Burgos homenajea a Francisco Umbral en los 50 años de 'Mortal y rosa'
La Sala Polisón acoge este martes, 14 de octubre, a las 19.30 horas la proyección de un cortometraje sobre la novela del autor madrileño y un coloquio con los escritores María Jesús Jabato, Leandro Pérez y Óscar Esquivias

Francisco Umbral, posando ante una fotografía de su hijo Pincho.
De un tiempo a acá, todos los días del calendario tienen su efeméride que conmemorar. En los periódicos lo sabemos muy bien, ya que desenterrar viejas historias o recordar a célebres personajes en sus aniversarios nos rellena algunas páginas con cierta frecuencia.
En este 2025 -ya nos hemos merendado un cuarto de siglo sin enterarnos- hay una conmemoración que sobresale por encima de todas: los 50 años del final de la dictadura del general Franco tras su muerte el 20 de noviembre de 1975. Pero hubo más hechos políticos, sociales y culturales de gran relevancia. Quedémonos con estos últimos.

Francisco Umbral, en su casa de Majadahonda en 2001.
En aquel año se estrenó la película ‘Furtivos’, de José Luis Borau, ganadora de la Concha de Oro del Festival de San Sebastián e indiscutible obra maestra del cine español que llenó las salas. En la literatura, un desconocido Eduardo Mendoza publicó su primera novela, ‘La verdad sobre el caso Savolta’, que removió los cimientos de la narrativa española con nuevos aires de modernidad. Otra novela, muy diferente a la citada de Mendoza y también singular en la trayectoria de su autor, removió el corazón de los lectores: ‘Mortal y rosa’, de Francisco Umbral.
Este martes, 14 de octubre, en la Sala Polisón del Teatro Principal a las 19.30 horas, se conmemorará el 50º aniversario de la novela del escritor madrileño con la proyección del cortometraje homónimo ‘Mortal y rosa’, de la directora Sonia Tercero Ramiro, y con un coloquio posterior con los escritores burgaleses María Jesús Jabato, Óscar Esquivias y Leandro Pérez que será moderado por Manuel Llorente. El acto, que cuenta con entrada libre hasta completar el aforo, está organizado por la Fundación Francisco Umbral con la colaboración del Ayuntamiento de Burgos.
La obra literaria de Umbral, nacido como Francisco de Jerónimo Alejandro Pérez Martínez en 1932, puede leerse como una larguísima autobiografía. A veces ficcionada, otras actuando como el notario de su día a día. En sus novelas narra en mayor medida su infancia, adolescencia y juventud. Temas como el descubrimiento de la lectura, el amanecer del sexo o su represión, la vida en la calle o la figura del padre ausente recorren las páginas de obras -todas contaminadas por la pobreza económica, espiritual y de libertades que había durante el franquismo- como ‘Las señoritas de Aviñón’, ‘La forja de un ladrón’ o ‘Los helechos arborescentes’, entre otras.
Hay otra vertiente, más apegada al periodismo, en la que Francisco Umbral cuenta a través de decenas de libros la vida política, social y literaria del siglo XX español. Siempre con una mirada personalísima, poética y mordaz que se advierte en obras como ‘Diario de un escritor burgués’, ‘Trilogía de Madrid’ o ‘La noche que llegué al Café Gijón’. Eso sin olvidar su labor diaria como columnista en periódicos como El Norte de Castilla, La Vanguardia, El País, Diario 16 o El Mundo, rotativo donde desde su fundación en 1989 y hasta la muerte del escritor en 2007 afilaba su pluma cada jornada comentando la actualidad española -con pocas lisonjas y muchos sartenazos- en su columna ‘Los placeres y los días’.
También las grandes figuras de la literatura española tienen lugar en su extensa obra. Las monografías -muy subjetivas y hasta provocadoras- de escritores como Larra, Valle-Inclán, Lorca, Gómez de la Serna o Cela están entre lo mejor de sus publicaciones. Si el lector es un sumiller literario, la influencia y el aroma de estas grandes figuras de nuestro parnaso de las letras se puede aspirar en cada párrafo de Umbral, siempre deslumbrante por su forma de amasar el lenguaje, jugar con las metáforas y hacer lírica hasta de la situación más mundana. Incluso con el personaje que creó de sí mismo, «ese quinqui vestido de Pierre Cardin», como se autodefinía en ocasiones. O un ‘anarcoseñorito’, que dijeron otros.
‘Mortal y rosa’, una obra única
Por el libro por el que Francisco Umbral va a pasar a la historia de la literatura española es, sin duda, ‘Mortal y rosa’. Quizá a su pesar. «Estoy aquí con mi miedo. Soy un intestino que sangra o un corazón que enrojece de fiebre. La filosofía, el arte, las ideas y la belleza no son sino treguas entre enfermedad y enfermedad. Y las enfermedades no son sino treguas de la muerte», escribe en un momento de la narración.
La editorial Destino publicó ‘Mortal y rosa’ en mayo de 1975. La furia, el miedo y una tristeza oceánica empujaron a Umbral a mecanografiar en un gran arrebato páginas y páginas de una obra donde vomitaba todo el dolor provocado por la muerte de su hijo Francisco, al que cariñosamente él y su mujer, María España Suárez, llamaban Pincho. Francisco Pérez Suárez nació en 1968 y tan solo seis años tenía la criatura cuando una leucemia le apagó el corazón, dejando una herida abierta e incurable en sus progenitores.

Carlos Alcántara es Umbral en el cortometraje 'Mortal y rosa'.
«Esta corporeidad mortal y rosa / donde el amor inventa su infinito», dicen los versos de Pedro Salinas que inspiraron el título de una obra que combina el diario personal, el texto elegíaco, un libro de memorias, la poesía, el costumbrismo, la literatura como vocación, escuela y dedicación, el monólogo interior y el diálogo exterior con alguien que ya no está. O está en otro sitio cuya puerta no sabemos abrir. Quizá porque sólo se abre por dentro.
«Y por eso sigues hablándome siempre, y este libro no se cierra, sino que queda eternamente abierto entre tú y yo, porque seguimos dialogando noche y día, y la sustancia de mi vida no es otra cosa que este diálogo. Si supieras, hijo, desde qué páramo te escribo, desde qué confusión de lágrimas y ropas, desde qué revuelta desgana. Estoy viviendo muerte, porque la muerte hay que vivirla en la vida. Luego, en la muerte ya no hay muerte» dice Umbral casi al final del libro.

Gael y Carlos Alcántara interpretan a Pincho y Francisco Umbral, respectivamente, en el cortometraje de Sonia Tercero Ramiro.
Las plumas burgalesas que intervendrán en el homenaje a Umbral este martes hablan sobre el autor y su emocionante relato. «’Mortal y rosa’ es la obra maestra de Francisco Umbral, el libro por el que siempre será recordado. Es un libro inclasificable que, cincuenta años después, nos sigue interrogando porque habla de temas universales, un libro que pivota sobre el hijo, pero que va mucho más allá de él, un libro que demuestra que la literatura es el reino de la libertad. Francisco Umbral es, para mí, un creador del lenguaje. Echo de menos su prosa brillante en los periódicos, su columna diaria; le echo de menos», señala María Jesús Jabato, escritora y académica de la Institución Fernán González.
«Umbral es sobre todo, antes que nada, antes que un personaje, un gran personaje literario y cultural y periodístico, un narrador. Un gran narrador con una voz propia, con un estilo a menudo imitado, aunque casi nunca con buenos resultados, que desplegó su talento día a día en la prensa, en sus miles de columnas, y que en ‘Mortal y rosa’, desgarrado, alcanzó su cénit. Un libro tremendo», apunta el escritor y director de zendalibros.com Leandro Pérez.
Por su parte, el Premio Castilla y León de las Letras Óscar Esquivias señala que «’Mortal y rosa’ es un libro lleno de amor y está escrito con una voz lírica pura y conmovida. Todo el enorme talento literario de Umbral y la brillantez de su estilo están puestos al servicio de la exaltación de las cosas que más ama: su hijo, desde luego, pero también su vocación literaria. Creo que en ninguna otra obra Umbral se mostró tan humano y vulnerable».
'Mortal y rosa', el cortometraje
Antes del coloquio, donde intervendrán los tres escritores burgaleses acompañados por el director de la Fundación Francisco Umbral, Manuel Llorente, se proyectará el cortometraje ‘Mortal y rosa’, dirigido por Sonia Tercero Ramiro.
En sus 27 minutos de duración se alternan imágenes en blanco y negro y en color, una voz en off que lee pasajes de la novela de Umbral y las palabras de su viuda, María España Suárez, de la que apenas se habla en la obra literaria. «Aunque estamos contando una historia triste, la idea del corto es homenajear a Pincho 50 años después con fuerza y alegría», señaló la realizadora. La pieza está protagonizada por un padre y un hijo reales (Carlos y Gael Alcántara) y fue rodada en parte en ‘la dacha’, como llamaba el Premio Cervantes del año 2000 a su casa de Majadahonda.
El acto de este martes en Burgos homenajeará a una figura señera de la cultura de las últimas décadas, de la literatura y el periodismo, de la vida social y mediática española, que supo retratar en sus textos como ningún otro escritor lo más refulgente de nuestra idiosincrasia y lo más miserable de nuestra condición. Ahí es donde sigue muy vivo don Paco.