El Correo de Burgos

Literatura

Un asesino perturba Burgos durante el VIII Centenario de la Catedral

El escritor burgalés Roberto Llorente publica su quinta novela, 'Cruce de caminos en Burgos', un ‘thriller’ que presenta este miércoles en la librería Hijos de Santiago Rodríguez a las 19.30 horas

El escritor Roberto Llorente Infante, con un ejemplar de la novela ‘Cruce de caminos en Burgos’.

El escritor Roberto Llorente Infante, con un ejemplar de la novela ‘Cruce de caminos en Burgos’.SANTI OTERO

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«Es un cambio de registro total, de novela histórica a novela negra... Soy un ‘tío’ de retos. Además, acabé agotado tras los cinco años que empleé en documentarme y escribir los dos libros de Ximeno [De buena fe y ¿Acaso el cielo no llora?] y necesitaba un cambio de aires», señala Roberto Llorente Infante (Burgos, 1975). Este miércoles, a partir de las 19.30 horas, el autor de Gamonal presentará en la librería Hijos de Santiago Rodríguez (C/ Avellanos, 4) su quinta novela, Cruce de caminos en Burgos, editada por Círculo Rojo. El acto tiene entrada libre hasta completar el aforo.

Llorente charla con arrojo y brío, empalma respuestas, asuntos y recuerdos como eslabones de una cadena de ancla que echa al vacío de un mar profundísimo. Pero siempre toca tierra. «Con esta última novela me ha pasado algo que nunca me había ocurrido: mis ‘lectores beta’ [esas personas que leen un manuscrito antes de publicarse para comentarlo con el autor] me dieron un montón de palos», confiesa entre risas. El autor que debutó con La piscina de Bethesda en 2013 tomó nota de las indicaciones. Corrigió, reconstruyó y mejoró mucho la historia primigenia.

«La Policía Local ha estado muy al tanto de la novela. Es más, algún personaje sale con su nombre real»ROBERTO LLORENTE INFANTE

Roberto Llorente comenzó a escribir Cruce de caminos en Burgos poco antes de la pandemia. Aprovechó el obligado cierre de su negocio, el restaurante del santuario de Santa Casilda, para escribir y retomar sus estudios de Derecho, que acaba de terminar con estupendas notas. «Esta novela fue una válvula de escape para esos duros momentos. A lo mejor por eso hay tantas muertes y jaleos», ríe. «En la pandemia se creó un clima de crispación en la sociedad y en la política que también se refleja en la novela. No lo pude esquivar».

El Burgos que aparece en la nueva ficción del autor de Las montañas salvadas «es la ciudad de hoy. Pero también víctima de una pandemia que la ha polarizado más si cabe, como han demostrado las recientes elecciones», asevera. Algunos personajes de la novela están «inevitablemente» inspirados en personas reales de la sociedad burgalesa, siempre pasadas por el tamiz de la ficción y la inventiva del autor.

Portada de la nueva novela de Llorente, junto a la escultura del peregrino, obra de Teodoro Antonio Ruiz.

Portada de la nueva novela de Llorente, junto a la escultura del peregrino, obra de Teodoro Antonio Ruiz.SANTI OTERO

«Se me ocurrió una serie de asesinatos en Burgos. Luego, apareció una inspectora de policía muy particular y el VIII Centenario de la Catedral de Burgos. O lo que podría haber sido este VIII Centenario, con la tan deseada visita del papa Francisco, por ejemplo», explica. Un secuestro pavoroso, traiciones súbitas, tejemanejes políticos y mediáticos más la sombra de un atentado pondrá en jaque a la policía y a toda la sociedad burgalesa. La inspectora Valeria Fuentes y el subinspector Ignacio Romo intentarán averiguar quién está detrás de unos asesinatos que tienen cierta relación con algunos episodios de la historia de la ciudad.

Un nuevo reto

Tras cuatro novelas históricas, este cambio de registro supone una reivindicación como escritor para Roberto Llorente. Comenzar desde cero en un género -la novela negra con ramalazos de ‘thriller’- revelan que el escritor burgalés no se quiere acomodar ni continuar por caminos ya transitados con cierto éxito. «Hasta cierto punto, sí ha sido comenzar de nuevo. Conocer el oficio de escribir me ha dado mucha ventaja, pero me he enfrentado a retos de los que me ha costado salir porque el género negro tiene unas claves muy distintas al histórico», subraya. «Antes de publicarse, esta novela la han leído más personas que en otras ocasiones. Quizá por esa inseguridad que tenía con ella, algo que no me ocurría con las históricas. Me ha costado sacarla y he pensado varias veces dejarla en el cajón», confiesa.

Valeria Fuentes es una mujer que vive en soledad, con la muerte rondando a su alrededor y un caso sobre su cabeza que le está creando muchas dudas sobre su capacidad como inspectora. «La Policía Local ha estado muy al tanto de la novela. Es más, algún personaje sale con su nombre real», ríe. «Que no metiera la ‘gamba’ en estos asuntos me preocupaba mucho. Aunque luego me tomo ciertas licencias, claro».

Otra gran protagonista, por supuesto, es la ciudad de Burgos. Sus monumentos, los espacios verdes, el centro histórico y barrios como Gamonal... gran parte de la geografía de la ‘Caput Castellae’ está presente en esta obra acompañada de algunas pinceladas de la historia que la han forjado.

Roberto Llorente está expectante en cómo recibirán sus fieles esta nueva propuesta. Por otro lado, «aunque no quiero volver a la novela histórica otra vez», ya tiene algunas ideas para ir amasando su próximo proyecto. ¿Una novela con Gonzalo Gómez de Espinosa como protagonista? Veremos si finalmente Llorente se embarca junto a Fernando de Magallanes y este burgalés en aquella hazaña marítima a bordo de la Nao Trinidad. Por el momento, un asesino y los policías que van tras él generan algunos desvelos nocturnos en el escritor burgalés. A ver si el buen recibimiento de Cruce de caminos en Burgos por parte de los lectores calma la inquietud actual de este autor que es puro nervio.

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