El Correo de Burgos

'Bocanadas de esperanza', el desafío de A Traición al olimpo de la música

La banda burgalesa, más amigos, presenta su tercer álbum esta noche en El Hangar

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Burgos

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A.S.R. / Burgos

No son muy originales a la hora de exponer sus sueños en la música. Porque no son oportunas las florituras ni hay que buscar tres pies al gato. Porque lo que ellos quieren es lo que muchos de los que se enrolan en un grupo de música buscan. A Traición desea vivir de sus canciones, de sus acordes de guitarra, de sus voces, de sus conciertos. Saben que el camino hacia este olimpo es arduo, lleno de obstáculos, necesitado de suerte, pero también sediento de trabajo y de ilusión. Y de ambas cosas tiene las alforjas llenas la banda burgalesa. Ambas se han traducido en Bocanadas de esperanza, el álbum que presentan esta noche en el Centro de Creación Musical El Hangar. La cita es a las diez y no estarán solos en el escenario. Muchos de los amigos que han intervenido en este trabajo los acompañarán en la que esperan sea una noche para recordar.

A Traición suenan a los Marea, a los Barricada, a los Extremoduro, a los Avalanch, a Los Suaves... Por eso para ellos es un lujo, y así lo dice Chema Alonso, su batería, haber contado con la producción y la dirección de Kolibrí Díaz, guitarra de Marea, que además toca en el tema Frío invierno, el mismo en el que participa Koma. No es el único. Kutxi Romero, voz de la formación navarra, y su hermano Martín, voz de Bocanada, hacen lo propio en Entre tú y yo, y el bajista, Piñas, participa en Otro trámite, en la que también se asoma el Boni, cantante de Barricada.

Cuenta el batería de A Traición que en estas doce canciones han apostado por «el amor y el desamor» y se han quedado algo rezagados los temas de denuncia social (prostitución, ludopatía, exclusión social, drogas...) que ocupaban sus dos anteriores trabajos, El tiempo perdido y A Traición. Unos y otros tienen un objetivo final: «Queremos que la gente se sienta identificada con ellos». Y con gente se refieren a los chavales de catorce años que corean el poeta de bragueta y revolcón de Marea, pero también a los maduritos de cuarenta e incluso cincuenta que botan con el masculino singular de Rosendo.

No saben hasta dónde llegarán con Bocanadas de esperanza, pero sí tienen claro que es su mejor disco hasta el momento, fruto de un momento de madurez de la banda, de decisión, y de ilusión. Chema Alonso es tajante: «Hoy por hoy mejor ni sabemos ni podemos hacerlo».

Tampoco tienen prisa. El batería es consciente de que el éxito puede venir de muchas maneras. A unos les llega en el primer disco gracias a un feroz marketing o a una bombardeante presencia televisiva. Mientras que otros no despuntan hasta el cuarto disco, el quinto... Ellos van paso a paso. Presentarán esta noche su nueva criatura a la que han dado todos los mimos posibles y después girarán con ella por Zaragoza, Tarragona, León... No ocultan su deseo de colarse en los mejores festivales nacionales (Viñarrock, Festimad...). Y cuando lo consigan sabrán que lo han hecho apoyados por un montón de músicos y amigos, por los ánimos de la gente de El Hangar, e indirectamente del Ayuntamiento, y por el empujón económico de Caja de Burgos. Tanta es su gratitud que Chema Alonso ruega esta ronda de agradecimientos. Ahí queda.

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