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El Mirandés regala otra noche mágica

Pasó por encima del Racing de Santander en la primera mitad y luego supo aguantar cuando su oponente mejoró

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Burgos

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CD MIRANDÉS    2

RACING DE SANTANDER    0

CD Mirandés: Adrián, Garmendia, Raúl García, Corral, Caneda, Martins, Muneta (Aitor Blanco, min. 75), Natxo Garro, Borrell (Mujika, min. 55), Pablo y Alain (Lambarri, min. 65).

Racing de Santander: Mario, Picón, Osmar, Torrejón, Christian, Bedia, Diop (Tziolis, min.46), Sampedro, Munitis (Luque, min. 69), Serrano (Ariel, min. 49) y Stuani.

Árbitro: Muñiz Fernández. Mostró tarjeta amarilla a los locales Lambarri, Aitor Blanco y Caneda, así como a los visitantes Picón, Osmar, Munitis y Stuani.

Goles: 1-0, min. 33: Pablo. 2-0, min. 47: Martins.

Miranda de Ebro

Que pase el siguiente... El Mirandés ha comenzado 2012 igual que acabó el año anterior, venciendo de forma clara a todo un Primera División. Los rojillos volvieron a demostrar ayer que están a un alto nivel derrotaron por 2-0 al Racing de Santander. El conjunto que entrena Pouso fue netamente superior a los cántabros en la primera mitad, lo que aprovechó para hacer los dos goles. En la reanudación, la escuadra visitante espabiló, aunque las mejores ocasiones siguieron siendo burgalesas. Pese a que el control en los segundos 45 minutos fue para el Racing, estuvo más cerca el tercero de los de casa que el 2-1.

El CD Mirandés ha dado un paso adelante hacia los cuartos de final de la Copa del Rey, aunque aún le queda rubricar lo conseguido ayer en El Sardinero. Si muestran el mismo fútbol, lo tienen en su mano.

Los rojillos dejaron muy claro desde el inicio que salían a por el partido. Sin complejos, el conjunto de Carlos Pouso se hizo con las riendas del juego y ya en el minuto 1 Pablo tuvo la primera ocasión, aunque su tiro cruzado no encontró portería. La intensidad burgalesa pasaba por encima a un Racing que no acababa de asentarse sobre el terreno de juego. Anduva enloquecía con los suyos y es que simplemente eran mejores que su oponente.

Otra vez Pablo, en esta ocasión en el minuto 12, estuvo cerca de hacer el primero. Borrell puso un buen centro desde la derecha y el burgalés, que le robó la cartera a su par, se quedó a centímetros del tanto. El dominio correspondía a los de casa, que buscaban con ahínco la meta de Mario. Su oponente se limitaba a pegar pelotazos y defenderse como buenamente podía. Como ya ocurriera contra el Villarreal, era complicado adivinar qué equipo era de Primera y cuál de Segunda B.

El éxtasis llegó en el 33, cuando una jugada que comenzó por la derecha acabó en el fondo de la red tras dos rechaces. La defensa cántabra no acertó a despejar la pelota y Alain se la sirvió en bandeja a Pablo para hacer el primero. El Racing de Santander no se lo quería creer, aunque el marcador reflejaba lo que estaba sucediendo sobre el terreno de juego.

La única llegada de los visitantes llegó en el  38, aunque la ocasión para los de El Sardinero fue muy clara. Los mirandesistas no estuvieron finos en la contención y Stuani se plantó solo delante de Adrián, aunque cruzo en exceso la pelota.

Cuando parecía que se iba a llegar al descanso con la ventaja mínima para los de Burgos llegó la enésima perla de Pablo. Volvió a superar a Picón, que en esta primer parte nunca pudo con él, puso un buen balón en el área y Martins llegó desde la segunda línea para marcar a placer. Era la guinda a una gran primera mitad en la que el Mirandés había maniatado a su oponente.

Cambio de guión

En la segunda parte el conjunto santanderino salió de otra forma. Dio una vuelta más de tuerca a su rendimiento y el Mirandés lo notó. Los de Primera avanzaron varios metros su posición y jugaron más cerca del área de Adrián Murcia. Pese a todo, el Mirandés se mantenía firme en las labores de contención, aunque  comenzaba a sufrir.

El escenario había cambiado, aunque los de casa tenían la opción de matar el partido a la contra, ya que su adversario asumía más riesgos. El omnipresente Pablo  estuvo cerca del tercero en el 52, aunque su colocado disparo se fue por centímetros. Lo peor  de todo es que los rojillos habían perdido el control del partido y por consiguiente la posesión.

Pero el conjunto cántabro fue perdiendo fuelle. Mantenía el control, aunque su presión había descendido. Las contras del Mirandés cada vez eran más claras, aunque también los rojillos habían perdido frescura en sus acciones. Pese a todo, las aproximaciones con mayor peligro seguían siendo mirandesistas y en el 70 Mujika desvió un centro chut de Garmendia que a punto estuvo de acabar en la portería de Mario.

El choque ese rompió. El balón pasaba de un área a otra con suma facilidad, pero seguían siendo los de casa los que llegaban con más claridad. De esta forma, en los minutos finales el tercero del Mirandés sobrevoló Anduva. Pablo en el 83 hizo volar a Mario para evitar que un libre directo al borde del área que él había provocado acabara en la red. La respuesta de los racinguistas llegó tres minutos después, pero Adrián estuvo en su sitio y realizó una buena parada tras un disparo cántabro desde fuera del área. La última del partido la tuvo Lambarri, pero el vasco tampoco acertó con la portería de Mario cuando el partido ya agonizaba.

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