Vicente Lámperez, más allá del arquitecto que cambió Burgos

Con apenas hojear durante unos segundos el volumen 'Vicente Lampérez y Romea. Arquitecto, restaurador e historiador (1861-1923)', que este lunes se presentó, se puede advertir la relevancia que tuvo el trabajo de este artista madrileño allá donde actuó, especialmente en la ciudad de Burgos. A edificios señeros como la Catedral, la Casa del Cordón o el Instituto de Burgos -actual Cardenal López de Mendoza-, donde llevó a cabo diversas tareas de restauración y reforma, se unen otros de nueva construcción que nacieron en la mesa de dibujo de este virtuoso creador como el colegio de las Damas Negras, el edificio del Círculo Católico de Obreros de la calle Concepción o la conocida como ‘Casa del Mercurio’ de la plaza Mayor capitalina.

Estos proyectos y otros de diversa índole se reflejan en este volumen «gracias al convenio entre la Real Academia Burgense de Historia y Bellas Artes - Institución Fernán González y la Fundación Círculo que ha hecho realidad la publicación de este libro, muy esperado y oportuno, dentro del centenario de la muerte de este insigne arquitecto», señaló Emilio de Domingo, presidente de la Fundación Círculo. «Este libro nos ayudará a conocer la fisionomía urbanística actual de la ciudad. Lampérez, siguiendo las corrientes de Viollet-Le-Duc, tuvo un gran protagonismo en muchas actuaciones y reconstrucciones de los mayores monumentos de Burgos, así como importantes edificaciones en la zona del ensanche de la ciudad siguiendo los presupuestos arquitectónicos de la época, basados en un eclecticismo historicista», indicó De Domingo citando obras de gran trascendencia como la transformación del Palacio de los Condestables de Castilla o el derribo del antiguo palacio arzobispal.

La obra -de más de 300 páginas y repleta de dibujos, planos y fotografías- ha sido coordinada por los historiadores del arte René Jesús Payo y José Matesanz. «Creímos que el centenario de don Vicente Lampérez era una buena ocasión para repensar y releer el enorme trabajo, en múltiples campos, de este arquitecto que vinculó parte de su vida a la tradición, pero otra también a la modernidad», señaló René Jesús Payo.

«Aparte de la aportación de muchísimas obras que resultan inéditas, que no se conocían y hemos podido documentar, en el libro hay aspectos novedosos como el perfecto encuadre del maestro en la estética y las técnicas restauradoras de la época, esa visión que se ha hecho de Lampérez como hombre no sólo vinculado a la arquitectura, sino también a las artes industriales», explicó el catedrático de la UBU, que añadió que también se reseña la menos conocida actividad del artista más allá de Madrid y Burgos.

Perfiles de Lampérez

En el volumen presentado este lunes se analizan los perfiles de Lampérez como arquitecto y restaurador, «pero también el impresionante e importantísimo perfil como historiador de la arquitectura», indicó Payo y resaltó la gran calidad de los autores y de los estudios que contiene el monográfico, tanto los miembros de la Institución Fernán González como otros ajenos a la academia burgalesa.

El profesor José Matesanz del Barrio detalló el contenido del libro y enumeró a los especialistas que han trabajado en él: Javier García-Gutiérrez Mosteiro (con una semblanza de Lampérez), Lena Iglesias Rouco (su actividad burgalesa), Eduardo Carrero Santamaría (su actuación en la Catedral de Burgos), René Jesús Payo Hernanz (su polémica con el Conde de las Almenas), Ignacio Ruiz Vélez (su trabajo en el Instituto de Burgos), Félix Escribano Martínez (su intervención en la Casa del Cordón), María José Zaparaín Yáñez (su obra mueble y artes decorativas, además de una amplia bibliografía reunida sobre el protagonista del estudio), María Jesús Jabato Dehesa (sus apariciones en prensa), Belén Castillo Iglesias (la fotografía en su carrera), José Manuel López Gómez (el fallido proyecto de un edificio para la Gota de Leche) y el propio Matesanz, que trata la presencia del arquitecto madrileño en la Comisión Provincial de Monumentos de Burgos y en las de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.

«Esta obra viene a completar una visión que ya tiene unos precedentes y a los que hay que rendir hoy cumplido homenaje: el trabajo del profesor Pedro Luis Gallego y de Pedro Navascués, que abrieron un camino que tendrá su continuidad en la exposición que la Real Academia Burgense, con el apoyo del Ayuntamiento de Burgos, va a dedicar a este reconocido arquitecto español activo los siglos XIX y XX», apostilló Matesanz sobre esta muestra que se llevará a cabo en el próximo mes de junio en el arco de Santa María.