El Correo de Burgos

>BALONCESTO / Presentación Autocid Ford Burgos

La fiesta duró hasta que quiso el Caja Laboral

El Autocid regaló un gran primer cuarto, pero en cuanto el Caja Laboral le vio las orejas al lobo se puso apleno rendimiento y cerró el choque

Burgos

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AUTOCID FORD    66

CAJA LABORAL    83

  

Autocid Ford Burgos: Dani López (10), Rafa Huertas (2), Marcus Vinicuis (6), Jerome Tillman (26), Darren Phillip (12) –equipo inicial-, Mateo Kedzo (3), Chus Castro (5), Juan Alberto Aguilar (-), Ross Schraeder (4).

Caja Laboral: Pau Ribas (17), Brad Oleson (20), Milko Bjelica (13), Mirza Teletovic (21), Albert Moncasi (4) –equipo inicial-, Vanoostrum (-), Matías Nocedal (-), Álex Llorca (4), Stevan Milosevic (4) y Calbarro (-).

Arbitros: De la Maza, García y Sacristán. Sin eliminados.

Parciales: 22-15, 36-39 (descanso), 51-66 y 66-83 (final).

R. MENA / Burgos

El Autocid tuteó e incluso superó en el arranque del partido al Caja Laboral, pero en cuanto los de Vitoria comprobaron que de no ponerse las pilas podían salir trasquilados de El Plantío, llegó la cruda realidad y, pese a las ausencias, el equipo de ACB impuso su mayor calidad. En el minuto 14 los de casa conseguían la máxima diferencia a su favor, 15 puntos (30-15). Fue entonces cuando en las filas vascas saltaron todas las alarmas y el partido cambió de signo de forma radical. El Baskonia se apoyó en una gran defensa y dejó que su talento hiciera el resto.

Pese a todo, el conjunto burgalés regaló a la afición un primer cuarto de hora espectacular, aunque el bajón de su rendimiento provocó que hubiera fases del partido en las que  les costara horrores anotar.

Cuando el equipo visitante se puso a pleno rendimiento los de casa sufrieron, perdieron frescura y como consecuencia la estela de su oponente en el marcador. El conjunto vitoriano fue de menos a más y sentenció el partido en el tercer acto y en el inicio del cuarto. Los Teletovic, Oleson o Ribas fueron demasiado para un Autocid en plena fase de acoplamiento.

El equipo transmite buenas sensaciones y tras este último amistoso tiene ante sí el mayor reto de su historia. El listón está situado lo más alto posible, aunque todo indica que existen mimbres suficientes para, por lo menos, ser uno de los claros aspirantes al primer puesto. Después, la competición pondrá a cada uno en su sitio.

Un gran inicio

Autocid comenzó el choque con mucho ritmo y con un Darren Phillip muy entonado. Los de casa hacían de la movilidad una de sus mejores armas ante un rival con más centímetros y kilos. El conjunto burgalés no entendía de jerarquías y dominaba con desparpajo el partido y el marcador para algarabía de las gradas. Tras el 8-8 llegó un parcial de 7-0 que permitió a los de Casadevall tomar ventaja.

Dusko Ivanovic no lo veía claro y a falta de poco más de dos minutos para el final del primer cuarto pidió su primer tiempo muerto. Phillip podía siempre con Teletovic (llevaba ya 8 puntos), mientras que Tillman y Vinicius también hacían daño. Una contra  de libro que culminó el hispano brasileño con una espectacular bandeja ponía el 22-12 en el marcador, máxima hasta ese momento. Antes de que llegara el descanso Pau Ribas maquilló el electrónico con un triple que dejaba unos guarismo de 22-15 tras los primeros diez minutos de partido.

Autocid había sido superior y Phillip se había convertido en su mejor estilete, aunque empezó mejor de lo que acabó. La escuadra local se exhibía para disfrute de un público que se frotaba las manos pensando en la temporada que le espera.

En el inicio del segundo acto, el equipo de Casadevall seguía siendo superior ante un oponente que parecía sorprendido por las circunstancias. Dos triples consecutivos de Tillman y Castro pusieron en el marcador el 30-15. La distancia era considerable e inesperada pese a que a que al Caja Laboral le faltaran algunas de sus mejores piezas.

Fue entonces cuando surgió Oleson y al Baskonia le cambió de cara. De repente comenzó a tenerlo todo mucho más claro, a apretar en defensa y anotar fácil. Llegó un 0-13 de parcial y del 30-15 se pasó al 30-28. La alegría que había mostrado el cuadro local en anteriores minutos había desaparecido y cada vez le costaba más anotar.

Así las cosas, cuando restaban 3:30 para el descanso un triple de Teletovic  dio la vuelta a la tortilla y permitió a los alaveses ponerse por primera vez por delante (32-33). La bestia se había despertado y el panorama se complicaba. Los de Vitoria defendían duro y a los azulones les costaba ver aro cada vez más. Se llegó al descenso con un marcador apretado, 36-39, aunque con la sensación de que si el Caja Laboral no baja el pistón el triunfo estaría complicado. El parcial en los últimos seis minutos había sido de 6-24, lo que dejaba muy claro lo ocurrido.

La reanudación comenzó más igualada. El intercambio de canastas se convirtió en protagonista, aunque a Autocid le faltaba frescura, mientras que su oponente jugaba muy seguro de sí mismo. Las dudas que le habían asaltado en el inicio del choque habían desaparecido y los de casa sufrían para mantenerse a su rueda.

El conjunto burgalés quería, pero el Caja Laboral marcaba las distancias y, aunque no acababa de romper el partido definitivamente, mantenía a Autocid a raya con Teletovic, Oleson y Ribas como hombres más destacados. Los de vitoria consiguieron la máxima diferencia en el tramo final de esta tercer cuarto con el 50-66. Tillman maquilló con un tiro libre antes del final de esta manga.

La escuadra vasca parecía inaccesible y es que la efectividad que había mostrado el equipo de El Plantío en los primeros minutos ya no existía, a lo que había que añadir que su rival se había ido asentando y había mejorado poco a poco su rendimiento. El partido se rompió definitivamente en los primeros compases del cuarto final. Dos triples consecutivos de Oleson ponían el marcador en 51-72. La remontada era una utopía. Sólo quedaba acabar el choque de la mejor forma posible. Tillman cogió el mando y engordó sus estadísticas y a su vez evitó que la diferencia fuera escandalosa. No obstante, el Caja Laboral siguió a lo suyo hasta la bocina final.

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