Examen ante un duro oponente

R. MENA / Burgos

El comienzo de Liga para el Burgos CF ha sido accidentado. El equipo no convence, es penúltimo en la tabla y transmite demasiadas dudas. Esta tarde (El Plantío, 18,00 horas) necesita sumar los tres puntos y reconciliarse con una afición que no se quería creer lo que vio ante el Sestao River en el último partido que jugaron en casa los blanquinegros. Aunque el rival de turno, el UD Logroñés, no parece el más apropiado para remontar el vuelo y lograr una inyección de moral y confianza.

Julio Bañuelos asegura que tendrán enfrente a una de las mejores plantillas del grupo, aunque los riojanos tampoco han comenzado la competición como esperaban. Cuentan con 5 puntos y desde que vencieron al Sestao River en Las Gaunas en la primera jornada, no han vuelto a ganar.

Según el entrenador burgalesista se trata de un conjunto «completo», con rapidez y habilidad en sus bandas y hombres de calidad por dentro. Es uno de los aspirantes a todo en este grupo II, aunque por el momento no ha encontrado el camino para plasmar sobre el terreno de juego todo su potencial.

«Sabemos que es un partido complicado, ya que tendremos enfrente a un gran rival, aunque contaremos con nuestras opciones. El objetivo es que el equipo siga mejorando y pueda mantener lo que expuso en Lezama, aunque puliendo los errores. Espero que tengamos un poquito más de suerte», comenta el preparador burgalés.

Tanto la plantilla como el cuerpo técnico saben que están en deuda con la afición y reconocen que en el choque ante el Sestao River no estuvieron a la altura de las circunstancias. Se quieren redimir ante los suyos y de paso conseguir una victoria que sería balsámica, ya que el calendario que tienen por delante en el próximo mes y medio es más que complicado (tras esta partido visitarán de forma consecutiva al Lemona y al Eibar, recibirán al Salamanca, viajarán a Ponferrada, para posteriormente recibir enEl Plantío al Mirandés).

Julio Bañuelos tiene muy claro que no pueden volver a fallar y asegura que en el duelo de esta tarde el perdedor quedará «tocado». El ambiente en el entorno del Burgos CF está enrarecido y una nueva derrota podría tener consecuencias. El rumbo del equipo se ha torcido a las primeras de cambio, aunque desde el cuerpo técnico recurdan que la Liga es «una carrera de fondo» y que de momento están cumpliendo «con las expectativas, salvo en el partido ante el Sestao».

Uno de los problemas para Bañuelos será recomponer la defensa. Con Urbano y Carracedo sancionados, los dos únicos laterales con los que cuenta la plantilla, el de Miranda deberá recomponer la retagurdia, una línea que no acaba de funcionar como debiera.

La buena noticia es que Gonzalo está recuperado y que jugará, aunque el problema es que los cuatro defensas disponibles son centrales. Todo indica que José Rodríguez jugará en el lateral izquierdo, mientras que quizás sea Gonzalo el que tenga que adaptarse a la banda derecha. Ante esta situación Colina y Castells serían los centrales, aunque quizás el segundo tenga que esperar su turno en el banquillo y sea Maureta el que retrase su posición, con lo que Sergio Torres entraría en el eje de la medular junto a Elías. Addison es un fijo en la delantera, mientras que Yavhé y Troiteiro también parece que tienen un hueco seguro, mientras que posteriormente Lobera, Goku e incluso Rufino pelearán por el puesto que resta.

Todo indica que el UD Logroñés  no llegará a El Plantío para encerrarse, sino que pretenderá hacerse con el balón y tratar de aprovechar sus bazas. Cuenta con futbolistas con un gran talento y uno de sus mayores peligros puede recaer en las bandas, más cuando el Burgos CF se deberá ‘inventar’ los dos laterales. Hombres como Dañobeitia o De Paula pueden hacer mucho daño si la defensa blanquinegra no está fina.