El sueño de Wild Bill, cumplido con creces en la mejor de las compañías
La banda burgalesa actúa esta noche en La Taberna de Arroyal, la «casa» de su «gran amigo» Nacho, dispuesta a desplegar toda su artillería de garage, indie, punk y rock
La banda burgalesa Wild Bill, dispuesta a darlo todo en La Taberna de Arroyal.
Cada ensayo es «una fiesta entre amigos». Un pretexto ineludible, pura pasión por la «música de calidad». Y también, por encima de todo, la más sincera muestra de agradecimiento a Juan Tapia. Se fue demasiado pronto, pero sus canciones son eternas. Con Bazooka Joke, Colorformas o El Rey Perro. Tanto monta, monta tanto. Quería reunir a sus amigos, con los que hizo banda y familia, para reflotar aquellos «temas de siempre que se habían convertido en himnos». Renacer y evolucionar, seguir experimentando con el rock desde todas sus vertientes. Un trágico accidente en 2015 se lo impidió, pero su sueño acabaría cumpliéndose.
«Le dimos muchísimas vueltas al nombre del grupo», cuenta su hermana Marta, también bajista de Surfuckers, al explicar el por qué de Wild Bill. Era -y es- el alias de Juan en sus redes sociales, un «eureka» en toda regla plenamente respaldado por Edu (también hermano), Luis Rodríguez, Alberto Ortega (viejos compañeros de batallas en las bandas anteriormente mencionadas) y Marta Monzón, inmejorable fichaje e integrante a su vez de CerdayZorro.
Que conste, tal y como aclara Marta, que Wild Bill «no es un grupo homenaje». Tampoco quiere que «trascienda una imagen que tenga que ver con algo triste». Más bien todo lo contrario. Cada paso hacia delante merece un brindis y este viernes 4 de agosto, a partir de las 20:30 horas, hay mucho que celebrar en La Taberna de Arroyal. No es un bolo cualquiera. Tocan en la «casa» de Nacho Moreno, «gran amigo» de toda la vida y compañero de Luis y Alberto en Cowabunga. Al pie del cañón desde que asumió las riendas de este establecimiento a tiro de piedra de Burgos, «está dando mucho rollo cultural al pueblo con conciertos muy interesantes todos los viernes».
Cartel del concierto de Wild Bill en La Taberna de Arroyal.
Se avecina una gran noche de garage, indie, punk, rock y lo que surja en esta acogedora pedanía de Quintanadueñas. Wild Bill es sinónimo de solvencia, de inquietud constante, de amor por los cuatro costados. Buen rollo en su máxima expresión y (¡ojo!) sumamente contagioso. «Estamos súper a gustito tocando juntos», confiesa Marta plenamente satisfecha tras comprobar cómo el proyecto de su querido Juan ha ido «evolucionando», sin prisa pero sin pausa, gracias al empeño de cinco soñadores dispuestos a surfear todas las olas que vengan.