Jonathan regresa a los entrenamientos tres semanas después de ser operado

R. MENA / Burgos

Jonathan Castro regresó ayer a los entrenamientos después de que hayan pasado tres semanas de su operación de hombro. Por el momento el central blanquinegro tiene que trabajar con prudencia y  no debe ejercitarse al margen del grupo durante la mayor parte de la sesión. «Me han dicho que comience a hacer algo y que haga ciertos ejercicios con el resto, aunque todos muy suaves y sin contacto», explica Jonathan. El defensor extremeño tenía ya ganas de volver a vestirse de corto, ya que su intención es regresar a los terrenos de juego lo antes posible.

No obstante, los médicos ya le han advertido que deberá pasar alrededor de un mes para que pueda volver a la normalidad. «Me han comentado que debo tener paciencia y no precipitarme, ya que se trata de una lesión delicada con la que hay que tener cuidado. No me puedo precipitar, ya que porque querer acortar una semana quizás luego tenga que parar otro mes», expone.

Asegura que sus sensaciones son buenas y que puede llevar una vida completamente normal. «Otra cosa es jugar al fútbol», señala. No podrá comenzar la Liga con el resto de sus compañeros, aunque es algo que ya lo tenía totalmente asumido desde hace tiempo. «Una cosa es que a mediados de septiembre tenga el alta y otra que esté para jugar, ya que hace falta  coger ritmo y la chispa necesaria», indica.

Sobre el papel volverá a ser un hombre importante en el esquema blanquinegro y es que en los dos años que lleva en el Burgos CF ha demostrado hacer junto a Fernando Colina una de las mejores parejas de centrales del torneo. Su ausencia provocará que tenga que ser César Rodríguez sea el acompañante de Colina o que bien Maureta retrase su posición para jugar en el eje de la zaga. Las dos opciones parecen buenas, aunque quizás la segunda pueda contar con más opciones.