El Correo de Burgos

FÚTBOL / tercera División. Grupo VIII

Al Burgos CF le pintan la cara

El equipo que entrena Carlos Tornadijo vuelve a caer ante un rival directo y abandona la primera posición de la tabla

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Burgos

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BURGOS CF    1

GIM. SEGOVIANA    3

Burgos CF: Aurreko, Urbano, Herrero (Jaime, min. 56), Colina, César (Espinosa, min. 75), Maureta, Lobera, Sergio Torres, Hugo Salamanca, Guille (Javi Ramos, min. 64) y Troiteiro.

Gimnástica Segoviana: Durán, Ramses (Manu, min. 85), Chus, Chema, Anel, Ricardo, Mariano (Agustín, min. 93), Dani (Rubén, min. 91), Víctor Pérez, Maikel y Pablo Morales.

Árbitro: Rodríguez Cayetano (Salamanca). Mostró tarjeta amarilla al local Lobera, así como a los visitantes Ramses y Maikel.

Goles: 0-1, min. 15: Pablo Morales. 1-1, min. 48: Troiteiro. 1-2, min. 54: Pablo Morales. 1-3, min. 80: Dani.R. MENA / Burgos

Era un partido clave, más después de perder hace una semana en Villaralbo, otro rival directo. Se medían primero y segundo y había algo más que tres puntos en juego. Pero el Burgos CF se volvió a ver superado por las circunstancias. Y no es la primera vez que le ocurre. La Gimnástica Segoviana le dio una lección de fútbol, venció por 1-3 y fue siempre superior a los de casa. Utilizando una expresión muy argentina, le pintaron la cara. Cada vez es más evidente que este equipo en cuanto se encuentra un oponente de verdad se convierte en una caricatura. Tiene un problema y es que un aspirante a todo hecho a base de talonario y que ha escogido minuciosamente a cada uno de sus integrantes no puede perder dos encuentros consecutivos en el grupo VIII de la Tercera División, encajando 5 goles y ante dos rivales directos.

Aglutinar talento en el once inicial no es suficiente para doblegar a oponentes del nivel de la Segoviana. Hace falta algo más y por el momento el Burgos CF no lo muestra. La calidad individual sirve para vencer a equipos menores cuya única coincidencia con el equipo blanquinegro es que militan en la misma categoría, pero cuando llega un test serio...

La Segoviana, plagada de jugadores veteranos y curtidos en mil batallas, tuvo muy claro desde el principio cómo hacer daño a la escuadra de Tornadijo. Se adueñó del balón y controló el partido durante los 90 minutos. Ni tan siquiera cuando una jugada individual de Troiteiro empató el marcador, los visitantes dejaron de hacer su juego y fruto de ello llegó el segundo y el tercero.

Los de casa acabaron desquiciados, sin argumentos, con un juego deslavazado y dando una paupérrima imagen. El encuentro debía servir para disipar las dudas generadas en Villaralbo. Lo único que quedó claro es que el equipo no funciona cuando enfrente tiene contrincantes de cierta entidad. Por este motivo la grada se pregunta qué va a ser de este Burgos CF en el play off, donde, como mínimo, los rivales serán como la Segoviana.

Asegura Tornadijo que el equipo ahora debe rearmarse moralmente para acabar alcanzando el objetivo del primer puesto. Lo negativo es que ya se han jugado 30 jornadas y el margen de error es cada vez más pequeño. Las sensaciones no son buenas y la solución debe llegar de forma inmediata.

La derrota deja al Burgos CF en el segundo puesto de la clasificación a un punto de la Segoviana (más el average) y con la misma distancia sobre el Villaralbo (que también tiene el average a su favor). Pensar en el primer puesto no es ninguna utopía cuando restan 8 encuentros por disputar, aunque lo más preocupante es que el equipo no acaba de carburar y la hora de la verdad está cada vez más cerca.

En muchas ocasiones el Burgos da la sensación de ser un equipo sin alma, al que le cuesta competir y eso se paga pese a contar con una plantilla plagada de hombres de calidad.

Desde el inicio del choque se pudo comprobar que el conjunto visitante estaba mejor plantado sobre el terreno de juego. Paco Maroto sabía que el dominio en la medular y el balón eran ingredientes indispensables si quería conseguir la victoria. Dicho y hecho.

El Burgos no era capaz de frenar a su oponente  y después de que el balón merodeara con peligro las inmediaciones de Aurreko llegó el primero en un saque de esquina. Los blanquinegros no supieron defender el lanzamiento y Pablo Morales en el área pequeña marcaba el 0-1.

El choque se complicaba sobremanera, más cuando el que estaba enfrente era un equipo del nivel de la Segoviana. Dos minutos después del tanto Anel tuvo otra buena ocasión, aunque su disparo se fue arriba.El Burgos no encontraba el norte, estaba a merced de su oponente, aunque con el paso de los minutos mejoró, aunque el control del juego seguía en manos visitantes.

De esta forma, Hugo Salamanca tuvo una buena opción en un saque de esquina (minuto 25) después de que Colina tocara el balón en el segundo palo, pero su cabezazo fue demasiado flojo como para sorprender a Durán.

Guille en el 31 también gozó de otra oportunidad excelente para empatar. Se revolvió en el área a la perfección, pero su remate lo taponó el guardameta segoviano. Poco después Hugo Salamanca se quedó cerca del gol. En esta ocasión su buen cabezazo se topó con una gran intervención de Durán.

El Burgos había sido capaz de generar tres buenas ocasiones, aunque habían sido acciones aisladas, ya que seguía sin carburar. Para concluir la primera mitad Dani puso a prueba a Aurreko y el vasco demostró su valía.

Llegaba el intermedio y las dudas no sólo no se habían disipado, sino que eran mayores. Los aficionados se miraban entre ellos para tratar de buscar una explicación y en el palco los directivos fruncían el ceño.

En los primeros compases de la reanudación una acción eléctrica de Troiteiro igualó la contienda. El manchego se fue de su par y al llegar al área soltó un zapatazo que acabó en el fondo de la red. Suponía un soplo de aire fresco, no sólo porque suponía el empate, sino porque devolvía la esperanza a la parroquia local, que confiaba en que cambiaran las tornas. Se equivocaba.

La Segoviana no cambió su planteamiento, siguió a lo suyo, a tener el balón, a mover al Burgos y a tener su mejor opción. No tardó en volver a golpear: Corría el minuto 54 cuando el lateral Chus puso un buen balón en el área, apareció otra vez Pablo Morales en el segundo palo, superó a Urbano y puso el 1-2 en el marcador.

Este tanto desmontó definitivamente a los de casa en la misma medida que hizo crecer a los de Segovia. Llegaron las prisas, la escasez de ideas, los malos modos, el teatro visitante y la impotencia local. El Burgos comenzó a abusar del juego directo y quedó totalmente a merced de su rival. Sólo una acción individual o de estrategia podía arreglar el desaguisado, aunque el panorama en vez de mejorar empeoró.

La Segoviana, con todo a favor y con mucho más criterio que su oponente, hizo el tercero en el 80. Dani recibió en la frontal, se giró y batió a Aurreko de disparo raso y muy ajustado al palo. Todo el pescado estaba vendido y hubiera sido bueno para los de casa que el colegiado hubiera pitado en ese instante, ya que a partir de ahí el esperpento fue continuo.

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