Una victoria para sanar las heridas

DIEGO ALMENDRES

Las derrotas hacen mucho ruido. Encadenar tres de forma consecutiva forman un estruendo que altera la tranquilidad y el ritmo normal de los acontecimientos. Autocid necesita silencio y el único remedio válido para templar la incómoda situación actual es acumular victorias de forma inmediata.

Ahora, más que nunca, los burgaleses se centran en el día a día. Ya lo advirtió Andreu Casadevall semanas atrás, cuando parecía que el equipo había encontrado el pulso a la temporada: «Haremos nuestro camino», indicó. De momento, Autocid sólo piensa en avanzar el siguiente paso. Lo necesita. Independientemente del rival y de los problemas acumulados. En estas circunstancias, sólo vale la victoria para despejar la mente.

Cáceres no es, precisamente, el mejor rival para iniciar la escalada. Sin embargo, Autocid da fe de que, en esta LEB Oro, ningún equipo es propicio para apostarlo todo al éxito. El adversario de turno encierra calidad y experiencia para sazonar la herida azulona, pero los burgaleses han agotado el margen de error.

Mallorca, Logroño y Girona han puesto contras las cuerdas a un equipo que debe apretar los dientes, demostrar por qué es uno de los elegidos para la gloria. No se trata de ascensos directos ni de un puesto concreto en el próximo play off de ascenso, sino de recuperar sensaciones y no ceder más terreno frente a los rivales directos de la zona noble.

Aunque el partido de hoy encierre una dificultad invisible a ojos de la clasificación general, Autocid debe ofrecer su mejor versión, esa que dejó satisfecha a su afición el pasado martes a pesar de la desilusión vivida en la Copa Príncipe. Todo eso queda atrás, pero esas sensaciones positivas deben permanecer en el espíritu de un equipo que no podrá contar para el partido de hoy con el concurso de Mateo Kedzo.

Como ocurriera entre semana en Tenerife, el croata verá el partido al otro lado de la pista. Autocid pierde una rotación en un juego interior que descansará sobre las espaldas de Pep Ortega, Jerome Tillman y Darren Phillip, sin olvidar la ayuda extra de Marcus. El catalán ya ha demostrado que su energía es un apoyo importante, pero son el '15' y el '11' quienes tienen la palabra. Ambos, protagonistas en la Copa Príncipe, saben que el equipo les necesita.

Su despertar alivia a un Autocid que aún debe recuperar la mejor versión de otras piezas importantes en el aspecto individual. Entre tanto, el colectivo se prepara para superar a un Cáceres ya adaptado a la incómoda situación que atraviesa desde el arranque de temporada.

No en vano, el proyecto extremeño era uno de los más ambiciosos al comienzo de curso, pero los resultados no han acompañado. Con todo, la llegada de Olmos y Francis Sánchez aporta un salto de calidad a un plantel peligroso que hoy deberá afrontar el partido con la baja de Juan Sanguino en el poste bajo.