El Correo de Burgos

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Scifo ya ve la luz

Desde su llegada en el mes de enero ha aportado muy poco, aunque el domingo se reivindicó con un importante gol ante el Aguilar que además supuso la vuelta al liderato. «Estaba impaciente y agobiado», reconoce

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R. MENA / Burgos

Scifo llegó a Burgos avalado por su excepcional golpeo de balón y con la misión de que la medular blanquinegra diera un salto cualitativo. Debutó de inmediato y es que en el partido ante el Atlético Bembibre (6 de febrero) jugó unos minutos, para posteriormente disputar más de tres cuartos del partido de Copa Castilla y León ante la Ponferradina. Un problema en los gemelos y la evidente falta de ritmo le sacó de las convocatorias y tampoco en el primer partido con Julio Bañuelos en el banquillo se hizo un sitio entre los 16 elegidos. Pero fue una de las sorpresas de la expedición que viajó a Aguilar y cuando peor pintaban las cosas para el equipo confirmó que su potencial a balón parado no era un invento. Logró el gol que dio una importante victoria al Burgos CF y que además le devuelve al liderato tras el empate de la Segoviana.

«Más no se puede pedir», asegura el protagonista, que ayer vivió su día más feliz desde que es blanquinegro. Cuando se le pregunta si sentía presión responde de forma tajante con un no, aunque posteriormente reconoce que tenía cierto sentimiento de desazón por la situación. «La presión que tenía es la misma que la de cualquier otro jugador del Burgos CF que sabe que está obligado a ser primero y ascender, pero sí es verdad que estaba impaciente y agobiado con lo que estaba sucediendo. Espero que este gol me dé confianza», explica Scifo.

No llega a reconocer que ha sufrido en los últimos meses, aunque acaba asumiendo que no ha sido su mejor época. «No lo he pasado bien. Han surgido demasiadas cosas que me han impedido aportar mi granito de arena, no he podido ayudar al equipo y eso nunca gusta», señala.

Sabe que llega la fase final de la temporada, la hora de la verdad y el gol del domingo cree que la aportará «confianza» y también le permitirá afrontar los próximos entrenamientos y partidos «con la moral alta». «Las sensaciones siempre han sido buenas y dentro de lo que cabe estaba tranquilo. Lo cierto es que no he tenido suerte y desde el principio surgieron los problemas. No obstante, tenía muy claro que me llegaría la hora de poder ayudar e insisto que este gol hará que esté más tranquilo», expone el futbolista.

Tiene muy claro que tiene que seguir con la misma actitud y seguirá trabajando «a tope para ponérselo difícil al entrenador. «Está claro que los que no jugamos tratamos de buscar una oportunidad para tener más minutos. Lo cierto es que existe mucha competencia en el puesto de medio centro, aunque ocurre lo mismo en todas las posiciones. El Burgos tiene una gran plantilla, muy compacta y eso es muy bueno para todos», sostiene Scifo.

Con la sartén por el mango

La victoria ante el Aguilar hace que el Burgos CF vuelva a depender de sí mismo. Scifo siempre confío en las opciones del conjunto burgalesista y asegura que estaba «difícil, pero no imposible». Cree que la receta más acertada a partir de ahora es seguir tomándose los partidos que restan «a tope». «Hay que pensar que nos quedan cuatro finales por disputar y ahora con mayor confianza las tenemos que sacar adelante», comenta.

Las dos victorias blanquinegras y los dos empates de la Segoviana han provocado que todo vaya sobre ruedas tras la llegada de Julio Bañuelos. Scifo recuerdo que ya con Carlos Tornadijo estaban «trabajando bien» y que la situación actual es también fruto de «otras coincidencias» ajenas al Burgos CF. No obstante, reconoce que el relevo en el banquillo ha provocado un aumento en la motivación de la plantilla.

«Es algo que siempre suele suceder, ya que se puede decir que cuando llega otro técnico todos partimos de cero y el que no juega trabaja para hacerlo. Además, la plantilla sabía que tenía que reaccionar y lo ha hecho, a lo que hay que añadir el trabajo del entrenador», explica.

Scifo sólo piensa en la Ponferradina B, rival ente el que el cuadro burgalés vuelve a estar obligado a conseguir los tres puntos si quiere mantener su privilegiada situación. Recuerda que la fórmula para lograr un nuevo triunfo ha quedado muy clara en los dos últimos encuentros. «El entrenador ha insistido mucho desde su llegada que tenemos que ponernos el mono de trabajo. Hay que afrontar cada partido como si fuera el último y luego la mayor calidad que se le supone al Burgos CF

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