El Correo de Burgos

PATRIMONIO

La capilla de La Natividad recupera el brillo

La inauguración de la reforma integral financiada por Cajacírculo se convertía ayer en un emotivo homenaje al aparejador de la Catedral, Lucio Mata, que falleció en julio

-

-

Burgos

Creado:

Actualizado:

L. B. / Burgos

La joya del Renacimiento, que así llaman los entendidos a la capilla de La Natividad de la Catedral de Burgos, brillaba ayer como nunca desde que allá por 1590 culminara su construcción, impulsada por Doña Ana de Espinosa, viuda de Pedro González de Salamanca, al recibir de su familia afincada en Perú un elevado caudal. En esta ocasión, el profundo lavado de cara ha corrido a cargo de Cajacírculo, que aportaba 800.000 euros.

El resultado de la inversión -traslado, desmontaje y rehabilitación de casi todos los elementos que la integran para proteger, limpiar y consolidar muros, bóveda y parte del retablo, así como los escudos, la vidriera y la reja- cosechaba los halagos de autoridades y representantes de distintos sectores de la sociedad burgalesa que se reunían al abrigo de la singular bóveda ovalada que corona la estancia.

El evento sirvió, además, como marco perfecto para homenajear a Lucio Mata, aparejador y director del plan de restauración de la Seo burgalesa fallecido el pasado mes de julio. Todos, el presidente del Cabildo Catedralicio, Juan Álvarez Quevedo; el arquitecto José Manuel Álvarez, compañero de labores y proyectos de Mata en la Seo; el fabriquero de la Catedral, Agustín Lázaro; y el presidente de Cajacírculo, José Ignacio Mijangos; tuvieron palabras de cariño para el que dedicó su vida a la recuperación total del monumento que hace un cuarto de siglo era declarado Patrimonio de la Humanidad.

La emoción era visible en los rostros de Isabel y Elena, mujer e hija del recordado en un enclave cuya restauración resultó ser su último gran logro y una parte de «su legado», tal y como indicó el arzobispo de Burgos, Francisco Gil Hellín en su discurso.

En reconocimiento

Muestra del agradecimiento por la labor que Mata realizó, la familia recibía diversos obsequios -una reproducción del Cristo de Burgos, una de la propia Catedral y una placa en reconocimiento al servicio- a modo de reconocimiento póstumo. Cerraba la lista el sentido aplauso de los allí presentes.

En sus intervenciones, tanto Álvarez como Lázaro, que repasaron las intervenciones realizadas y la historia y valía de la capilla, respectivamente, incidieron en la gran belleza rescatada a fuerza de eliminar la gran cantidad de polvo y suciedad almacenada durante siglos.

Ya Lucio Mata lo auguró en abril del año pasado, cuando se suscribía el convenio que respalda la obra. Y no falló en su predicción.

Falta saber si, como apuntó también en aquel momento el por entonces presidente del Cabildo, Matías Vicario, este espacio se abrirá al culto en momentos puntuales. Mijangos, por su parte, se mostró partidario de esta opción.

tracking