«Cuando Javier Adrados me llamó, mi cabeza hizo bum»

Dio su primer concierto con tan solo 10 años. De eso hace más de tres décadas, pero Mario López nunca había sentido tantos «nervios» como ahora. El sábado estrena Piezas de Mecano en el Cultural Caja de Burgos de Aranda de Duero y todavía trata de asimilarlo. Si le pinchasen ahora mismo no sangraría. Reconoce sentirse «bastante excitado» ante una «ocasión muy especial» que no se presenta todos los días. 

Quién le iba a decir al pianista arandino lo que darían de sí sus conciertos en streaming durante el confinamiento. Por las mañanas, daba clase a sus alumnos a través de una pantalla mientras sus hijos hacían lo propio pero viceversa. Las tardes las pasaba «más o menos desocupado» hasta que se topó con un directo casero de Ismael Serrano en Facebook. «¿Por qué no hago yo algo parecido?», se preguntó. Dicho y hecho, un domingo de abril le dio por compartir en las redes un ramillete de versiones del cantautor madrileño. 

Después le tocaría el turno a Vetusta Morla. Y al domingo siguiente a Mecano. El grupo lo merecía porque siempre le acompañó en sus «horas de estudio y disfrute». En total, interpretó seis o siete adaptaciones. Una hora de recital que acaparó cerca de 2.000 visualizaciones y un centenar de espectadores en directo. 

Entre el público virtual se encontraba un viejo amigo. Nada más y nada menos que Javier Adrados, productor musical, mánager de Nacho Cano y ribereño de pro. No tardó mucho en descolgar el teléfono y soltar la bomba: «¿Por qué no llevamos esto a teatros?». En ese momento, el pianista no daba crédito.   

«Cuando Javier Adrados me llamó, mi cabeza hizo bum». Así de claro, con total naturalidad, lo cuenta López tras recordar que la amistad entre ambos surgió, precisamente, a raíz de su «pasión por Mecano». Como era de esperar, no pudo rechazar una oferta tan jugosa y se puso manos a la obra de inmediato.

Hace medio año, «viendo que la cosa mejoraba», López y Adrados cerraron el repertorio. De 50 temas han seleccionado los más representativos y los que mejor se adaptan al piano. Quizá no llueva a gusto de todos porque con una discografía tan amplia hacer criba cuesta. Pero lo importante, al menos para el músico ribereño, es que «seas o no seas fan de Mecano, ¿quién no conoce casi todas sus canciones al dedillo?». 

«Se han juntado una serie de elementos que hacen que todo esto sea muy especial». Al margen del set list, que va a gustar sí o sí (no le cabe duda), Piezas de Mecano se enriquecerá con una «escenografía sencilla pero muy significativa». Hasta ahí puede -o más bien quiere- leer. No avanza más para sorprender a sus paisanos y a todos aquellos fans del trío que revolucionó el pop patrio. 

Como es lógico, la propuesta obtuvo el beneplácito de sus protagonistas. Por parte de Nacho Cano, asegura López, «más que aceptado». Y está convencido de que tarde o temprano «habrá ocasión de poder mostrárselo en persona». Llegado el momento, probablemente le diga que «no lo quiero llamar tributo, prefiero llamarlo homenaje». 

Lo que parece evidente es que el «homenaje» ha calado hondo. Tras el pistoletazo de salida en Aranda, ya tienen «tres o cuatro fechas cerradas». Con el mayor de los respetos hacia la Mecano, López desconoce «qué recorrido va a tener». Y aunque espera que  el máximo posible, «todo lo que venga será un regalo».