Geometría y texto, una «experiencia creadora única» en el Cultural Cordón

No es una colección cualquiera. En su seno convergen artistas internacionales de reconocido prestigio que en su día dejaron su huella en el taller de Polígrafa Obra Gráfica. Más de un centenar de obras cuidadosamente seleccionadas, accesibles al público en el Cultural Cordón hasta el 29 de enero, gracias al interés constante de la Fundación Caja de Burgos por las «propuestas transversales». Bajo el título Leer la imagen. Ver la escritura, la muestra incluye obras exclusivas de autores como el desaparecido Carlos Cruz-Díez, Julio Le Parc, David Batchelor, Pedro Cabrita Reis, Su Xiaobai o Claire Fontaine. Una «experiencia creadora única», en palabras del director de Arte de la Fundación, Javier Del Campo, con dos líneas esenciales: «geometría y textualidad». Si algo sobresale en la muestra, como en cualquiera de Polígrafa, es que «la originalidad está garantizada». Lo corrobora José Aloy, codirector de esta empresa catalana con 60 años de experiencia cuyo nacimiento contó con el beneplácito y «amistad» del mismísimo Joan Miró. Y celebra, dado que el taller carece de espacio expositivo, que el legado omnipresente de cada artista viva un «momento extraordinario» como el actual en el Cultural Cordón. Aunque la muestra se nutra de aguafuerte -o grabado, como se dice «vulgarmente»-, litografía y serigrafía, también se puede observar un buen número de piezas en las que «confluye más de una técnica». Consciente además de que «aportar al público la mayor información posible porque es algo que nos beneficia a todos», Del Campo destaca la inclusión de códigos QR y de cartelas específicas de cada artista con «lo más esencial de su trayectoria y la obra específica». Con 116 proyectos expositivos y 350 creadores a sus espaldas, el Cultural Cordón mantiene intacto su «acercamiento a grandes manifestaciones artísticas». Y en este caso, el responsable de Cultura e Innovación Educativa de la Fundación Caja de Burgos, Óscar Martínez, se congratula de presentar a «uno de los sellos de obra gráfica más destacados de nuestro país».No quería desaprovechar Martínez la puesta de largo de esta nueva exposición para recordar al exdirector del Museo del Libro, Rodrigo Burgos, tristemente fallecido a finales del mes pasado. Porque si algo debe prevalecer, tomando su su estela como referencia, es la necesidad de «seguir comprometidos con la inquietud cultural, las ganas de experimentar y la pasión por la divulgación».