El Real Burgos parte de cero

DIEGO ALMENDRES / Burgos

Después de permanecer 16 años en barbecho, el Real Burgos es, de momento, terreno abonado por y para nostálgicos. El corazón rojipardillo aún late y a partir de esta temporada 2011/2012 lo hará con fuerza en su intento por recuperar el pulso a la actividad propia de un club de fútbol. Así, las camisetas rojas volverán a saltar a un terreno de juego el próximo 25 de septiembre con el inicio del curso en la Liga Provincial.

Atrás quedan todas las penurias vividas desde que El Plantío se despidiera de la Primera División hace dos décadas. La decadencia deportiva, social y, sobre todo, económica sumió a la entidad en un estado de emergencia que toca a su fin. Entonces, sólo quedaba una respuesta diferente a la disolución del Real Burgos y esa era 'hacerse el muerto'. Hoy sólo hay cabida para el futuro.

Juan Antonio Gallego ha seguido al frente del proyecto en la sombra y ahora lidera este nuevo intento. El Real Burgos vuelve a entrenar de la mano de Alfonso García en el banquillo y de José María Carazo en la secretaría técnica. La nueva aventura contará con un presupuesto de 38.000 euros toda vez que Gallego anuncia el saneamiento total de las cuentas. «Se parte de cero. Algunas cuestiones las hemos resuelto por vía judicial contra mi persona y otras las curó el tiempo. Quizá 16 años son demasiados, pero en este tiempo hemos pasado de 600 millones de pesetas de deuda a estar limpios», destaca.

«Este es el Real Burgos de siempre», subraya una y otra vez el empresario. «Con sus colores y su himno», insiste. También con sus más de mil accionistas y dueños de antaño. Sin embargo, toca renovar los datos administrativos del 'censo', por lo que el sitio web www.realburgos.es se convierte en una herramienta de comunicación fundamental en este particular resurgir. Tanto, que desde la página los aficionados podrán retirar su carnet de simpatizante.

El Real Burgos competirá como local en las instalaciones de Pallafría con el objetivo de «aspirar a lo máximo». El salto a Regional es la ilusión de los responsables porque «el nombre obliga» y para ello el club se ha puesto en manos de Alfonso García  y de José María Carazo. «Me preocupa no defraudar», explica Gallego.

Los técnicos trabajan contrarreloj para acoplar las piezas del nuevo equipo, el cual cuenta por el momento con 26 jugadores. «Tenemos que darnos prisa, pero creo que es un proyecto ilusionante», destaca García, argumento apoyado por Carazo. «Hemos encontrado dificultades por la falta de tiempo, pero apostaremos por un plantel que reúna juventud y veteranía», explica.

Mientras el Real Burgos asienta las bases directivas y deportivos de esta etapa, el conjunto rojipardillo cuenta con la colaboración de un histórico como es Eduardo Canas. La misión de este clásico del club será la de «apoyar al presidente» en este momento en el que la «humildad y la tranquilidad» son clave para el buen funcionamiento. «Pedimos el apoyo de Burgos porque esta camiseta es nuestra, la de todos», señala.

¿Cómo convivirán en el siempre complejo escenario futbolístico local el Burgos CF, el Burgos Promesas y el Real Burgos? De momento, Gallego destaca la respuesta encontrada desde el Ayuntamiento de Burgos, dueño del 27 por ciento del accionariado. Este primer paso se completará con el gesto de buena fe protagonizado por los rojipardillos, quienes han planteado al Burgos CF la disputa de un partido amistoso en El Plantío. «No queremos batallitas. Debemos dedicarnos a lo nuestro y colaboraremos con todas las entidades. Las respetaremos como esperamos que nos repeten a nosotros», insiste Canas.