El Correo de Burgos
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El pasado 9 de marzo de 2022 en consulta médica en el Servicio de Cardiología del HUBU, Hospital Universitario de Burgos, se me derivó a una “Ecografia Cardiaca”. Días mas tarde me llego la cita para el 9 de enero de 2023, es decir, 10 meses después. Me pareció una espera excesiva para una prueba diagnóstica. El pasado 8 de enero de 2023, la semana pasada me llaman desde el Servicio que debía realizar la Ecografía diciendo que la prueba se posponía sin poder informar de cuando sería previsible que se realizaría. El motivo de la demora sin límite de la realización de la Ecografía es que el Ecógrafo esta averiado desde mayo de 2022 y se desconoce para cuándo estará arreglado y operativo. La sensación que ofrece estas listas de espera. Convierten la salud es una precariedad. Me gustaría que alguien explicara si 8 meses con un ecógrafo averiado y sin perspectiva de arreglo es una responsabilidad de la Empresa privada que gestiona el HUBU o si es de los Gestores de la Sanidad Publica, o de la falta de control de Consejería de Sanidad para con las obligaciones de la compañía privada. Al dia siguiente de mi previsible ecografía demorada “sine die” sale en la prensa que los Gestores de la sanidad pública dan absoluta prioridad a la realización de Ecografias 4D con fines ideológicos. Es evidente que la salud de los ciudadanos no es una prioridad, pero la utilización de nuestra sanidad pública para al servicio de intereses ideológicos si es prioritario para nuestros Gestores políticos. Burgos, 16 de enero de 2023 Roberto Gómez Cantera DNI: 1379911H

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