Árboles mutilados y ciudades calientes.

Es evidente que la mayoría de nosotros no estamos muy interesados en la naturaleza, aunque tengamos discursos al respecto de cómo cuidarla. No la apreciamos, porque no la vemos, está ahí como un decorado, como todo lo demás a lo que damos por concluido por medio de la nominación. Pero la naturaleza, con su belleza, su energía, aunque no seamos conscientes, ejerce una gran influencia en nuestras mentes y cuerpos. Y yo me pregunto qué está sucediendo en algunas ciudades del mundo. En Bilbao, concretamente, parecen empeñados en destruir árboles. Cualquier persona sensible, atenta, se ha de sentir horrorizada al ver lo que están haciendo con ellos. En tantos sitios donde había un maravilloso árbol, conquistado por los maravillosos pájaros, ahora solo quedan palos, una horrorosa sequía mutilada. Y después, esos sujetos desalmados, feos como lo que hacen, nos hablan de cuidar el mundo.