Un catarro retrasa el debut en la temporada de Íñigo Cuesta

R. MENA / Burgos

Los planes de Íñigo Cuesta eran comenzar la temporada en la estrella de Bessèges el pasado miércoles 3 de febrero, pero un catarro impidió que el burgalés debutara en 2010 en carreteras francesas. De hecho aún no ha competido en la actual temporada y será el próximo 28 de febrero en la Clásica de Almería donde el de Villarcayo dé sus primeras pedaladas oficiales.

«Me puse enfermo en la última concentración que tuvimos con el equipo en Portugal. Ya allí me tuve que empezar a medicar, por lo que decidimos entre todos que lo mejor era parar», explica Cuesta. La anterior campaña le ocurrió algo similar, aunque prefirió seguir compitiendo y al final tuvo que parar porque no acababa de recuperarse. Esta experiencia llevó a los responsables médicos del Cervelo a tomar la decisión de que retrasara su regreso.

«Son gajes del oficio y estas cosas es mejor que vengan ahora que no cuando la temporada esté ya avanzada. Lo cierto es que está siendo un invierno muy duro para entrenar y en Portugal nos mojamos casi todos los días que salimos, por lo que no es de extrañar que sucedan estas cosas», señala.

El burgalés ya está totalmente recuperado y espera que en su primera carrera pueda tener un buen golpe de pedal. Aunque en estos momentos no sabe cuál es su estado de forma. Está entrenando bien, aunque es la competición el termómetro más exacto para determinar su verdadero nivel.  «La idea es empezar bien, pero sin pasarse, ya que el Giro está más cerca de lo que creemos», expone el ciclista.

Tras Almería competirá en la Vuelta a Murcia (del 3 al 7 de marzo) y su primera gran cita llegará en la Volta a Catalunya (del 22 al 28 de marzo), posteriormente se desplazará a tierras francesas para disputar varias carreras entre las que estará el Circuito de la Sarthe. La Vuelta a Castilla y león (del 14 al 18 de abril)  será su última gran prueba antes de afrontar el Giro de Italia, donde será uno de los lugartenientes de Carlos Sastre.

Challenge de Mallorca

Cuando en el ciclismo se une la montaña y las inclemencias climatológicas suele suceder lo que ocurrió ayer en la ronda balear. Sólo 62 corredores entraron antes de que el control se cerrara y el único Burgos 2016 que había entre ellos era Manuel Antón. Y es que ayer no fue el día de los pupilos de Julio Andrés Izquierdo. El frío, la lluvia y las caídas impidieron que pudieran tener protagonismo en la primera jornada en que la montaña hacía su acto de aparición (se subió el Puigmajor y el Soller). Hoy se disputa el Trofeo Deiá con 143 kilómetros y 4 puertos de segunda, el último muy cerca de la línea de meta. Para esta jornada Julio Andrés Izquierdo dejará fuera de la lista de 10 a Manuel Antón.