El Correo de Burgos

Care Santos: «Ser lector ahora y tener 16 años es una fiesta»

La escritora comparte 'Bel: amor más allá de la muerte' con el público burgalés

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Burgos

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A.S.R. / Burgos

La presencia de Bel no perturba el silencio del hospital. Aunque nada más atravesar la puerta principal, ella siente el dolor de la gente que sufre en este lugar. El dolor se cuela en Bel: amor más allá de la muerte desde las primeras líneas de esta novela destinada al público adolescente. Su autora, Care Santos, compartió impresiones ayer con los lectores burgaleses. Por la mañana con un grupo de escolares y por la tarde, en compañía de su amigo Óscar Esquivias, en la librería Hijos de Santiago Rodríguez firmó ejemplares de esta obra que narra la historia de Bel, una joven de dieciséis años que de repente observa desde la barrera el mundo del que ha formado parte hasta ahora sin que su familia, sus amigos y el resto de la gente perciban su presencia. Su objetivo es averiguar los motivos que le han llevado a este limbo de los espíritus.

El dolor y la muerte golpean al lector desde que abre el volumen. Una apuesta poco común en una sociedad que intenta mantener a sus jóvenes en una burbuja protectora donde estos sentimientos no tienen cabida. «Es indignante la hiperprotección que el mundo adulto dispensa a la juventud y también a la infancia», lamenta la autora.

Y se explica: «Los jóvenes de catorce años para arriba como lectores son adultos y no hay que darlos productos rebajados ni censurarles temas ni temer que sepan. Les estamos evitando ciertos temas en literatura como si eso pudiera esquivarlos en la vida. Si a mí alguien me garantizara que si no leemos sobre el dolor jamás lo sentiremos daría la razón a esos padres, pero claro que lo sufrirán, todos lo hemos hecho, y la literatura no es más que una exploración de cosas que se van a vivir, se han vivido o se están viviendo. Todos leemos para entendernos a nosotros y al mundo, sentirnos reflejados y en la adolescencia interesa la cara oculta, aquello que nuestros padres no nos muestran».

Y sentencia: «Mirar a otro lado en la adolescencia mientras el hijo lee no es una mala política».

¿Qué ha sido lo más difícil a la hora de romper esa burbuja, su empeño en Bel...?

«Yo les digo a veces a los jóvenes, y espero que no se asusten sus padres, que nunca esperen de mí historias fáciles, rebajadas, que les evite los retos, que les presente una realidad dulcificada, de finales felices donde los corazones flotan en el aire. Jamás», responde rotunda, pero, ¡ojo!, advierte que tampoco les va a dar el lado malo de la existencia. Ella también es madre, también ha visto los ojos al lobo, «pero es una obligación de los novelistas presentar la vida como es y no es sólo de color de rosa».

Con este discurso pudiera parecer que la escritora se atavía con la sotana y sube al púlpito, pero ella descarta intenciones moralizantes o educativas. «Intento seducir, emocionar, un verbo fundamental cuando se habla de literatura», se apresura a aclarar y la única responsabilidad que asume con su escritura es la de enganchar lectores.

No es una tarea fácil porque el espectador más joven también es el más crítico. A la escritora le dan terror: «Jamás leen porque seas conocido, por los premios que hayas ganado o porque salgas en los periódicos y si tu historia no les seduce lo dejan. Son unos jueces feroces que te dicen las cosas como las sienten, son inteligentes y, eso sí, cuando algo les entusiasma te abruman».

Puestos a derribar tópicos, la creadora catalana también rechaza la extendida creencia sobre lo poco que se acercan los jóvenes a la literatura. «No es verdad. Se lee más que nunca y se tiene más acceso a los libros que nunca». Cree que hay muchas razones para el optimismo e incluso le gustaría tener una varita mágica para desprenderse de algunos años. «Ser lector ahora y tener 16 años es una fiesta. Me da envidia porque las secciones juveniles de las librerías son maravillosas, hay muchas editoriales preocupadas por dar un buen producto».

Este empeño lo ha hecho suyo la editorial SM, que ha enriquecido la publicación de Bel: amor más allá de la muerte con la inclusión de un disco con la banda sonora del libro. Una canción: I'll be OK. Un grupo: McFly.

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