El Correo de Burgos

Inicio del curso 

Pasos profesionales para guiar el inicio del curso en la Escuela Profesional de Danza

225 alumnos inician el curso con una gala protagonizada por tres de sus egresados: Lorena Zataraín, William Castro y Paula Guilarte. Su consejo: «Si sienten pasión por la danza, que sigan adelante, merece la pena»

William Castro, antiguo alumno hoy en el ballet Aalto Theater Essen, durante la interpretación de 'Le bourgeois'.

William Castro, antiguo alumno hoy en el ballet Aalto Theater Essen, durante la interpretación de 'Le bourgeois'.OSCAR CORCUERA

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Las enseñanzas en la Escuela Profesional de Danza Ana Laguna de Burgos no son una extraescolar más. Es una profesión. Y para reivindicarlo el centro ha programado una gala donde los alumnos de quinto de profesional y tres alumnos egresados, que han hecho de la danza su forma de vida, han representado diferentes piezas de las especialidades de clásico, contemporáneo y danza española.

La ocasión se ha vivido como una oportunidad para los tres egresados que desde hace años no pisaban las aulas de la escuela ni el escenario del Auditorio donde dieron sus primeros pasos. «Cuando he subido por la rampa, es que ese olor, las flores, sigue oliendo, cuando he venido al aula otra vez... Estoy tan nerviosa como cuando bailo en un teatro, pero nervios de ilusión», reconoce Paula Guilarte. Ella empezó en los primeros cursos de elemental. La falda de volantes hizo mella en ella que viró a danza clásica donde había más asignaturas compatibles con Español. «Estuve aquí hasta segundo, por mí habría estado más, es el lugar donde sentaron las bases de mi vocación desde pequeña, mi referencia», explica. Acabó los estudios profesionales de Danza Española en el Real Conservatorio de Danza Mariemma de Madrid.

Con ese mismo cosquilleo de «volver a casa» entraba en las aulas a ensayar Lorena Zataraín. Esta vallisoletana recaló en Burgos después de 10 años dedicados a la gimnasia rítmica. Se especializó en Danza Contemporánea y se graduo en 2017. «Volver a donde te has formado es emocionante, volver a este escenario después de tanto tiempo ... Sólo tengo ganas de bailar», cuenta.

William Castro prueba en la barra de baile de la clase que tanto pisó durante su formación de bailarín de danza clásica. Se graduó en 2017 y no ha dejado de bailar desde entonces. «Al estar aquí te vienen muchos recuerdos bonitos, muchas amistades, maestros que me han ayudado muchísimo, está siendo una buena experiencia volver», reconoce.

Lorena Zataraín, alumna de la primera promocion de Contemporáneo, subió al escenario su pieza 'Ella'.

Lorena Zataraín, alumna de la primera promocion de Contemporáneo, subió al escenario su pieza 'Ella'.OSCAR CORCUERA

Paula en Madrid, Noelia en Valladolid y William en Alemania han logrado hacer del baile su profesión. Un camino que no ha sido fácil. «Como en todas las carreras, cuando acabas es difícil, tienes que hacer audiciones, llamar a puertas, seguir trabajando, seguir formándote», explica Paula. Lorena al terminar sexto arrancó un periodo de estancias en Portugal, en Francia y ahora está radicada en Valladolid compaginando la enseñanza con la interpretación. William Castro forma parte del cuerpo de baile del Aalto Theater Essen en Alemania tras haber pasado por otras compañías en Eslovaquia y Alemania. «Normalmente la compañía está en el teatro y rara vez viajamos fuera, el año pasado si que estuve en Sevilla y fue una experiencia muy bonita volver a España», cuenta de su trayectoria donde ha alcanzado roles principales en diferentes piezas tan reconocidas en el repertorio clásico como Don QUijote o El Cascanueces.

Es un trabajo. Seis horas diarias de ensayos que «pueden ser mas si tienes un rol principal». Lorena Zataráin y Paula Guilarte compaginan la enseñanza, los estudios superiores y sus proyectos de danza. 

Paula Guilarte, antigua alumna de la Escuela de Danza de Burgos, bailó 'Alegrías con bata y manton'.

Paula Guilarte, antigua alumna de la Escuela de Danza de Burgos, bailó 'Alegrías con bata y manton'.OSCAR CORCUERA

Horas de ensayo y dedicación antes de subirse a un escenario y horas y años de clase antes de convertir el baile en su profesión. En España no hay el mismo reconocimiento que en otros países europeos como Alemania. «A nivel profesional y de reconocimiento te encuentras con la traba dices que eres bailarina y añade pero ¿a qué te dedicas?...», dice Guilarte encogiéndose de hombros. «En Alemania, por ejemplo, sí hay más escuelas, hay más gente que quiere bailar y como que se promociona mucho más que aquí», explica Castro. La danza no es una especialidad que cuente con muchos varones por eso anima a los niños a que «sepan lo que es ser bailarín, creo que se tiene una imagen equivocada de la danza en genera», explica.

El objetivo que se plantea desde el inicio del curso la Escuela Profesional de Danza Ana Laguna de Burgos es, precisamente, acercar la danza a la calle, explicar qué se hace en las aulas a la gente. El centro arranca con 225 alumnos matriculados en los cursos de Elemental (cuatro años) y Profesional (seis años) en las especialidades de Clásico y Contemporáneo. «Queremos dar visibilidad al centro, llevar todo lo que hacemos en el aula a nivel académico a las calles para que los ciudadanos se topen con la danza en su paseo y surja la pregunta ¿ quiénes son?, ¿qué estudian?, ¿dónde?, ¿qué hacen?», explica la directora del centro, Pilar Hechavarría.

De esta manera, se plantean dinamizar los departamentos de Elemental, donde aprenden los niños mas pequeños, y Clásico para que adquieran la «capacidad y agilidad de preparar este tipo de actividades que en Contemporáneo ya está muy rodado».

Tratan también de acercarse a las familias. «Entiendo que se puede ver el centro como muy exigente, muchas horas, pero es el tiempo que necesita el cuerpo para asentarse y una manera de aprender dedicación, constancia, el valor del esfuerzo que son, enseñanzas para la vida, sin olvidar que éste es un centro profesional», añade Hechevarría.

Mantienen un año más el «sello» de los profesores especialistas que permite a los estudiantes de últimos cursos aprender el trabajo que se desarrolla en el ámbito profesional con bailarines que están en el circuito nacional e internacional y que «atrae mucho alumnado de provincias limítrofes».

Imagen de los alumnos de 5º de Clásico durante la interpretación de 'Alma'.

Imagen de los alumnos de 5º de Clásico durante la interpretación de 'Alma'.OSCAR CORCUERA

Objetivo Europa

Otro de los objetivos es facilitar el paso a profesional y conectar con países europeos con más infraestructura de compañías de danza que ofrecen programación de prácticas, facilitar las estancias Erasmus de los estudiantes para «ofrecer un nexo, un puente al alumnado que quiera audicionar en compañías del extranjero o realizar estudios superiores en los conservatorios españoles y europeos de educación superior», explica Hechevarría.

No pierden de vista el objetivo de contar con una compañía profesional de danza en Castilla y León. «Sería una fórmula interesante contar con una compañía pública que pueda ser una alternativa para los estudiantes de Burgos y Valladolid», explica.

El objetivo es enfocar un destino. Que las horas de trabajo tienen un objetivo, ser bailarín. William, Paula y Lorena demuestran que, aunque no es fácil, como en cualquier profesión, tampoco es imposible. «Si sienten pasión por la danza, que sigan adelante, porque lo que les puede aportar el baile es algo muy bonito», dicen.

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