Romain Feillu, el más listo de la clase en Salas

El de ayer fue un esprint por eliminación, en el que sólo los que supieron medir bien la distancia llegaron con fuerzas para disputar la victoria. Fueron muchos los que se quedaron sin gasolina a escasos metros de la línea de meta, entre ellos el burgalés Enrique Mata, Koldo Fernández de Larrea, uno de los grandes favoritos, o el integrante del Burgos 2016, Óscar Grau, que acabó por los suelos. Romain Feillu tuvo la paciencia suficiente como para no precipitarse cuando alguno de sus oponentes ya lo daban todo, buscó la distancia y acabó venciendo con cierta claridad.El francés del Vacansoleil levantaba el brazo derecho eufórico, mientras la mayor parte de sus rivales miraban al asfalto y lamentaban su error de cálculo.

En Medina de Pomar, el que fuera maillot amarillo del Tour de Francia en 2008 (se lo arrebató a Alejandro Valverde), ya demostró que llegaba con buenas piernas, aunque en aquella etapa la rabia acumulada de Koldo Fernández de Larrea y la potencia de Nikolas Maes le dejaron en tercer lugar. Ayer sabía que iba a tener una nueva oportunidad, por lo que su equipo también trabajó en los kilómetros finales para tener controlada la carrera.

El pelotón llegó lanzado al último tramo de la etapa. Acqua Sapone y Quick Step pusieron en fila al pelotón en los kilómetros finales, aunque ninguna escuadra fue capaz de controlar la llegada. Los esprinters se quedaron muy pronto solos, con demasiado terreno por delante y ahí comenzó la precipitación de muchos. La recta se les hizo inmensa, interminable. A falta de 300 metros el maillot naranja de Koldo Fernández surgía de entre la maraña de corredores. Y a su rueda Enrique Mata. Pero cuando alzaron la vista y vieron que aún restaba 150 metros se dieron cuenta de su error de cálculo. Fue entonces cuando irrumpió con fuerza Feillu, quien por la izquierda de la calzada lograba el triunfo en una jornada marcada por el fuerte calor que tuvieron que padecer los ciclistas.

La etapa siguió el guión previsible y como apuntaban los pronósticos se dilucidó en una llegada masiva. Mata no pudo cumplir su sueño, mientras que el Burgos 2016 volvía a ver como uno de sus hombres acababa en el asfalto con múltiples erosiones y un gesto de frustración que definía a la perfección sus sentimientos.

Fue una jornada tranquila para los gallos, quienes tuvieron tiempo de lamerse sus heridas en el seno del gran grupo y recuperar fuerzas de cara a la decisiva jornada de hoy. Llega la etapa reina, las rampas de Las Lagunas de Neila y la general está en un pañuelo. Son muchos los aspirantes, aunque parece que el pelotón se ha puesto de acuerdo y señala a Samuel Sánchez como el gran favorito para acabar de morado. El propio Feillu apuntó al asturiano como el más fuerte, mientras Caruso entiende que se trata del rival a batir y del oponente más peligroso.

Ezequiel Mosquera guarda calma, aunque sabe que llega su terreno. José Iván Gutiérrez es consciente de que los porcentajes de los últimos kilómetros le dejarán en inferioridad de condiciones pese a llegar muy bien colocado. Caruso confía en su forma, aunque sabe que quizás su compañero Karpets está más capacitado para luchar por el triunfo final. Nadie se olvida de Nibali, mientras que también se espera mucho del Caisse d’Epargne, que no sólo cuenta con el campeón de España, sino que tiene a David López a 18 segundos del líder y a David Arroyo a 29 , por lo que su margen de maniobra es importante.

Se prevé un bonito espectáculo para el fin de fiesta de una Vuelta a Burgos que por el momento está saliendo redonda. La emoción se mantendrá hasta las últimas rampas de Las Lagunas y son muchos y de mucha calidad los aspirantes que pugnarán por el morado definitivo. Mucho más no se puede pedir.

Escapada y poco más

La de ayer fue una etapa de manual. No se salió ni un ápice del guión previsto. Se comenzó fuerte con los equipos modestos tratando de hacer la escapada buena y una vez de que se formó control del Katusha y de los equipos con hombres rápidos. El Burgos 2016 en general y Lluis Mas en particular buscaron la fortuna como en anteriores jornadas, pero la suerte les volvió a dar la espalda. La escuadra que dirige Julio Andrés Izquierdo definitivamente está gafada y no sólo por las caídas, que también, sino porque pese a sus esfuerzos aún no ha podido coger la fuga que vaya para adelante. Sebastian Langeveld (Rabobank), Mikel Ilundain (Orbea), Antonio Piedra (Andalucía), Kevin Hulsmans (Quick Step) y Fabrice Piamontesi (Androni) fueron los protagonistas de la escapada del día, que duro algo menos de 100 kilómetros y el Fotoon Servetto fue uno de los conjuntos para que la ventaja no se descontrolara. Posteriormente llegaron otros intentos de sorprender al pelotón, pero se llegó en grupo a Salas, donde Feillu fue el más rápido.