El Correo de Burgos

Atletismo

Una odisea sobre el hielo del Ártico

Los burgaleses Jordi Aubeso y Gabi Santamaría tomarán parte a partir del próximo 6 de febrero en la Yukon Arctic, una prueba de ultrafondo que transcurre entre Canadá y Alaska /Por delante les esperan casi 500 kilómetros ‘non-stop’ para completar en un tiempo máximo de ocho días y con temperaturas que llegan hasta los 40 grados bajo cero

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Burgos

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D. O. C. / Burgos

Definitivamente hay personas hechas de otra pasta. Es el caso de Jorge Aubeso y Gabi Santamaría, dos intrépidos deportistas burgaleses enrolados actualmente en la preparación de su nueva gran aventura, la Yukon Arctic Ultra, una prueba de ultrafondo en régimen de autosuficiencia que transcurre entre Canadá y Alaska en condiciones climatológicas verdaderamente extremas.

Una travesía ‘non-stop’ de 300 millas (algo menos de 500 kilómetros) espera el próximo mes de febrero de 2011 a los corredores locales. Y todo ello arrastrando un trineo en el que deberán portar todo el material necesario para la supervivencia durante los ocho días que la organización establece como límite para completar el recorrido. Una odisea sobre hielo y nieve al alcance de unos pocos valientes.

Recién finalizada la pasada primavera su exitosa aventura en la prestigiosa Marathon Des Sables en el desierto del Sáhara, donde se proclamaron junto a los también burgaleses Rodrigo Iturralde y Fernando Cantón campeones por equipos en tierras marroquíes con el equipo Trangoworld Corre, sus cabezas ya estaban buscando con avidez nuevos retos para el futuro. Y el giro experimentado ha sido más que notable.

Desde las sofocantes arenas del norte de África Aubeso y Santamaría darán el salto a la nieve y al hielo del denominado Territorio Yukon en pleno invierno ártico con una temperatura media de -20 grados bajo cero y previsiones de hasta -40 en alguna de las noches de la competición.

La Yukon Arctic Ultra es una aventura deportiva de altos vuelos. Sin ir más lejos el pasado 2009 ninguno de los alrededor de 100 participantes que tomaron la salida en la prueba fue capaz de llegar a la línea de llegada en el tiempo límite fijado por la organización.

Transcurre sobre las huellas del recorrido que el día antes iniciará la más conocida de las carreras de perros con trineo del mundo, la Yukon Quest, entre ríos, lagos y bosques absolutamente helados. Existe la posibilidad de realizarla sobre distancias de 26, 100 y 300 millas (modalidad esta última elegida por los burgaleses, con salida en Whitehorse, capital de Yukon, y llegada en Pelly Farm).

Además, cada dos años se disputa una carrera sobre 430 millas (poco menos de 700 kilómetros). Los caminos están marcados y balizados, aunque siempre a expensas de que los temporales de nieve no sepulten por completo las señales.

Son varios los españoles que han tomado parte en alguna de las ediciones de la carrera ártica, pero ninguno ha conseguido todavía terminarla (nadie ha sido capaz de superar los tres o cuatro días de competición, cuando la organización elimina a quienes no hayan superado los 166 kilómetros de recorrido).

Este año la carrera dará comienzo el 6 de febrero y finalizará a las 10,30 del día 14. Cada participante tendrá que portar además una ‘pulka’ (trineo) enganchada con un arnés a la cintura de los corredores para transportar todos los útiles imprescindibles para sobrevivir en condiciones tan extremas (tienda de campaña, hornillo, alimentos...). Aubeso calcula que tendrá un peso de alrededor de 30 kilos.

«La aventura vale la pena»

El proceso de aclimatación de los burgaleses al Territorio Yukon será duro y complicado. Aubeso y Santamaría recibirán recién llegados a Canadá un curso acelerado de supervivencia en el hielo, donde aprenderán las nociones básicas para encender el hornillo y descongelar nieve, única forma posible de conseguir agua en carrera entre los puntos de control, así como las normas básicas para la elección del lugar y el montaje de las tiendas de campaña donde pasar las gélidas noches.

«Desde luego la Yukon Arctic Ultra es un verdadero reto, y no sólo deportivo. Aún sabiendo que no tenemos muchas posibilidades de llegar a la meta, por la dureza de la carrera y nuestro desconocimiento total del terreno y falta de adaptación a esas temperaturas tan bajas, creo que la experiencia va a merecer la pena», explica el seis veces campeón de España de los 100 kilómetros (especialidad en la que también se proclamó subcampeón del Mundo en Japón).

«Llevamos varias semanas tratando de entrenar las acampadas en el San Millán y probando el material de montaña que tenemos que llevar a la prueba, con tres capas de guantes, polares, botas, localizador GPS. Y esperamos llegar bien preparados», concluye.

 

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