El Correo de Burgos

Juguetes y libros en clave de rock frente a los «mensajes de odio»

Eslabon regresa este domingo a La Rúa para celebrar su tradicional concierto solidario a favor de Burgos Acoge y Accem. La biblioteca Miguel de Cervantes donará cuentos infantiles

Samu Arnaiz, batería de Eslabon, y Jacho, gerente de La Rúa, con el cartel del concierto solidario a favor de Burgos Acoge y Accem.

Samu Arnaiz, batería de Eslabon, y Jacho, gerente de La Rúa, con el cartel del concierto solidario a favor de Burgos Acoge y Accem.SANTI OTERO

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Ojalá llegue el día en el que no sea necesario recaudar juguetes. De ser así, el grupo de rock burgalés Eslabon actuaría en La Rúa para celebrar la Navidad sin más. Y Jacho, el gerente de la sala, les acogería encantado porque «ya es tradición que vengan año tras año y no pueden faltar». Mientras tanto, el concierto solidario para que ningún niño se quede sin regalos seguirá activo. La causa lo merece y, en esta tercera edición, el material donado por los asistentes a cambio de la entrada se repartirá entre Burgos Acoge y Accem, dos entidades que hace no mucho recibieron un masivo respaldo por parte de la ciudadanía después de que Vox intentase reducir sus ayudas municipales a cero por el mero hecho de asistir a la población migrante.

«Estamos hartos de los mensajes de odio por tener una religión diferente, amar a otra persona, haber nacido donde has nacido o tener un color diferente de piel», sentencia Samu Arnaiz, batería de Eslabon, a sabiendas de que «la vida es mejor con colores». Aparte, le parece «deleznable» que alguien se crea con «mayor potestad de vivir por haber nacido en un lugar determinado».

Más allá de esta cuestión que Arnaiz y sus compañeros no pasan por alto, lo cierto es que la banda afronta este domingo 22 de diciembre, a partir de las 13 horas, el «concierto más especial» del año. No solo por la implicación del público en las dos anteriores ediciones, sino también por el hecho de ver «las primeras filas llenas de niños». Al final, los Eslabon terminan con «lágrimas en los ojos». No es para menos, pues da gusto ver cómo las nuevas generaciones respaldan la propuesta mientras disfrutan del rock en directo.

«Vienen los niños con su juguete, les ponen el sello y están emocionados», reconoce Jacho, que siempre acaba con el «corazón blandito». Por cosas como esta, se siente «privilegiado por currar en lo que curro».

Aunque La Rúa ya no disponga de terraza por esa polémica ordenanza con la que el Ayuntamiento sigue a vueltas, se habilitará un espacio fuera de la sala para que los asistentes depositen sus juguetes. También se pueden llevar, este mismo sábado, al Barbieca y al Fact 4. Por si fuera poco, la biblioteca Miguel de Cervantes aportará su granito de arena donando cuentos infantiles y juveniles.

Al igual que otros años, Arnaiz hace especial hincapié en que los juguetes sean de segunda mano -y en buen estado, por supuesto- para «no caer en el consumismo». De lo que se trata, básicamente, es de «darles otra nueva vida». Asimismo, pide encarecidamente que no sean bélicos o sexistas , amén de recomendar libros porque en Burgos Acoge «prefieren material didáctico».

Con el bolo a la vuelta de la esquina coincidiendo con el Sorteo Extraordinario de Navidad, los Eslabon confían en sorprender a sus seguidores gracias a la reciente incorporación de Rubén, hermano del guitarrista Sergio Gallego. Con su saxo, ha logrado aportar un aire nuevo a los temas y consolidar «ese rollo sesentero de antes, cuando hacías un concierto y no sonaba igual que en el disco».

Ya que hablamos de discos, Arnaiz avanza que el grupo tiene material suficiente como para plantearse un próximo álbum. Sin embargo, prefieren «darle vueltas» y trabajar «tranquilos, sin agobios». Más que nada, porque en 2026 celebrarán su vigésimo aniversario y habrá que dar la campanada. Así pues, salvo sorpresas puntuales -no sería de extrañar-, no queda más remedio que esperar a que Eslabon lancen nuevas canciones.

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