Historia y sociedad
Las esquelas como espejos de un tiempo
La escritora María Jesús Jabato presenta este miércoles su última obra, ‘Rogad a Dios en Caridad’ (Institución Fernán González) en el Salón de Estrados del palacio de la Diputación a las 20 h.
Desde la alborada de la prensa escrita, aquella que brotaba en talleres oscuros al arrullo de máquinas turbulentas, rollos de papel y calderos de tinta negra, ha habido una sección en que los ojos de los lectores siempre han posado su atención por encima de las demás: la página de las esquelas.
La escritora y abogada María Jesús Jabato Dehesa ha investigado en las ediciones de varios rotativos burgaleses las esquelas y obituarios de la segunda mitad del siglo XIX para conocer y examinar la sociedad de aquella época a través de estas publicaciones en prensa. Sus consideraciones y análisis han quedado reflejados en el estudio 'Rogad a Dios en caridad', publicado por la Institución Fernán González -de la que es secretaria y académica numeraria- dentro de su colección Academos.
Este miércoles, a partir de las 20 horas en el Salón de Estrados del palacio de la Diputación y con entrada libre hasta completar el aforo, Jabato presentará esta obra que lleva el subtítulo de 'Las esquelas funerarias en la prensa burgalesa del siglo XIX'. La autora ha rastreado en su ensayo cual detective gacetillero las ‘páginas de los muertos’ de diversos diarios de la provincia para extraer de ellas el jugo de un tiempo y de una ciudad que, como tantas pequeñas capitales de provincia de la segunda mitad del siglo XIX, tanto se parecía a la Vetusta que radiografió Leopoldo Alas ‘Clarín’ en 'La Regenta'.
«En este libro no rastreo el chascarillo o cuestiones llamativas, busco algo más. A través del estudio de las esquelas estableces relaciones y consecuencias muy curiosas, porque son una fuente de información importantísima», explica la escritora. A través de su investigación, María Jesús Jabato se ha topado con diversos árboles genealógicos que forman parte de la historia burgalesa: políticos, empresarios, médicos... estirpes cuyas ramas siguen muy vivas en el Burgos del siglo XXI. «Hay apellidos muy sonoros que son fáciles de ubicar a lo largo del tiempo, hacerlo con otros más comunes ya es más complicado», advierte.
A la hora de enfrentarse a estas reseñas funerarias, Jabato ha delimitado las tres funciones que cumple la publicación de esquelas en la prensa. «La primera es una labor informativa, ya que indican todos los datos del fallecido y su familia, además de los ‘detalles técnicos’ del funeral: sitio, hora, etc. También podemos encontrar la profesión del finado, condecoraciones, títulos... algo que se estila menos ahora pero que antes era muy normal», señala la escritora burgalesa.
«A la vez era un vehículo de publicidad de la persona que había muerto. En el libro reseño una esquela muy llamativa que es la del Conde de Cumbres Altas, sin nombre de pila ni nada. ¿Y quién era este señor? Era alguien que quería revelar sus méritos a gente más allá de su familia, que conocía perfectamente su identidad», indica. «Y en tercer lugar, es un vehículo de sentimiento donde se pone de manifiesto quién quiere a quién, cuánto se aprecian, quién aparece y quién no en el texto...». La autora subraya que también se halla mucha ‘literatura de superlativos’ en ciertos anuncios funerarios: su afligidísima esposa, sus apenadísimos hermanos, desgracia inmensa, inconsolables padres... manifestaciones que revelan un testimonio de dolor con unas expresiones un tanto anticuadas en el día de hoy.
«A través del estudio de las esquelas estableces relaciones y consecuencias muy curiosas, porque son una fuente de información importantísima»
«La realidad era distinta y los convencionalismos sociales, también. Las mujeres que hay en el libro aparecen casi siempre vinculadas a su marido: ‘esposa de’, ‘viuda de’... Y hay muy pocas solteras, siempre con el ‘señorita’ delante», comenta Jabato. «Con respecto a los niños, que hay muchos por la gran mortandad infantil de la época, sólo existen esquelas de hijos o nietos de personas pudientes o de relevancia social. Y otro dato destacable: en algunos sólo aparece el nombre del padre».
Entre los muchos ejemplos que pueblan las páginas de 'Rogad a Dios en caridad', la autora destaca una esquela de un joven de 19 años de Palacios de la Sierra llamado Miguel Hernández Ruiz. «Por su seriedad, por las palabras justas y medidas que emplea parecen tener ecos hernandianos y me recuerda un poco a la 'Elegía a Ramón Sijé'», apunta la escritora. La nobleza, militares, miembros del clero, personalidades de renombre y profesionales de diversos ámbitos -abogados, juristas, industriales, médicos, comerciantes, farmacéuticos, profesores y hasta periodistas- tienen su nicho en la última obra de María Jesús Jabato, una prolífica autora que además de estudios y ensayos ha cultivado con éxito la literatura infantil.
Obituarios y diseños
Además de una esquela preponderante, a las personalidades fallecidas en muchas ocasiones les acompañaba un obituario, textos a menudo regados de epítetos y alabanzas al recién finado. «Gracias a estos escritos, a veces amplísimos y muy interesantes, te haces una composición de lugar de cómo era la persona, sus relaciones sociales, su lugar en la ciudad...».
La maquetación de una esquela es otro de los puntos que analiza este estudio. «En ese sentido, no ha cambiado mucho su aspecto. Ya en la Edad Media tenían un formato cuadrado o rectangular, con un marco negro y la cruz en la parte superior. Del tiempo que yo he estudiado sí que se aprecia que la orla al principio era mucho más barroca y recargada. Y se incluían otras imágenes, como cenotafios, calaveras, cruces variadas o ángeles de todo tipo para los niños», enumera la autora señalando que en el libro hay muchos y variados ejemplos de diseños extraídos de La Verdad, El Heraldo de Castilla, El Papa-Moscas, Diario de Burgos y La Fidelidad Castellana.
De las pocas realidades que nos rodean -y que se va a cumplir sí o sí- es que todos vamos a morir, el corazón dejará de repartir sangre por todas las esquinas de nuestra anatomía y pasaremos de un estado vital a mudar en puro recuerdo. Y nuestra esquela será uno de los vestigios que darán testimonio de ello. María Jesús Jabato ha plasmado en 'Rogad a Dios en caridad' medio siglo de la decimonónica sociedad burgalesa que, como en una novela de Galdós, refleja en un espejo la vida de un tiempo a través de la muerte de sus gentes.