La Universidad de Burgos se da un respiro tras derrotar al Otero

UBU     66

ESTABLECIMIENTOS OTERO    63

UBU: Cerezo (-), Domingo (12), Rubén Duarte (4), Gómez Moreno (4) y Óscar Ruiz (21) -quinteto inicial- Barriuso (2), Villaquirán (3), Benavente (-), Manu Rivas (13), Diego Miñón (-), Álvarez (7).

Establecimientos Otero: Bowie (7), Díaz (11), Mato (12), Villaronga (12), Martret (8) -quinteto inicial- Vaquero (2), Míguez (9), Insúa (2).

Árbitros: Caballero y Colino. Eliminaron al jugador visitante Mato.

Parciales: 19-18; 13-16 y 21-14.

Burgos

Tenía que ganar y lo hizo. Con sufrimiento, pero lo consiguió que es, realmente, lo más importante para un equipo necesitado de alegrías como es la UBU, inmerso en la lucha por la supervivencia. Después de unos últimos minutos de sufrimiento, marcados por los fallos en los tiros libres y los aciertos alternados con imprecisiones, tiempos muertos e interrupciones, el equipo universitario rubricó una victoria que se antoja fundamental para aspirar a la permanencia en la categoría.

Y lo consiguió ante un rival que tiene en su plantilla muy buenos jugadores, como Míguez y Villaronga, quienes disputaron una fase de ascenso  a LEB Oro frente a Autocid con el Celso Miguez de Pontevedra en la temporada 2004/2005.

Sin embargo, en ningún momento el equipo de Cambados logró romper el partido a su favor, ya que el cuadro burgalés siempre se mantuvo dentro del partido gracias a su sólida defensa y a su dominio del rebote. En ataque los dos equipos estuvieron maniatados y los destellos de calidad de Villaronga o Mato eran contestados por los aciertos de Rivas y Óscar Ruiz, por lo que el marcador se movía con diferencias muy cortas a favor de cualquiera de los dos equipos (32-34 al descanso).  

En el último cuarto el equipo universitario consiguió dar una nueva de tuerca a la intensidad defensiva y maniató el ataque  gallego, además de anotar con cierta fluidez gracias a buenas acciones del director de juego  Raúl Domingo.

Aun así, el equipo burgalés no acabó de matar el partido, ya que los fallos en los tiros libres de los chicos de Chema Susilla (12/24) y una canasta con adicional de Bowie pusieron la incertidumbre en el marcador a falta de un minuto (62-61). Al final, el carrusel de faltas personales y lanzamientos desde la personal terminaron de favorecer al combinado local. El fallo sobre la bocina del jugador visitante Villaronga selló el justo triunfo de una Universidad de Burgos que mereció el éxito por su lucha y la constancia exhibida sobre la pista durante los 40 minutos.