Recorrido por texturas, formas y sueños

Exponer en el Arco de Santa María apabulla, por dimensión y ubicación. Incluso a los veteranos como el que motiva estas líneas (es su cuarta o quinta vez, no lo recuerda). Abruma más en Navidad, 'territorio' acotado en otras épocas al maestro Ignacio del Río. Así lo reconoce el actual morador de tan ilustre espacio, José Luis Revilla, consciente de la "bonita responsabilidad" que supone incorporar su obra a la nutrida oferta cultural de estas fechas.

Intentará, afirma ilusionado, "estar a la altura de la ocasión" con 'El camino', un recorrido por texturas, formas y sueños jalonado por casi medio centenar de piezas de ayer y, sobre todo, de hoy. "Más de la mitad son recientes, realizadas en el último año y pico", explica el artista asturiano afincado en Burgos, amante de lo que bien podría denominarse 'arte circular', por aquello del reciclaje.

Y es que ni antes ni ahora se desmarca del uso de la arpillera o el yute, su seña de identidad y materia prima esencial de sus propuestas. "Me encanta darle una nueva vida y jugar con el volumen que aporta", relata el autor, padre de cuadros que, fruto de tal diversión, más que pinturas son bajorrelieves a un paso de la escultura.

Dialoga en esta muestra su tradicional tela de saco con otro elemento reciente para Revilla: el aluminio. El contraste está servido. "He querido contraponer la rudeza del cartón, la arpillera y la madera con un material nuevo, pulido y moderno, con unas esculturas de sinuosas formas que aportan colores brillantes, envuelven al resto de las obras y al mismo tiempo se funden con ellas", detalla.

'El camino' se revela, pues, una suerte de esbozo de la propia senda artística del autor, en el que sus piezas de siempre confluyen con las novedosas, de las que a su vez 'beben'. "Los trabajos recientes no serían sin los que les precedieron", asegura, para reconocer que el título de su muestra va más allá de esta evolución creativa: "Me parece una palabra preciosa. Casi todo lo que hacemos es, en el fondo, un camino".

Para recorrerlo, José Luis Revilla lo tiene claro, qué mejor que dos ruedas, las de las bicicletas o ciclomotores que de su mano ocupan ya el Arco de Santa María. De nuevo, juega. Se sirve para ello de las siluetas, "tan atractivas y evocadoras", de estos vehículos que le trasladan de inmediato a "momentos gratos". "Casi todos los tenemos asociados a una sensación bonita, agradable, de disfrute, de verano y mucho más. Las bicicletas en particular son además figuras universales, pues las encontramos por todo el mundo, y a partir de ellas me apetecía crear algo visualmente atractivo, aunque contenga un material tosco", añade.

La exposición puede visitarse hasta el 21 de enero, en horario de martes a sábados de 11 a 14 horas y de 17 a 21 horas. Los domingos la sala abre de 11 a 14 horas y permanecerá cerrada por las tardes, los lunes y los festivos, así como los días 24 y 31 de diciembre.