suceder al lado de nuestra casa lo hace más impactante». Si algo se le da bien al guionista Ramón Campos es transformar hechos reales en éxitos de taquilla o audiencia. No es fácil abordar historias truculentas como la de la joven burgalesa que se sometió a 13 exorcismos en un monasterio de Valladolid entre 2013 y 2014. Sin embargo, el cofundador de la productora Bambú ha sabido percibir el gancho cinematográfico de un caso sorprendentemente real en el que «las cosas no son blancas ni negras». Con el guion ya terminado y cada vez más cerca de «afrontar la fase de preproducción», es posible que la película vea la luz en enero de 2021.La dicotomía moral que subyace de este relato con trágico final -la joven se suicidó en febrero de este año tras ingerir pastillas- sedujo sobremanera a Campos por esa visión contrapuesta de la realidad. Por un lado, la de unos padres «convencidos de que hacían lo mejor para su hija» y que vivieron, sin lugar a dudas, «unas circunstancias terroríficas sin ser conscientes del daño que provocaban a una persona a la que amaban». Por otro, la de una menor obligada a «sufrir cómo aquellos que más la querían, aquellos que deberían dar la vida por ella, la metían en una espiral de locura».De esta doble perspectiva surge 13 exorcismos, «una historia distinta a las que conocemos sobre exorcismos» y que se extiende hasta «la investigación que se abrió posteriormente». Para su desarrollo, aparte de un «profundo» ejercicio de documentación de principio a fin, los abogados de la productora han analizado el caso al detalle para «saber qué podíamos contar y que no para no traspasar barreras legales». En este proceso de investigación se ha preferido obviar posibles entrevistas con cualquiera de los afectados. Los «datos objetivos» prevalecen sobre las «versiones subjetivas» para que los hechos probados en sede judicial se impongan en el relato. Así se trabaja en Bambú. «Tampoco en su día, salvando las distancias, nos entrevistamos con Sito Miñanco ni con Pablo Ibar en persona para poder contar con todo lujo de detalles sus vidas», precisa Campos en alusión a Fariña y En el corredor de la muerte.«Las historias basadas en hechos reales nos conectan de una manera más rápida con la ficción», apunta el guionista convencido de que el film sobre los exorcismos, a diferencia de «otras series dramáticas» de la factoría Bambú, logrará que «el espectador lo pase realmente mal durante los 90 minutos que dure». Para ello, el creador de series como Velvet o Gran Reserva ha conformado un «equipo muy sólido», el mismo que firma la inminente Malasaña 32 (17 de enero). Con Gema R.Neira, David Orea, Salvador Serrano y el propio Campos escribiendo a ocho manos y Alberto Pintó asumiendo la dirección, la intención de Bambú es «seguir explorando esa línea en los próximos años».Ideas y proyectos en ciernes hay, pero «no podemos contar nada todavía porque se están cerrando». En cualquier caso, Campos sabe de sobra que «el ser humano es curioso por naturaleza» y su exposición cinematográfica ante hechos reales «hace que quiera saber más». De momento, las propuestas de la productora en este sentido han cosechado excelentes críticas por parte del público y de la prensa especializada.Volviendo a la película que nos ocupa, lo más probable es que el rodaje arranque en mayo para llegar a la fecha de estreno deseada. La distribuidora francesa Studiocanal, socia de Bambú, se encuentra «entusiasmada» con el proyecto y «ya ha dado luz verde internamente». Y aunque todavía es «pronto» para determinar dónde se ambientará la historia, Campos siempre ha sido partidario de «rodar cerca de los lugares donde sucedieron los acontecimientos como hicimos con Fariña». Lo suyo sería que Burgos sea el escenario principal, algo que por ahora «no podemos asegurar al 100%», apostilla el guionista.El largo viaje de ‘El orfebre’Ramón Campos tenía claro que tarde o temprano acabaría dando el salto al formato libro. Con tantos años de guion a sus espaldas, tantas historias que saltan del papel al set de rodaje, «la novela era una cuestión pendiente como escritor».De repente, un buen día se topó con una «maravillosa historia» sobre el mundo de los diamantes y las minas de Sudáfrica. Fue entonces cuando vio que «era el momento de lanzarme». Y así, tras cuatro años de dedicación, El orfebre llegó a las librerías.

¿Lo próximo? Quién sabe. Bambú da mucho trabajo, así que «quiero tener muy claro qué historia contar antes de embarcarme en un viaje tan largo».