La audacia de los Caballeros del Pedal

Charlar con Pascual Izquierdo (Sotillo de la Ribera, 1951) es un placer sin prisas. Sabes cuándo empieza la conversación pero no imaginas ni qué caminos van a transitar sus palabras ni cuántas vueltas va a dar el segundero de tu reloj hasta la despedida. Hila temas y anécdotas como un prestidigitador, apostilla detalles dando cuenta de una memoria fantástica y sazona con simpatía todo lo que expone. Hasta la carcajada.

Este jueves, a partir de las 19 horas en la Sala Polisón del Teatro Principal, el autor ribereño presentará su última obra, Viaje por Tierras de Castilla (y Cantabria), acompañado del ilustrador del libro, su hermano Santiago, más el escritor y fotógrafo Enrique del Rivero y el poeta Ricardo Ruiz. Izquierdo promete una presentación diferente a las habituales.

Hace unos días, tras posar para la cámara de Santi Otero más allá del Espolón, nos sentamos en un banco de paseo Marceliano Santa María. El sol del otoño burgalés nos iluminaba traicionero, siempre acompañado de ese fresco burlón tan inherente a la ciudad. Gente de todo pelaje circula por la muestra de reproducciones de obras maestras del Museo del Prado que allí estaba instalada. Mientras hojeo la última obra de Izquierdo, Viaje por Tierras de Castilla (y Cantabria) (Oportet Editores), el autor comienza a hablar. Mi hoja de preguntas se quedará sin estrenar al final de la conversación, Pascual Izquierdo me responde a todas mis cuestiones sin que salgan de mi boca, adivinándolas como si fuera un mentalista. Oír, grabar y disfrutar.

«El latido poético de Bécquer y la raíz estética del paisaje castellano son los dos vectores que articulan este libro»PASCUAL IZQUIERDO

«Este libro nació hace más de treinta años. Con cuatro o cinco amigos salía a hacer rutas en bicicleta por Burgos y provincias cercanas. Nos autodenominamos jocosamente los Caballeros de la Orden del Pedal... ¡Si hasta hicimos unos mandamientos de la cofradía!», comenta entre risas. «Al principio iba yo solo con mi hermano con unas bicis del Jurásico... Años después, la cosa se ‘profesionalizó’ un poco: compramos unas bicicletas mejores, marcamos unas rutas y adquirimos unas alforjas. Hicimos la primera expedición por el Campo de Muñó y duró tres días. Tras llegar a casa vi que aquello tenía posibilidades literarias y comencé con unos escritos titulados Prosas de viaje». Algunas de esas rutas fueron publicadas en Diario de Burgos en la década de los 90, otras han sido escritas y reescritas en varias ocasiones hasta hoy.Vamos a por el libro.

Hace tres años, revisando los manuscritos de estas rutas, decidió dar forma a ese revoltijo de papeles y agruparlos en un libro. Pero antes les pasó el Pronto y el paño. «Me di cuenta de que necesitaban una revisión estilística: podar la adjetivación, rebajar esa sublimación a Castilla, había demasiados elementos elegíacos y líricos... Tenía que incluir más narración, más conversación y, sobre todo, superponer la mirada a la realidad actual y sus aristas. Poner el énfasis en la soledad de los pueblos, en el abandono, ciertos reproches a los poderes políticos y eclesiales... Así que, sin borrar esa mirada poética, imprimí un carácter más crítico», explica con rotundidad.

Uno de los impulsos que empujaban a los Caballeros del Pedal a hacer la ruta más inhóspita, la más compleja o la más divertida era la audacia, el atrevimiento, la osadía de lanzarse a la aventura para disfrutar cada periplo. Como esa noche que durmieron en el monasterio de San Pedro de Arlanza abrigados con unas mantas. «Otra vez se le ocurrió a mi hermano dormir en Cortiguera, junto al cañón del Ebro. Hace treinta años casi no se podía entrar, las zarzas se había apoderado de todo. Nos abrimos paso como pudimos y nos metimos a dormir en un caserón en unos somieres que encontramos. Yo no podía conciliar el sueño y salí a dar un paseo de madrugada. En el cielo me topé con una luna llena tremenda. Y dije ¡aquí vive la luna!», recuerda el autor sotillano.

Tras reagrupar y ordenar los textos de los cinco grandes viajes que narra en el libro, Izquierdo notó que faltaba algo a la obra. «Advertí que faltaba el testimonio de mi hermano, el que fue inventor de todo esto y que ha vivido con más pasión que nadie estas rutas. Así que pintó unas acuarelas sobre los sitios por los que pasábamos y que finalmente ilustran el libro y lo llenan de belleza. Luego se lió y también dibujó los mapas de las rutas. En el fondo, este libro es el testamento pictórico-literario de los hermanos Izquierdo».

El aliento de Bécquer

Además de haber publicado varios y premiados poemarios y muchas guías de viaje, Pascual Izquierdo tiene en su currículum las ediciones críticas de las Leyendas y las Narraciones de Gustavo Adolfo Bécquer de la colección Letras Hispánicas de ediciones Cátedra. Es un gran experto en el escritor romántico y ha participado en varios congresos sobre el autor de las Rimas. «El latido poético de Bécquer y la raíz estética del paisaje castellano son los dos vectores que articulan este libro», indica el autor.También nos encontramos un amplio retablo de individuos con los que se cruzarán los Caballeros del Pedal. «Casi todos son personajes de ficción pero inspirados en personas reales». Al romanticismo becqueriano y la mirada de Castilla, muy deudora de Miguel Delibes, se añaden ciertos episodios dignos de la picaresca.

Pascual Izquierdo ha aunado en Viaje por Tierras de Castilla (y Cantabria) todas las formas narrativas que ha trabajado a lo largo de su vida -la poesía, los cuentos, las guías-, para ofrecer al lector unos viajes donde amar a nuestra tierra, su arte y la gastronomía.