A perro flaco...

SD LEMONA    1

BURGOS CF    0

SD Lemona: Alcalde, Piette, Seguín, Gorka (Uranga, min. 58), Gurrutxaga, Bilbao, Solaun, Borja Navarro (Dani Suárez, min. 79), Rojas, Txopi (Rebollo, min. 62) y Orbegozo.

Burgos CF: Aurreko, Urbano, Colina, Gonzalo, Carracedo, Maureta, Elías, Lobera (Troiteiro,. min. 60), Espinosa (Torres, min. 75), Yahvé (Rufino, min. 46) y Addison.

Árbitro: Conejo Rodríguez (colegio catalán). Amonestó por parte local a Gorka, Seguín, Txopi y Gurrutxaga; por parte visitante a Colina. Expulsó por doble amarilla al visitante Gonzalo  en el minuto 70.

Gol: 1-0, min. 81: Orbegozo.Lemona

El Burgos volvió a perder pese a que fue en varias fases del partido mejor que su oponente. Supo adaptarse a las circunstancias a la perfección y tuvo mejores ocasiones para adelantarse, pero acabó cayendo en Arlonagusia y jugando en inferioridad los últimos 20 minutos. El pan nuestro de cada día. La historia se volvió a repetir y los blanquinegros sumaron su quinta derrota liguera, la cuarta consecutiva, lo que les deja tocados en la tabla clasificatoria.

A perro flaco todo son pulgas y el cuadro blanquinegro lo volvió a comprobar. Falló un penalti en la primera mitad, le anularon un gol por un fuera de juego inexistente y se quedó son diez jugadores en el 70 por una rigurosa amarilla a Gonzalo. El Lemona supo aprovechar una de las escasas opciones ofensivas de las que dispuso para vencer y dejar con cara de tontos a los de Burgos.

Lo cierto es que las sensaciones que transmitió el equipo fueron buenas, aunque su falta de contundencia tanto en su área como la del rival evitó que acabara sumando. El panorama sigue siendo complicado y no sólo por la situación deportiva, sino por el conflicto interno que existe en el club. No se puede descartar nada  y pese a que el equipo dio la cara puede pasar cualquier cosa.

Fueron los blanquinegros los que dispusieron de la primera ocasión de peligro cuando sólo habían transcurrido dos minutos de partido. En una jugada de estrategia Colina lo tuvo todo a favor para abrir el marcador, pero su cabezazo se fue desviado. Esta primera oportunidad permitió a los castellanos comenzar con buen pie, lo que le otorgó una buena dosis de confianza. A lo largo de la semana el cuerpo técnico había insistido a los suyos en que la concentración y la agresividad iba a ser primordial para conseguir un buen resultado y el equipo lo llevaba a cabo con eficacia.

El Burgos no era ese conjunto timorato de otras tardes, estaba perfectamente adaptado  y mantenía lejos de los dominios de Aurreko la pelota. Pese a que daba la sensación de que los de Bañuelos tenían el partido controlado, no acababan de llegar con peligro a la meta de  Alcalde. El Lemona no estaba cómodo, aunque a los burgalesistas les faltaba una vuelta más de tuerca para llevar la manija del choque. El encuentro era el esperado. Las caídas, las disputas y el juego físico eran protagonistas.

Penalti fallado

El partido discurría con una tremenda igualdad, aunque en el 32 el Burgos CF dispuso de una gran ocasión para conseguir la delantera en el electrónico. Espinosa fue a controlar un balón en el área y Gorka Martínez se lo llevó por delante de forma inexpicable. El colegiado pitó penalti y Yavhé fue el encargado de ejecutar la pena máxima. Pero Alcalde le ganó la partida al blanquinegro para desconsuelo de los visitantes.

El conjunto de El Plantío tropezaba otra vez en la misma piedra y al igual que le sucediera en Lezama desaprovechaba una gran ocasión para hacerse con el mando del partido. El guión del juego no cambió y era el Burgos el que buscaba con más insistencia la puerta contraria, aunque sin acierto.

Al borde del descanso, en una jugada de estrategia, los vizcaínos tuvieron una buena ocasión, aunque Colina estuvo más rápido que Rojas, que remató, pero el central cántabro tapó perfectamente su disparo para enviarlo a saque de esquina. Sin más, se llegó al final de los primeros 45 minutos. El Burgos realizó un buen trabajo en la contención y además tuvo una inmejorable ocasión para ponerse por delante, pero le faltó puntería.

Bañuelos quiso dar más mordiente a su equipo con la entrada de Rufino en el descanso en lugar de Yavhé, aunque la primera ocasión fue para los vascos. Corría el minuto 51 cuando Oinatz se encontró un rechace en el área tras una estrategia y su disparo tuvo una gran respuesta por parte de Aurreko. Dos minutos más tarde otra vez tuvo que ser el portero vasco el que salvara los muebles a disparo de Borja Navarro.

El Burgos había saltado al terreno de juego dormido y el Lemona apretaba con sus armas. En dos estrategias había gozado de dos grandes ocasiones y el balón estaba demasiado por el área de Aurreko, algo que los blanquinegros sabían que tenían que evitar. Era necesario que el partido cambiara, de lo contrario el cuadro castellano lo iba a pasar muy mal.

La respuesta burgalesa llevó la firma de Rubén Espinosa, a quien Rufino le dejó un buen balón en el área. El burgalés disparo duro, pero Alcalde estuvo atento y logró despejar el esférico. La segunda parte era más abierta que la primera y a renglón seguido Aurreko tuvo que salir fuera del área para obstaculizar un remate de Txopi.

En el 65 Rufino logró batir a Alcalde, aunque el colegiado pitó un fuera de juego a todas luces inexistente y evitó que el Burgos CF se adelantara en el marcador. El Lemona había perdido gas después de su buena salida y era otra vez el cuadro blanquinegro el que mandaba, aunque ese dominio debía de trasladarlo al marcador.

Cuando parecía que el Burgos podía lanzar el asalto definitivo al partido, llegó la expulsión de Gonzalo (minuto 70) en una falta en el centro del campo sobre Orbegozo, que el central aseguró que no existió. Otra vez el conjunto burgalés le tocaba jugar en inferioridad por tercer partido consecutivo y además perdía uno de sus mejores efectivos en el juego aéreo.

El Lemona, que parecía tocado, tomó aire y se hizo de inmediato con las riendas del choque. Maureta pasaba al centro de la zaga y Troiteiro debió dar un paso atrás en su posición. Sergio Torres entró en lugar de Espinosa y de esta forma Bañuelos recolocaba a los suyos. Tocaba apretar los dientes, aunque el cuadro vasco no acababa de poner en aprietos a Aurreko, aunque lo cierto es que el Burgos había perdido fuelle en ataque.

El golpe definitivo para los de Burgos llegó en el 81 en la enésima estrategia. El balón quedó sin dueño en el área, pero los de Lemona estuvieron más listo y Orbegozo fusiló a Aurreko para poner muy cuesta arriba el partido para los de Bañuelos. El conjunto de la ribera del Arlanzón lo intentó a la desesperada en los últimos minutos con Colina como delantero centro, pero todos sus esfuerzos fueron baldíos y el marcador no se movió.