El Correo de Burgos

Voleibol / Primer partido semifinal por el título en la Superliga Femenina

El UBU se merienda a Menorca

El cuadro de José Miguel Pérez da una lección táctica al Valeriano Alles / Las universitarias rayaron a gran nivel en defensa y bloqueo / Taponaron a la perfección a las artilleras baleares y explotaron la fortaleza de su juego colectivo

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Burgos

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UBU 3

VAL. ALLES MENORCA 0

D. O. C / Burgos

El UBU se merendó al Valeriano Alles Menorca en el primer asalto de la lucha por un billete para la gran final de la Superliga Femenina de Voleibol (3-0). El combinado castellano ganó con claridad la partida táctica a su oponente, anulando por completo las mejores virtudes de las baleares. Y luego completó su exhibición con una sensacional actuación en defensa, tanto en la red como en segunda línea, que terminó por desquiciar a su contrincante, que ayer no pudo rendir a su nivel habitual. Las castellanas volvieron a ser un equipo sólido, rocoso y sin fisuras que fue comiendo terreno a su ayer apocado rival desde el primer punto.

El equilibrio que se presumía sobre la pista fue roto muy pronto por las locales. Un buen bloqueo del UBU, seguido de dos errores en el remate de las baleares, permitieron que las universitarias abrieran una mínima brecha en el luminoso (7-4) con Mariana Alves en la línea de saque. Hasta el momento las mejores armas de los dos conjuntos (los ataques por las alas de las visitantes y la contundencia de las centrales castellanas) estaban en ‘stand-by’.

Los dos equipos tuvieron que recurrir a su ‘plan B’ en vista de la situación. Y ahí ganó la partida el UBU, que se mostró más incisivo con el saque y puso siempre en aprietos a la recepción de las de Adrián Fiorenza (8-6). Las locales llevaron siempre la delantera en el luminoso (15-12), si bien Menorca no arrojaba la toalla, sobre todo de la mano de Adriana dos Santos.

El bloqueo burgalés se mostraba muy efectivo, pero la respuesta llegó con los saques de Janine Sandell que dejaron el marcador en un pañuelo (17-16). Pero, en una vuelta más de tuerca el UBU apretó los dientes con buenos servicios de María José Garrido y los remates Soraya y Mariana Alves (19-16).

La renta seguía creciendo (22-18), por lo que el técnico visitante, agotó sus dos tiempos muertos en un suspiro. Sin embargo, el UBU no bajó el pistón y siguió a lo suyo, pues les valía el intercambio de puntos para anotarse la primera manga.

Menorca echó el resto para salvar la papeleta, pero sus mejores artilleras estaban perfectamente ‘tapadas’ por las bloqueadoras burgalesas, con lo que la remontada se antojaba prácticamente imposible. Un primer tiempo de Regi Miloserdova y un bloqueo de Sara González cerraron la primera manga por la vía rápida (25-21).

La primera batalla estaba ganada, pero aún había mucha tela que cortar. La salida a la cancha de un pletórico combinado burgalés fue arrolladora (5-1), con las centrales Sara y Regi dominando por completo el centro de la red y con saques duros al fondo de la pista que pusieron siempre en aprietos a la dubitativa recepción visitante.

Adrián Fiorenza tuvo que parar otra vez el duelo para dar instrucciones a las suyas, claramente superadas por las castellanas en acierto e intensidad sobre la cancha. Y la sangría se agrandaba a cada paso (8-3) con un Valeriano Alles desesperado frente a un UBU que no ofrecía ningún punto débil.

De hecho Sandell, que el choque de la liga regular dio un recital en Burgos, estuvo en todo momento fuera del partido. El cuadro castellano era una apisonadora ante un contrincante desquiciado y que parecía jugar dos marchas más lento (11-4). Antes de llegar al ecuador de la manga el preparador visitante tuvo que agotar, otra vez, los dos tiempos muertos.

La facilidad con la que el UBU estaba doblegando a Menorca sorprendía a propios y extraños. Con una defensa perfecta obligaba a las rojillas a reinventar fórmulas de ataque alternativas sobre la marcha que no surtieron ningún efecto (16-7). Al Valeriano Alles no le quedaba otra que arriesgar al límite con su saque.

Luego entró Ballingha al servicio en sustitución de Dos Santos, pero la recuperación inicial fue un espejismo, porque el UBU no estaba dispuesto a echar por tierra su gran trabajo anterior (19-10). Las locales fueron entonces al intercambio cuando Menorca pareció resurgir de sus cenizas, pero era demasiado tarde. Las visitantes salvaron la primera bola de set, pero no pudieron con un remate sutil de Mariana Alves que significó el 25-16.

El panorama cambió radicalmente en el tercer set. Menorca se puso el mono de trabajo y recuperó su nivel habitual de juego, con veloces construcciones y buenos remates de Moy y Sandell (1-5), que ahora sí camparon a sus anchas y elevaron su rendimiento.

El gran nivel de la recepción local bajó enteros y ello dio más opciones a las rojillas, que necesitan una dosis de moral extra para intentar la remontada (5-8). Poco a poco fueron las burgalesas templando los nervios y equilibrando el asalto. Los puntos comenzaron a ser más largos y disputados, tal y como ocurrió en la última visita liguera de las baleares a El Plantío (10-11).

Pero las rojillas se fueron de nuevo con Patiño al saque (10-13). Mireya Delgado y Noemí Coloma entraron a la línea de saque en el CV Diego Porcelos para buscar las cosquillas a las baleares y la jugada salió redonda para los intereses locales (15-15). Un espejismo, porque Menorca estaba desatado y con Milagros Moy sirviendo dieron un nuevo arreón que las puso el set cuesta abajo (15-19).

Parecía que lo tenía todo a su favor para acortar distancias el cuadro de Adrián Fiorenza, pero entonces apeló a su ya habitual coraje el UBU para meterse de nuevo en el partido con Pepo Garrido al saque (23-22). La historia se volvió a repetir. A las rojillas les empezaba a temblar el brazo y el técnico tuvo que hacer uso de sus dos tiempos en apenas dos minutos de juego para pedir serenidad a las suyas. Pero un bloqueo espectacular de Sara puso el 24-22 que daba dos bolas de set a las burgalesas. Ambas salvadas por las visitantes con un remate de Sandell y una mala recepción de Alves.

Y ahí el choque se volvió loco. Cada equipo gozó de hasta cuatro ocasiones para hacer subir el tanto a su casillero. Y entonces el bloqueo burgalés, sobre todo liderado por una Sara González que estuvo inmensa en este momento decisivo, hizo que la victoria cayera del lado de las de El Plantío en un final de auténtico infarto (32-30).

El UBU se merendó al Valeriano Alles Menorca en el primer asalto de la lucha por un billete para la gran final de la Superliga Femenina de Voleibol (3-0). El combinado castellano ganó con claridad la partida táctica a su oponente, anulando por completo las mejores virtudes de las baleares. Y luego completó su exhibición con una sensacional actuación en defensa, tanto en la red como en segunda línea, que terminó por desquiciar a su contrincante, que ayer no pudo rendir a su nivel habitual. Las castellanas volvieron a ser un equipo sólido, rocoso y sin fisuras que fue comiendo terreno a su ayer apocado rival desde el primer punto.

El equilibrio que se presumía sobre la pista fue roto muy pronto por las locales. Un buen bloqueo del UBU, seguido de dos errores en el remate de las baleares, permitieron que las universitarias abrieran una mínima brecha en el luminoso (7-4) con Mariana Alves en la línea de saque. Hasta el momento las mejores armas de los dos conjuntos (los ataques por las alas de las visitantes y la contundencia de las centrales castellanas) estaban en ‘stand-by’.

Los dos equipos tuvieron que recurrir a su ‘plan B’ en vista de la situación. Y ahí ganó la partida el UBU, que se mostró más incisivo con el saque y puso siempre en aprietos a la recepción de las de Adrián Fiorenza (8-6). Las locales llevaron siempre la delantera en el luminoso (15-12), si bien Menorca no arrojaba la toalla, sobre todo de la mano de Adriana dos Santos.

El bloqueo burgalés se mostraba muy efectivo, pero la respuesta llegó con los saques de Janine Sandell que dejaron el marcador en un pañuelo (17-16). Pero, en una vuelta más de tuerca el UBU apretó los dientes con buenos servicios de María José Garrido y los remates Soraya y Mariana Alves (19-16).

La renta seguía creciendo (22-18), por lo que el técnico visitante, agotó sus dos tiempos muertos en un suspiro. Sin embargo, el UBU no bajó el pistón y siguió a lo suyo, pues les valía el intercambio de puntos para anotarse la primera manga.

Menorca echó el resto para salvar la papeleta, pero sus mejores artilleras estaban perfectamente ‘tapadas’ por las bloqueadoras burgalesas, con lo que la remontada se antojaba prácticamente imposible. Un primer tiempo de Regi Miloserdova y un bloqueo de Sara González cerraron la primera manga por la vía rápida (25-21).

La primera batalla estaba ganada, pero aún había mucha tela que cortar. La salida a la cancha de un pletórico combinado burgalés fue arrolladora (5-1), con las centrales Sara y Regi dominando por completo el centro de la red y con saques duros al fondo de la pista que pusieron siempre en aprietos a la dubitativa recepción visitante.

Adrián Fiorenza tuvo que parar otra vez el duelo para dar instrucciones a las suyas, claramente superadas por las castellanas en acierto e intensidad sobre la cancha. Y la sangría se agrandaba a cada paso (8-3) con un Valeriano Alles desesperado frente a un UBU que no ofrecía ningún punto débil.

De hecho Sandell, que el choque de la liga regular dio un recital en Burgos, estuvo en todo momento fuera del partido. El cuadro castellano era una apisonadora ante un contrincante desquiciado y que parecía jugar dos marchas más lento (11-4). Antes de llegar al ecuador de la manga el preparador visitante tuvo que agotar, otra vez, los dos tiempos muertos.

La facilidad con la que el UBU estaba doblegando a Menorca sorprendía a propios y extraños. Con una defensa perfecta obligaba a las rojillas a reinventar fórmulas de ataque alternativas sobre la marcha que no surtieron ningún efecto (16-7). Al Valeriano Alles no le quedaba otra que arriesgar al límite con su saque.

Luego entró Ballingha al servicio en sustitución de Dos Santos, pero la recuperación inicial fue un espejismo, porque el UBU no estaba dispuesto a echar por tierra su gran trabajo anterior (19-10). Las locales fueron entonces al intercambio cuando Menorca pareció resurgir de sus cenizas, pero era demasiado tarde. Las visitantes salvaron la primera bola de set, pero no pudieron con un remate sutil de Mariana Alves que significó el 25-16.

El panorama cambió radicalmente en el tercer set. Menorca se puso el mono de trabajo y recuperó su nivel habitual de juego, con veloces construcciones y buenos remates de Moy y Sandell (1-5), que ahora sí camparon a sus anchas y elevaron su rendimiento.

El gran nivel de la recepción local bajó enteros y ello dio más opciones a las rojillas, que necesitan una dosis de moral extra para intentar la remontada (5-8). Poco a poco fueron las burgalesas templando los nervios y equilibrando el asalto. Los puntos comenzaron a ser más largos y disputados, tal y como ocurrió en la última visita liguera de las baleares a El Plantío (10-11).

Pero las rojillas se fueron de nuevo con Patiño al saque (10-13). Mireya Delgado y Noemí Coloma entraron a la línea de saque en el CV Diego Porcelos para buscar las cosquillas a las baleares y la jugada salió redonda para los intereses locales (15-15). Un espejismo, porque Menorca estaba desatado y con Milagros Moy sirviendo dieron un nuevo arreón que las puso el set cuesta abajo (15-19).

Parecía que lo tenía todo a su favor para acortar distancias el cuadro de Adrián Fiorenza, pero entonces apeló a su ya habitual coraje el UBU para meterse de nuevo en el partido con Pepo Garrido al saque (23-22). La historia se volvió a repetir. A las rojillas les empezaba a temblar el brazo y el técnico tuvo que hacer uso de sus dos tiempos en apenas dos minutos de juego para pedir serenidad a las suyas. Pero un bloqueo espectacular de Sara puso el 24-22 que daba dos bolas de set a las burgalesas. Ambas salvadas por las visitantes con un remate de Sandell y una mala recepción de Alves.

Y ahí el choque se volvió loco. Cada equipo gozó de hasta cuatro ocasiones para hacer subir el tanto a su casillero. Y entonces el bloqueo burgalés, sobre todo liderado por una Sara González que estuvo inmensa en este momento decisivo, hizo que la victoria cayera del lado de las de El Plantío en un final de auténtico infarto (32-30).

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