El Correo de Burgos

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CF PALENCIA 1

CD MIRANDÉS 2

ALBERTO CALLEJA (Palencia)

El Mirandés infligió la primera derrota al Palencia en La Balastera gracias a dos certeros disparos de Royo que remontaron el tanto inicial de Víctor. Los morados bordaron por momentos el fútbol y tuvieron muchas más ocasiones que los mirandesistas pero este es un juego de aciertos, no de merecimientos, y los de Bañuelos tuvieron más que los locales.

La primera mitad fue disputada de poder a poder. Comenzó dominando el equipo visitante la parcela ancha, pero enseguida el Palencia se recompuso en esa línea y, en cualquier caso, ofreció más sensación de peligro que su oponente. Con un excelso Iván Pelayo en el medio y dos sublimes De Paula y Alejandro los de Pepe Calvo merecieron llegar al intermedio por delante en el marcador, pero la dinámica actual de los morados es diferente a la de la primera vuelta, en la que su efectividad era mucho mayor.

Frente al Mirandés mereció el gol De Paula en el minuto 17, pero su ‘comba’ en libre directo se estrelló en la escuadra de la portería mirandesista tras rozar Iván Gómez con la manopla. El peligro continuó y dentro de la misma jugada Héctor acabó rematando en escorzo dentro del área pequeña. Su testarazo salió a la izquierda del guardameta visitante.

Y la segunda clara ocasión de la primera parte tuvo de nuevo como protagonista al excelente extremo vizcaíno. Esta vez su disparo con su pierna menos buena, la derecha, lo sacó a córner el no menos espléndido Iván Gómez en la parada de la tarde. Por parte mirandesista destacar sólo un eslalom de Pablo Infante en el minuto 14 que acabó en disparo a la izquierda de Rebollo.

Pepe Calvo tenía muy claro que el peligro de los de Bañuelos se acostaba en las botas amarillas del fino y talentoso media punta burgalés y cada vez que Pablo recibía las ayudas a Chupri eran continúas para evitar el desequilibrio. Sin embargo, su calidad hizo que fuera casi imposible que acabara un partido sin montar un alboroto.

Y así ocurrió en el minuto siete de la reanudación en un nuevo eslalom que le valió para remontar la línea de fondo y estar a punto de emular a Butragueño en aquel histórico gol al Cádiz en la Copa del Rey. El final no fue el mismo porque Rebollo sacó el balón a córner. El Mirandés lamentó el fallo porque sólo dos minutos después el balón le llegó a Víctor en el segundo palo. El menudo interior paró el balón y ajustó el disparo al palo izquierdo de la meta de Iván Gómez, que sólo pudo ver cómo el esférico besaba las mallas.

Bañuelos reaccionó dando entrada a Rubén Royo para intentar hacer más ancho el campo. El vitoriano suplió a Gámiz y se pegó a la cal de la banda derecha. A partir de su entrada el Mirandés llegó con más efectivos y acumuló por fin ocasiones, la primera de ellas en un tiro desde fuera del área de Tato en el minuto 64 que sacó brillantemente Rebollo a saque de esquina con una mano.

Los visitantes empezaban a merecer algo más, pero antes de conseguir el empate la tuvo el Palencia para sentenciar el partido. Alejandro habilitó a Paulino, Iván Gómez erró en salir tan pronto y el albaceteño envió su vaselina un metro por encima del larguero.

Los de Pepe Calvo perdonaron y sólo un minuto después el Mirandés volvió a hacer bueno ese manido dicho. Los morados, en efecto, acabaron pagando en este caso gracias a un golazo de Royo en un disparo fulminante desde 25 metros ante el que Rebollo sólo pudo hacer la estatua. Quedaba un cuarto de hora y sobre La Balastera se cernía la posibilidad increíble de sumar el quinto empate consecutivo a uno.

Sin embargo no fue así porque de nuevo Royo anotó, esta vez de falta directa y por abajo, desde un sitio similar al anterior tanto. La jugada no estuvo exenta de polémica porque, en primer lugar, Royo centró al área pero el árbitro, muy protestado y desacertado toda la tarde, anuló el saque para mostrar tarjeta amarilla a Rui por empujar a un rival. No fue penalti porque el balón aún no estaba en juego, pero el intervalo sirvió para que Royo midiera mejor su idea y decidiera probar fortuna directamente.

Si en el primer gol su disparo fue a la escuadra izquierda en este segundo pegó en la cepa del palo derecho antes de entrar. Y tuvo más suerte que el de Agostinho a dos minutos del final. El centro fue de Canario y el portugués empaló una volea que se estrelló en el larguero. Fue la palpable demostración de que el CF Palencia, pese a que su juego es mejor incluso que en la primera vuelta, está inmerso ahora en una dinámica menos efectiva.

El Palencia tuvo una última a la salida de un saque de esquina, pero el disparo de Pelayo no fue en la dirección correcta. Al final el Mirandés completó una gran semana y el Palencia puede dormir tranquilo porque en esta categoría es difícil ver un fútbol tan brillante.

El Mirandés infligió la primera derrota al Palencia en La Balastera gracias a dos certeros disparos de Royo que remontaron el tanto inicial de Víctor. Los morados bordaron por momentos el fútbol y tuvieron muchas más ocasiones que los mirandesistas pero este es un juego de aciertos, no de merecimientos, y los de Bañuelos tuvieron más que los locales.

La primera mitad fue disputada de poder a poder. Comenzó dominando el equipo visitante la parcela ancha, pero enseguida el Palencia se recompuso en esa línea y, en cualquier caso, ofreció más sensación de peligro que su oponente. Con un excelso Iván Pelayo en el medio y dos sublimes De Paula y Alejandro los de Pepe Calvo merecieron llegar al intermedio por delante en el marcador, pero la dinámica actual de los morados es diferente a la de la primera vuelta, en la que su efectividad era mucho mayor.

Frente al Mirandés mereció el gol De Paula en el minuto 17, pero su ‘comba’ en libre directo se estrelló en la escuadra de la portería mirandesista tras rozar Iván Gómez con la manopla. El peligro continuó y dentro de la misma jugada Héctor acabó rematando en escorzo dentro del área pequeña. Su testarazo salió a la izquierda del guardameta visitante.

Y la segunda clara ocasión de la primera parte tuvo de nuevo como protagonista al excelente extremo vizcaíno. Esta vez su disparo con su pierna menos buena, la derecha, lo sacó a córner el no menos espléndido Iván Gómez en la parada de la tarde. Por parte mirandesista destacar sólo un eslalom de Pablo Infante en el minuto 14 que acabó en disparo a la izquierda de Rebollo.

Pepe Calvo tenía muy claro que el peligro de los de Bañuelos se acostaba en las botas amarillas del fino y talentoso media punta burgalés y cada vez que Pablo recibía las ayudas a Chupri eran continúas para evitar el desequilibrio. Sin embargo, su calidad hizo que fuera casi imposible que acabara un partido sin montar un alboroto.

Y así ocurrió en el minuto siete de la reanudación en un nuevo eslalom que le valió para remontar la línea de fondo y estar a punto de emular a Butragueño en aquel histórico gol al Cádiz en la Copa del Rey. El final no fue el mismo porque Rebollo sacó el balón a córner. El Mirandés lamentó el fallo porque sólo dos minutos después el balón le llegó a Víctor en el segundo palo. El menudo interior paró el balón y ajustó el disparo al palo izquierdo de la meta de Iván Gómez, que sólo pudo ver cómo el esférico besaba las mallas.

Bañuelos reaccionó dando entrada a Rubén Royo para intentar hacer más ancho el campo. El vitoriano suplió a Gámiz y se pegó a la cal de la banda derecha. A partir de su entrada el Mirandés llegó con más efectivos y acumuló por fin ocasiones, la primera de ellas en un tiro desde fuera del área de Tato en el minuto 64 que sacó brillantemente Rebollo a saque de esquina con una mano.

Los visitantes empezaban a merecer algo más, pero antes de conseguir el empate la tuvo el Palencia para sentenciar el partido. Alejandro habilitó a Paulino, Iván Gómez erró en salir tan pronto y el albaceteño envió su vaselina un metro por encima del larguero.

Los de Pepe Calvo perdonaron y sólo un minuto después el Mirandés volvió a hacer bueno ese manido dicho. Los morados, en efecto, acabaron pagando en este caso gracias a un golazo de Royo en un disparo fulminante desde 25 metros ante el que Rebollo sólo pudo hacer la estatua. Quedaba un cuarto de hora y sobre La Balastera se cernía la posibilidad increíble de sumar el quinto empate consecutivo a uno.

Sin embargo no fue así porque de nuevo Royo anotó, esta vez de falta directa y por abajo, desde un sitio similar al anterior tanto. La jugada no estuvo exenta de polémica porque, en primer lugar, Royo centró al área pero el árbitro, muy protestado y desacertado toda la tarde, anuló el saque para mostrar tarjeta amarilla a Rui por empujar a un rival. No fue penalti porque el balón aún no estaba en juego, pero el intervalo sirvió para que Royo midiera mejor su idea y decidiera probar fortuna directamente.

Si en el primer gol su disparo fue a la escuadra izquierda en este segundo pegó en la cepa del palo derecho antes de entrar. Y tuvo más suerte que el de Agostinho a dos minutos del final. El centro fue de Canario y el portugués empaló una volea que se estrelló en el larguero. Fue la palpable demostración de que el CF Palencia, pese a que su juego es mejor incluso que en la primera vuelta, está inmerso ahora en una dinámica menos efectiva.

El Palencia tuvo una última a la salida de un saque de esquina, pero el disparo de Pelayo no fue en la dirección correcta. Al final el Mirandés completó una gran semana y el Palencia puede dormir tranquilo porque en esta categoría es difícil ver un fútbol tan brillante.

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