El Correo de Burgos

BALONCESTO / Adecco LEB Oro

Al cielo, por el camino más largo

Autocid Ford apura en Menorca su última oportunidad de conseguir el ascenso / La baja de Hernández condiciona a los azules

Burgos

Creado:

Actualizado:

DIEGO ALMENDRES / Burgos

«Nuestras virtudes nacen de la dureza y del sentido colectivo de nuestro juego». La frase es de Stan Van Gundy, entrenador de los Orlando Magic, aunque Autocid Ford  bien puede hacer suya la arenga del técnico de los de Florida de cara al definitivo partido que le enfrentará esta tarde al Vivemenorca. Porque sólo si aplica esos valores, sólo si recupera sus señas de identidad, podrá el conjunto azul hacer realidad el sueño del ascenso en la gran final por un puesto en ACB.

Un reto tan apasionante como complicado. Máxime después de la desilusión vivida el pasado viernes en El Plantío. Un varapalo terrible desde el punto de vista psicológico que requiere una terapia urgente para afrontar con garantías el partido más importante de la historia de la entidad.

No le queda otra al conjunto burgalés que asear la mente y empezar de cero. Cierto es que la carga emocional es brutal y que el cansancio se deja notar tanto en las piernas como en los pulmones. Sin embargo, nada de eso importa cuando ya se otea la cima.

Porque, a pesar de todo, Autocid depende de sí mismo, por mucho que la alegría haya cambiado de bando tras la disputa del cuarto partido. El conjunto burgalés ya ha demostrado mil veces esta temporada y, sobre todo en el play off, que es capaz de levantarse y recomponer sus ideas en un visto y no visto.

Los de Casadevall son conscientes de la realidad y, quién sabe, jugar lejos de El Plantío puede liberar a los azulones de la presión añadida de devolver a su afición la confianza depositada en ellos.

Para alcanzar el objetivo, Autocid debe mejorar en todos los aspectos del juego con respecto a la maldita noche del viernes. Si es fiel a su estilo, si explota las virtudes que atesora, mantendrá intactas sus opciones hasta el minuto 40, por mucho que las condiciones no sean, precisamente, las más favorables.

La ausencia de Chris Hernández merma especialmente el potencial de un bloque obligado a readaptarse cuanto antes. Iván Corrales, perdido en el último partido, debe ser el timonel que dirija la nave a buen puerto, ayudado por un Chus Castro al que le toca protagonizar el papel más incómodo, reconvertido en base sin poder exprimir su buen momento en los puestos de ‘2’ y ‘3’.

Ahora más que nunca, Autocid debe ser uno en pos de un objetivo común. Todos deben sumar y crecer a partir de la dureza defensiva y del control del rebote. En la pintura, Anagonye, Manu Gómez, Peter Lorant y Jason Blair deben contrarrestar la capacidad de Caio, Otegui y compañía, porque la ocasión lo merece y este equipo también. Porque la ACB aún es posible y porque también se puede llegar al cielo por el camino más largo.MURCIA ASCENDIÓ EN UN QUINTO PARTIDO A DOMICILIO

Después del varapalo sufrido el viernes, cualquier referencia positiva insufla ánimo en un Autocid dispuesto a aprovechar su segunda oportunidad. Cierto es que los antecedentes no favorecen, precisamente, los intereses de un equipo azulón que tiene ante sí la difícil misión de superar a un Menorca con todo a favor.

No en vano, el quinto partido en una eliminatoria por el ascenso es sinónimo de éxito del equipo que disfruta del factor cancha en la serie. Hasta en seis ocasiones, el conjunto que actuó como local logró el objetivo del ascenso delante de su público, una tendencia que Autocid está dispuesto a romper en la tarde de hoy.

Especialmente reconocibles son las amargas experiencias vividas por Lleida (2000), Huelva (2005) y CAI de Zaragoza (2007). Los tres pudieron sentenciar el ascenso delante de su público en el cuarto partido, pero ninguno lo consiguió, por lo que Alicante, Fuenlabrada y León fueron finalmente los triunfadores.

Sea como fuere, Autocid sabe que en el deporte nunca puede darse nada por sentado y buscará el camino marcado en 2006 por Murcia. Aquella campaña, el cuadro pimentonero asaltó el Príncipe Felipe de Zaragoza en el primer partido de la final y vio cómo se escapó su primera oportunidad en casa en el cuarto con un doloroso 73-76. Sin embargo, el equipo murciano se rehizo para asestar el golpe de gracia a su rival a domicilio y con todos los factores en contra, logrando el ascenso merced al 90-99 sellado en el desempate.

tracking