El Correo de Burgos

TEATRO

El Rey León retoma su «camino del héroe» en el Teatro Clunia

La Asociación de Teatro Musical de Burgos (Atemub) vuelve mañana sábado a escena con el espectáculo 'Simba', forzosamente interrumpido por el estallido de la pandemia / La compañía promete una propuesta «mejorada y renovada»

Ensayo de Atemub, en el Teatro Clunia, ante el inminente estreno de 'Simba'. SANTI OTERO

Ensayo de Atemub, en el Teatro Clunia, ante el inminente estreno de 'Simba'. SANTI OTERO

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Tan solo pudieron hacer cuatro pases, la mitad de los previstos. De repente, la pandemia. Y Simba en barbecho hasta nuevo aviso. No imaginaban ni de lejos en la Asociación de Teatro Musical de Burgos (Atembub) que la espera sería tan larga. Dos años, para ser exactos, de incertidumbre y un alto grado de impaciencia. Lo bueno, dentro de lo que cabe, es que la obra vuelve a escena «mejorada y renovada». Tiempo ha habido, tal y como apunta Adriana Martínez, para reforzar un «espectáculo completo a todos los niveles». El estreno -por aquello de los cambios introducidos- es inminente. Desde el Teatro Clunia, algo así como un hogar para Atemub, Simba 2022 ofrecerá sus dos primeras sesiones mañana sábado a las 17 y a las 20:30 horas. Ya en abril, con los mismos horarios, el musical se llevará a cabo los días 2 y 9.Como es lógico, la expectación es máxima. «Estamos bastante emocionados», confiesa Martínez tras remarcar que, por fin, podrán actuar sin mascarilla. Toda una liberación habida cuenta de que Sister Act, recuperado el año pasado en formato reducido, tapaba medio rostro -que no la voz- a cada uno de los integrantes del equipo. ¿Qué se va a encontrar el público? Obviamente, al indiscutible protagonista de El Rey León siguiendo «el camino del héroe». La obra, por lo tanto, atiende a los 12 pasos universales establecidos en su momento por Joseph Cambell que tanto se reproducen en los manuales de guion. En paralelo, los decorados, vestuario e iluminación vibran al son de la orquesta, metafóricamente hablando, para atrapar a «todos los públicos» de principio a fin. Como siempre, el equipo trabaja al compás en todas las áreas. «Todos los que participamos hacemos de todo en mayor o menor medida», precisa Martínez, cuyo principal cometido es el diseño y coordinación de las coreografías. La entrega colectiva, conviene no olvidarlo, obedece fundamentalmente a que «hacemos esto por amor al arte». Y se nota, a pie de calle, cuando toca promocionar la obra en cuestión. Lo habitual en vísperas de un estreno es que Atemub realice su «paso de cebra» frente al Teatro Principal. Cuando el semáforo se pone en rojo, la agrupación aprovecha esos segundos que brinda la detención obligatoria de vehículos para anunciar su espectáculo con una breve pero intensa performance. Para Simba, dadas las ansias de pisar el escenario, la iniciativa se ha trasladado en un par de ocasiones a las principales calles del casco histórico«La gente alucina un poco», reconoce Martínez a sabiendas de que la vestimenta de Grease, estrenada en 2019, era «más normal». Está claro, las chupas de cuero pasan más desapercibidas que la dicharachera fauna de la sabana africana. En cualquier caso, la propuesta «se ha notado bastante» a la hora de vender entradas. Simba se deja querer y, lo más importante, ya ha conquistado a parte del público antes de que el telón se abra. LO SIGUIENTE... SORPRESADesde su creación en 2018, Atemub ha ido ganando músculo y cumpliendo sus dos objetivos primordiales. Por un lado, generar una cantera de artistas de perfil «completo» capaces de desenvolverse con soltura en las artes escénicas, vocales y coreográficas. Por otro, difundir el teatro musical en Burgos ofreciendo a la ciudadana un espectáculo distinto cada año. En la actualidad, la asociación cuenta con una veintena de intérpretes y una banda musical de siete integrantes que configuran un proyecto integral, amateur en lo económico y profesional en lo escénico, que no sería lo mismo sin el respaldo del resto de miembros de la familia: aquellos que, entre bambalinas, enriquecen el resultado final. Con dos ensayos a la semana aunque «dependendiendo de las necesidades», la preparación de cada obra arranca en septiembre u octubre para que en marzo o abril se pueda estrenar. Lo suyo es hacerlo «con cierta tranquilidad y después dejar un tiempo de descanso».Aún con todo, la época de reposo constituye en realidad una suerte de brainstorming en el cabeza del director, Esteban Cortez. Comienza una nueva etapa, trazando la próxima senda, y el equipo aguarda impaciente el título del siguiente show. Lo normal, eso sí, es que la «sorpresa» se desvele cuando la obra que se representa en ese momento está a punto de cerrar ciclo

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