Rincones emblemáticos y joyas escondidas de Burgos (capital y provincia)

Tres años y medio de aventura, cámara en mano, dan para mucho. Juan José Asensio pone el ojo, afina el objetivo, capta el momento exacto y comparte una fotografía diaria en las redes sociales. De norte a sur de la provincia. Y de este a oeste, por supuesto. Burgos en mi mirada, su creativo santo y seña en redes sociales, nació en marzo de 2020 al calor de una pandemia tan inesperada como desconocida que puso el planeta patas arriba. La propuesta, sugerida por Isaac Casado (Burgos en el mundo), derivaría en la creación de una página web propia y, después, en el inevitable salto al espacio físico. 

Burgos en mi mirada, esta vez como concepto expositivo, aterriza por vez primera en la capital hasta el 15 de septiembre. Concretamente, en la sala Círculo Solidario (plaza de España, 3), de 10 a 14 y de 17 a 21 horas. La estancia, como es lógico, se queda pequeña para albergar tanto material. A estas alturas, Asensio necesitaría un museo para mostrar todo lo que su objetivo ha recogido en lo que llevamos de década. Lo bueno, eso sí, es que la criba refleja la diversidad natural y patrimonial de un «territorio realmente espectacular».

Bien sabe el autor que «las redes sociales son un escaparate extraordinario y magnífico». Lo sabía de antemano y lo confirmó de manera fehaciente cada vez que retaba a sus seguidores, con aquellos lugares a priori desconocidos, para que adivinasen «dónde estábamos». Con este viaje compartido, su principal pretensión era -y sigue siendo- que la provincia en su conjunto «no sólo llegue a todos los burgaleses» sino también al resto «del mundo». 

Cada instantánea es como una hija. Y Asensio las quiere a todas por igual. Sonríe cuando se le pregunta por su ojito derecho, mira de soslayo a las 63 elegidas para esta exposición. Todas en formato vertical (16:9), es lo que impera en las historias de Instagram, Facebook y WhatsApp. Le cuesta decidirse porque, como es lógico, tiene «cariño a todas las fotos». Pero no tarda en barrer para casa. Entonces, señala Mi pueblo. La imagen, tomada en abril de 2021, muestra Ailanes de Zamanzas desde cierta lejanía física. Porque cerca siempre está para quien pasa buena parte en este acogedor pueblecito de Las Merindades en el que «comenzó todo este recorrido». 

Con las cuatro estaciones perfectamente visibles pese su especial predilección por el otoño -«si nieva hay que aprovechar», que conste-, Asensio engatusa con instantes irrepetibles en el casco histórico, con la Catedral o el mirador del Castillo como estandartes, y en otros rincones emblemáticos de la provincia como el Monasterio de Santa María de Río Seco. Abunda la poesía bucólica sin palabras, pero también la enriquecedora perspectiva que es capaz de ofrecer la ciudad si se observa con buenos ojos. 

Sin embargo, «hay muchas joyas escondidas» que la mayoría pasa por alto. Por ejemplo, el «pequeño paraíso» de Crespos. «Bastante desconocido», advierte Asensio, pese a su cercanía con Orbaneja del Castillo y su archiconocida cascada. Podría estar un buen rato citando otros enclaves, pero mejor que cada cual investigue por su cuenta. Lo que está claro, y así lo pone de manifiesto, es que «hay rincones de nuestra provincia que son realmente maravillosos».