Música
Ismael Serrano: «El reencuentro con el público ha sido muy emocionante»
El cantautor madrileño regresa a Burgos este domingo 18 de septiembre para presentar su último disco, ‘Seremos’, en el auditorio de la Fundación Caja de Burgos de la avenida de Cantabria
Tantos años meciendo una guitarra entre sus brazos, la voz de Ismael Serrano ha acabado arropada por el sonido de este instrumento: cálida, honda y rasgada por unos dedos comprometidos con la música tras más de media vida sobre los escenarios. Este domingo, a partir de las 19.30 horas en el auditorio de la avenida de Cantabria de la Fundación Caja de Burgos (Teleentradas, 28 euros), el cantautor madrileño presentará al público burgalés su último disco, Seremos, tras el aplazamiento de su cita de mayo por contagiarse Serrano de la covid-19.
«Sólo tuvimos que posponer los conciertos de Burgos y Santurzi», indica. «Me pegó bastante... Tuve mucha fiebre y sentí como si me hubiera pasado un tractor por encima, que era algo más que una gripe y que mi cuerpo estaba reaccionando de forma novedosa a un virus que no conocía... Sí, la primera semana fue muy ‘heavy’», confiesa e indica que al final se contagió todo el equipo de la gira. «Suspender esos conciertos nos sirvió para estar toda la oficina en cuarentena».
Como cualquier otro trabajador del espectáculo, el vallecano está festejando la vuelta de la añorada normalidad a los conciertos con el ánimo bien arriba. «Han sido casi dos años sin trabajar... Uno tiene cierta capacidad de resistencia porque me van bien las cosas, pero no todo el mundo puede responder igual. Técnicos de sonido, iluminación, producción... lo han pasado mal y ha habido cierto desamparo por parte de las administraciones. Cuando se piensa en los artistas parece que sólo hay ojos para los que hay sobre el escenario y a menudo se olvida de todas las personas que hay detrás para que el espectáculo funcione», señala.
«A mí, además de cantar mis canciones, me gusta contar historias que ayuden a contextualizar sus textos con un vuelo poético. Y cada vez he ido teatralizando más mis espectáculos»
La vuelta de los músicos a la carretera con la llamada ‘nueva normalidad’ ha resucitado la comunión entre los artistas y la concurrencia que va rebosando sus conciertos como antaño sucedía. «El reencuentro con el público, tras las restricciones, ha sido muy emocionante. Porque la música, durante el confinamiento y todo el tiempo de pandemia, ha demostrado el valor terapéutico que tiene y lo importante que es en nuestras vidas. Y ahora, poder conectar otra vez con la gente en directo está siendo una celebración», admite.
En los siete años que han pasado desde la publicación de La llamada (2014) hasta Seremos (2021), Serrano no ha dejado de cocinar proyectos. «Lo cierto es que no he parado», indica. «He estado de gira con los dos discos en directo que saqué [Hoy es siempre (2017) y Todavía (2018)], edité un libro de cuentos [El viento me lleva, 2019], un poemario [Ahora que la vida, 2015], escribí canciones infantiles y una obra de teatro, monté una editorial [bautizada con el machadiano nombre de Hoy Es Siempre]... Sí, me dediqué a otros proyectos. Me gusta mucho componer y cantar canciones, pero sobre todo lo que me gusta es contar historias. Así que lo que he hecho en este tiempo es investigar otros caminos para crear estos relatos y, es verdad, ha sido muy entretenido», admite entre risas.
Además de esta retahíla de planes que llevó a buen puerto, Serrano se volcó durante el confinamiento -y no lo ha abandonado a día de hoy- en sus redes sociales, donde ofrece pequeños recitales a sus seguidores. «Fueron tiempos en que estábamos muy asustados y había una necesidad permanente de estar conectados. Y el hecho de abrir una ventana a través de internet y tocar mis canciones fue una forma de abrazar esa normalidad que se nos había arrebatado. Estos conciertos, y las cosas que hacía otra mucha gente, nos sacaron un rato de aquel permanente ‘día de la marmota’».
Gira tras la pandemia
Ismael Serrano ya lleva unos meses recorriendo la geografía española con su repertorio vibrando en el zurrón. Y lo que le queda por delante. «Volver a hacer una gira en unas condiciones relativamente normales nos ha hecho recuperar ciertas sensaciones perdidas. Ese mensaje, que también está en el disco, de levantar la mirada aun cuando las cosas pueden torcerse y seguir peleando por nuestros sueños es importante. A pesar del cansancio, como decimos en la canción Porque fuimos», subraya el músico madrileño.
El verano para Serrano y todo su equipo ha sido austral en este 2022. Mes y medio de gira por varios países de América del Sur llevando su cancionero por países donde su música y sus letras son apreciadas con una singular sensibilidad. Muchos artistas españoles que viajan con sus espectáculos al otro lado del Atlántico lo corroboran: el público latinoamericano tiene algo especial. «Creo que tiene que ver con una forma de vivir la música popular, que va desde el folclore, que es una tradición viva, a un gusto especial por la música que atiende a la palabra, a la poesía, al relato hecho canción. Además de un respeto y tradición por figuras como Víctor Jara, Violeta Parra, Atahualpa Yupanqui... o figuras del rock argentino como Luis Alberto Spinetta, por señalar algunos nombres».
Hace poco que Ismael Serrano regresó de la gira americana, donde pisó escenarios de Argentina, Chile y Uruguay. «Argentina es como regresar a casa. Está en una situación económica difícil y eso da más valor al esfuerzo que hace la gente para acudir a un concierto. Y en Chile he sentido a mucha gente joven que se siente protagonista del tiempo que le toca vivir ahora en su país, y ese entusiasmo se veía en el público. También en Uruguay fueron días especiales. Además de en las capitales, he actuado en ciudades más pequeñas que hacía tiempo que no estábamos», apunta.
«Me gusta mucho componer y cantar canciones, pero sobre todo lo que me gusta es contar historias»
Serrano recuerda que desde su primer disco, Atrapados en azul (1997), Latinoamérica ha sido muy importante en su carrera musical. «Mi primera actuación en América fue en Santiago de Chile. Fui invitado por Ángel Parra a un concierto homenaje al Che Guevara en el Estadio Nacional donde la estrella era Silvio Rodríguez... Allí no me conocía ni dios», dice entre risas. «Parra escuchó en un viaje por España Papá, cuéntame otra vez y me llevó al festival. Me sorprendió que gustara en aquel lugar del mundo una canción en un principio con tantos localismos españoles, pero luego me di cuenta que compartimos muchos procesos históricos parecidos... Y la canción continúa muy viva, mira cuántos paralelismos hay entre la guerra de Bosnia y la de Ucrania».
Tras poner sus pies camino de regreso a España, Serrano continúa con su gira por diversas ciudades españolas y anuncia que próximamente tiene una cita con Costa Rica y México.
'Seremos’ en carretera
En los temas del último trabajo del cantautor de Vallecas, aunque no se cita expresamente, sobrevuela el tiempo de la pandemia y la ganas de vivir un ‘reseteo’ de ese lapso de vida que tanto drama y dolor nos ha provocado. «Con el paso del tiempo, cuando rememore este disco, me acordaré de esos meses en que lo compuse y grabé... Es cierto que nos ha puesto delante del espejo y nos ha hecho repensar algunas cosas, pero a mí no me gusta nada esto de romantizar la pandemia. Creo que hay otros caminos para gestionar el autoconocimiento y la deconstrucción personal que no pasan por el sufrimiento que hemos padecido», apunta. «Más importante es acordarse de lo que han sufrido nuestros mayores, de ese tiempo de vida que les han robado, de la soledad que han sufrido tantas personas... Sin olvidarnos de todos los que han fallecido, por supuesto», añade.
La canción Porque fuimos, que fue el primer single de su último disco, amaneció como un himno nada más publicarse. Y el videoclip tuvo una gran repercusión por su formato de película musical y las otras dos voces que acompañan a Serrano: Clara Alvarado y Litus. «La letra ya contiene cierta épica de estos tiempos que nos ha tocado vivir. La canción tiene una vocación coral y diría casi de musical, de gente que se encuentra y que celebra el futuro en un contexto difícil... Me apetecía mucho hacerlo con Litus y Clara que, además de unas estupendas voces, tienen experiencia en el teatro musical», explica. También colaboran en otros temas del disco Ede, Jimena Ruiz Echazú y Pablo Alborán.
En Seremos también destaca el buen número de canciones que navegan con un ritmo muy animado y hasta bailable, algo que destierra ese tópico de la canción de autor lenta y tristona. «Desde La llamada hay una búsqueda, casi un reto, a la hora de componer canciones desde el ritmo y no tanto desde la melodía. Por ejemplo, Fahrenheit 451 tiene algo de cumbia, Adiós tienes ecos de México... Me interesa coger ritmos que son muy populares, jugar con el folclore, pero siempre dando una vuelta potente a esa música con un mensaje social y político».
Padres musicales
Ismael Serrano celebra este 2022 los 25 años de la publicación de su primer trabajo, el citado Atrapados en azul, un disco que contiene algunos de los temas más queridos de su repertorio: Papá, cuéntame otra vez, El camino de regreso, Amo tanto la vida o la inmensa Vértigo. Por venturas del azar, la efeméride coincide con la retirada de algunos de sus ‘padres musicales’. Joan Manuel Serrat, Joaquín Sabina o Pablo Guerrero cuelgan la guitarra este año, aunque seguro que continuarán escribiendo y componiendo. «Es un signo de los tiempos que gente como Serrat o Pablo Guerrero se retiren... me hace sentir mayor», indica con simpatía. «Me viene a la memoria esa sensación de nervios que tenía mientras esperaba a que sacaran un nuevo disco estos músicos, deseando escucharlo en casa para descifrar los acertijos que había en sus letras, sabiendo que además me iban a acompañar para siempre».
Ismael hace un breve silencio, seguramente emocionado, para introducir en la conversación el nombre de uno de los más grandes artistas que ha dado este país. «Y luego está el caso de Luis Eduardo Aute, una pérdida ya irreparable... Echo mucho de menos la lucidez con que él describía el mundo. En un tiempo como éste, en que todo es tan volátil, la inteligencia de Aute y su clarividente mirada nos hubiera iluminado». Seguro que sí. Lástima, Luis.
Música y teatro
El espectáculo que trae Ismael Serrano este domingo a Burgos es, como todo lo que está ocurriendo ahora en los escenarios, diferente. Tanto el público de la platea como los artistas que están sobre las tablas han cambiado su mirada por el aldabonazo que nos ha dado la covid a nuestra existencia. «A mí, además de cantar mis canciones, me gusta contar historias que ayuden a contextualizar sus textos con un vuelo poético... Y cada vez he ido teatralizando más mis espectáculos, y en esta gira hemos dado un paso más», explica. «Comienza como una entrevista con una voz en off, pero a lo largo del concierto va tornando en un viaje en el tiempo desde mis inicios en la música hasta ahora, visitando a las canciones en ese trayecto... La voz preciosa que grabó la actriz Elena Ballesteros me da la réplica para dialogar conmigo mismo sobre el paso del tiempo, el futuro, las peleas que uno perdió, la necesidad de seguir hacia delante a pesar del cansancio...», concluye.
Ismael Serrano estará acompañado por el pianista Jacob Sureda y la violonchelista Irene Rouco sobre el kilómetro cero del escenario del auditorio de Cultural Caja de Burgos. Allí repasará su último trabajo y un buen número de canciones de sus anteriores discos, esas que desde hace años forman parte de la memoria sentimental de varias generaciones que continúan escuchándolas sintiéndose «los amos del mundo».