VOLEIBOL / Superliga Femenina
El UBU sobrevive en el desconcierto
Sin desplegar su mejor juego, adquiere una renta de 2-0 antes de perder la iniciativa / El CV Las Palmas nunca se rindió y forzó el tie break / Las verdinegras remontaron cuatro puntos en el desempate
UBU 3
CV LAS PALMAS 2
UBU: Alba Sánchez (6), Mireya Delgado (17), Regi Miloserdova (9), Michelle Moriarty (4), Soraya Santos (26), Sara González (14), Ana Ramírez (líbero) -equipo inicial- Noemí Coloma (-).
CV Las Palmas: Rivero (20), Nsunguimina (7), Gadelha (17), Rodríguez (2), Delgado (6), Gonzçalves (16), Rojas (líbero) -equipo inicial- Valle (2) y Francesco (3).
Árbitros: Fernández y Tuya
Parciales: 25-20 (25 minutos); 25-19 (22 minutos); 25-27 (28 minutos); 23-25 (28 minutos) y 15-10 (15 minutos).
DIEGO ALMENDRES / Burgos
No hay día tranquilo para el UBU en una temporada en la que parece abocado a jugarse los cuartos un día sí y otro también en el quinto set. Esta vez, la pesadilla del desempate acabó en alivio, si bien las locales dejaron una sensación agridulce a lo largo de un partido en el que desperdiciaron una renta de 2-0.
Ya el primer set dejó fría a la parroquia. El UBU no tuvo continuidad, lastrado por los errores puntuales y la fe de un Las Palmas que supo aprovechar cualquier resquicio para mantenerse con opciones.
Las verdinegras necesitaron poco para hacerse con las riendas en el marcador. El 6-3 fue un buen presagio y la ventaja creció casi por inercia hasta el 11-5. Las visitantes se temieron lo peor y pronto reaccionaron, apoyadas en la intermitencia de un UBU a medio gas.
Mantuvo el colchón adquirido, pero después de que el 18-13 diera paso al 19-17, José Miguel Pérez llamó a capítulo a las suyas. Por fin, el UBU se mostró decidido a sentenciar y apretó hasta firmar el 25-20.
Encarrilada la situación, se trataba de evitar sobresaltos en el futuro. Otra vez, las locales aprovecharon el arranque del segundo parcial para abrir una brecha (6-2). La recepción visitante hacia aguas, pero las canarias competían con solvencia cada vez que el UBU bajaba el pistón (8-7). Y es que las burgalesas seguían sin soltar su mejor versión y necesitaban cortar la insurrección naranja.
Supo enderezar a tiempo la situación el equipo local, cómodo cuando Soraya y Regi golpeaban a placer. El 13-8 se presentaba decisivo para la suerte de la manga pero, en el fondo, al CV Las Palmas le convenía el ritmo lento de un partido que sería verdinegro en el momento en el que subiera las revoluciones. Paso a paso, las de Pérez se acercaban al objetivo a falta del remate final (19-15). Así, llegó el hundimiento naranja con un parcial de 4-0 decisivo para el momentáneo 2-0 (25-19).
Sólo quedaba la guinda del pastel, aunque el 1-5 con el que arrancó la tercera manga alimentaba la ilusión insular. No estaba para arrebatos el combinado de El Plantío, al que le tocaba remar contracorriente (8-13). Todo le salía mal a las burgalesas. Los remates, los bloqueos, nada sonreía a las locales y algo había cambiado en el conjunto visitante. Sin embargo, Soraya acudió al rescate y con el 14-15 todo apuntaba a que la tormenta había cesado.
La brasileña guió a las suyas, pero el UBU se empeñó en volver a la senda del error cada vez que llamaba a las puertas del rival. El 20-20 dio una nueva opción a las verdinegras, aliviadas con el 22-20. De nada le sirvió, puesto que la iniciativa era naranja. Las Palmas dispuso de tres bolas de set hasta que consiguió forzar la cuarta manga con un nuevo fallo local (25-27).
Estaba tocado el cuadro burgalés, inmerso en una espiral negativa de la que debía escapar cuanto antes. Y es que el arranque del nuevo parcial evidenció una pájara que situaba un peligroso 8-11. Otra vez al borde del abismo, la sombra del tie break comenzaba a cernirse sobre El Plantío.
Hacía tiempo que Pérez apostó por Coloma en el puesto de colocadora, pero los problemas persistían con el 12-16. Ni siquiera un parcial de 4-0 que situaba el 17-17 dio alas a un UBU abocado a sufrir con el 17-20. Llegó el momento castellano con ventajas mínimas (22-21 y 23-22) reducidas en un sprint final en el que las naranjas volvieron a imponer su acierto.
Quedaba por ver cómo respondería el cuadro burgalés en el tie break después de todo lo ocurrido y con los antecedentes vividos a lo largo del curso. El marcador sonreía de nuevo a las insulares con el 1-5 y el guión apuntaba a un nuevo tropiezo en el desempate, aunque en el vaivén característico de los últimos sets dio un respiro a El Plantío con el 6-5.
Todo podía suceder a estas alturas de la película, pero las de Pérez por fin se hicieron el mando del partido con el 12-8. El UBU había encontrado su mejor nivel en el momento oportuno, soltó toda la rabia y liquidó el partido con un punto de Sara González. Al menos, todo acabó con una sonrisa.