El Correo de Burgos

BALONCESTO / Adecco LEB Oro

El basket salda su deuda con Autocid

Tras los sinsabores en los tiempos extra ante Girona y CAI, los azules suman en la segunda prórroga su octava victoria consecutiva. Morley tiró de un equipo guiado por Corrales; Chus Castro se retiró ‘tocado’ en un gemelo

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Burgos

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UB LA PALMA    88

AUTOCID FORD    92

UB La Palma: Padgett (7),  Palacios (16), Luis Felipe Gruber (2), Sebas Arrocha (16) y Raúl Mena (5) -quinteto inicial- Joaquín Bonhome (12), Matías Ibarra (12), Olmos (6), Orfila (6) y Josemi García (6).

Autocid Ford: Chris Hernández (16), Chus Castro (6), Aloysius Anagonye (7), Alberto Miguel (4) y Blair (5) -quinteto inicial-,  Lorant (13), Zach Morley (29), Albano (-), Manu Gómez (2) e Iván Corrales (10).

Árbitros: Pagán y Zamora.

Eliminados: Los locales Padgett y Mena y los visitantes Lorant y Miguel.

Parciales: 21-18, 36-37 (descanso), 50-49, 69-69, 76-76 (1ª prórroga) y 88-92 (2ª prórroga).

La Palma

El baloncesto se la debía y Autocid se la cobró en cuanto pudo. Las heridas abiertas en las prórrogas malogradas ante Girona y Zaragoza quedaron cerradas en la mañana de ayer con la brillante victoria conseguida en el segundo tiempo extra frente a La Palma. Tan sufrida como celebrada. Trabajada y fundamental para las aspiraciones azulonas.

Es la octava consecutiva para los de Casadevall, desbocados en su intento por cazar en la tabla a los señalados para el ascenso. Otro paso de gigante, un nuevo motivo para creer en un proyecto incansable en ésto de batir récords y sembrar ilusiones.

Ayer añadió el nombre del UB La Palma a la lista de víctimas. Costó lo suyo. 50 minutos de lucha para rendir a un rival bravo que jugó sus bazas a la perfección. Más en su cancha, Miraflores, talismán para los azules, potro de tortura para el resto de conjuntos de la LEB Oro.

Autocid mantiene su idilio con la Isla Bonita, testigo de victorias trascendentales de los burgaleses en la era reciente, como la de ayer, en la que los de Andreu Casadevall tuvieron que emplearse a fondo hasta el último segundo de un nuevo partido maratoniano.

A pesar de los pesares, los castellanos salieron a flote. Castro volvió a lastimarse (esta vez en el gemelo), pero el equipo no lo acusó. Tampoco lamentó el mal día de los interiores en labores ofensivas. Entre otras cosas, porque Morley volvió a ser Morley. Esa premisa permite al Autocid ver la realidad de otro color.

Bienvenido el de Missouri tras varios partidos en barbecho, como también celebra el cuadro azulón el resurgir de Iván Corrales al timón. El extremeño, por fin, parece haber encontrado su sitio en el equipo. Se encuentra cómodo en la dirección y su temple resultó decisivo, sin olvidar los 10 puntos aportados a la causa cuando el sol más calentaba.

El fondo de armario castellano le permitió afrontar con garantías el difícil reto que le planteó un La Palma que no engaña en su juego. No es, precisamente, un equipo con dos caras, volcado en pos del triunfo desde el primer segundo de un partido que tuvo en Palacios a su gran dominador en el arranque.

Los 8 puntos casi consecutivos del colombiano ponían sobre aviso a un Autocid consciente de la dura batalla que tenía por delante. Reservado Morley en el inicio, Casadevall recurrió a su mejor hombre cuando Chris Hernández y Alberto Miguel acumulaban dos faltas. Sin embargo, fue Lorant quien asumió el peso en este primer cuarto, en el que el ex burgalés Ibarra lanzó a La Palma con dos triples que permitieron a los insulares cerrar el acto inaugural por delante (21-18).

Autocid, sostenido por los lanzamientos desde el tiro libre, funcionó a arreones en ataque. Uno de sus estirones dio pie a un parcial de 2-13 que aliviaba a los ayer naranjas, una escapada insuficiente si enfrente está La Palma. Los de Casadevall perdieron el ritmo en ataque, mientras en retaguardia buscaron el cortocircuito palmero con sus constantes cambios. De poco le sirvió, puesto que el ‘UB’ supo reaccionar a tiempo para llevar el partido al descanso con el 36-37.

Con el paso cambiado, los de Casadevall supieron sufrir. Máxime cuando en el tercer cuarto los canarios tuvieron en su mano la posibilidad de romper el partido. Toma y daca constante, intensidad al máximo y un marcador que se movió a cuenta gotas (50-49) hasta el último periodo. En su peor momento (55-51), Autocid dio un nuevo mordisco a la manzana con un 0-11 que dejaba el partido encarrilado con tres minutos por jugar (55-62).

Ni por esas, Los exteriores insulares, guiados por ‘El Diablo’ Arrocha, dieron la vuelta a la tortilla (10-0), obligando a Morley a realizar un último esfuerzo a falta de cuatro segundos para forzar la prórroga.

Tocaba empezar de cero en un primer tiempo extra en el que Autocid volvió a tenerlo en su mano. La batalla desde el tiro libre fue juez y parte de la contienda, en la que Corrales jugó un papel determinante. Con 85-86, La Palma erró en su ataque decisivo, ocasión aprovechada por Morley y Hernández desde la línea de personal para acabar con el sufrimiento.

De paso, los americanos sellaron la que ya es la octava victoria de un Autocid que deberá esperar para celebrar en casa el éxito debido al temporal de viento reinante, el cual impidió al expedición regresar en la tarde de ayer. Por buscar una ‘pega’...ANDREU CASADEVALL: "QUEREMOS MÁS, PERO TENEMOS LOS PIES EN EL SUELO"

Tiene motivos Andreu Casadevall para sacar pecho. Difícil (imposible), encontrarle así las cosquillas al técnico catalán. Ambicioso, aunque «cauto», se muestra el preparador azulón, sabedor de que su equipo está haciendo historia con su octava victoria consecutiva. «Tiene mérito porque no es fácil», valora. Su única licencia. «Hay que tener paciencia, ir poco a poco, porque cada partido será más difícil», alerta.

Casadevall no pierde la tensión, ni permite que su plantilla caiga en la tentación. «Queremos más, pero con los pies en el suelo», insiste. Ayer, Autocid salió airoso de una de esas complicadas pruebas que le tiene reservada el calendario. «Hemos sufrido. Los interiores no han estado finos en ataque, pero, al menos, el trabajo defensivo ha sido bueno», explica el entrenador del nuevo «rival a batir». Así lo confirman sus ocho victorias consecutivas.

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