El Correo de Burgos

>FÚTBOL / Segunda División B. Grupo II

Crónica de una muerte anunciada

El Burgos CF dio el paso que le quedaba hacia la Tercera / La Real B fue netamente superior a un equipo blanquinegro sin alma, hundido desde el inicio y siempre a merced de su oponente

-

-

Burgos

Creado:

Actualizado:

BURGOS CF    0

REAL SOCIEDAD B    3

Burgos CF: Aurreko, José Rodríguez, Kike Tortosa (Sergio Torres, min. 66); Colina, Castells, Maureta, Yhavé, Chietino, Cabello (José Vega, min. 46), Iray y Arkaitz.

Real Sociedad B: Royo, Pérez, Castañeda,Errasti, Gaztañaga, Etxebeguren, Sangalli (Ozkoidi, min. 67), Ros, Rodríguez (Jonathan, min. 77), Beitia y Hervías.

Árbitro: Areces Franco (colegio asturiano). Mostró cartulina amarilla a los locales José Rodríguez, Maureta y Chietino, así como a los visitantes Etxebaguren y Hervías.

Goles: 0-1, min. 11: 0-1: Hervías. 0-2, min. 21: Rodríguez. 0-3, min. 68: Ozkoidi.R. MENA / Burgos

Guarden los ábacos que no hay más cuentas que hacer. Quedan 18 puntos en juego y el puesto de promoción está a 14. Si a los crudos números se les une un partido paupérrimo en todos los aspectos como el de ayer, lo de pensar en la permanencia es de locos. Ni la fe, ni la esperanza, ni tan siquiera Harry Potter con su varita mágica pueden sacar al Burgos CF de esta. Es lo que el equipo de El Plantío ha ido sembrando a lo largo de una Liga que se va hacer eterna y que probablemente ayer tuvo su epílogo pese a que quedan 6 partidos por disputar.

Este equipo no da más de sí y quizás lo irreal es lo que se ha vivido en anteriores jornadas cuando daba la sensación de ser un colectivo competitivo y que podía tener sus opciones de luchar por la permanencia. Ante la Real B se demostró que ni eso.

El de ayer era el último cartucho que le quedaba en la recámara y en lugar de dispararlo contra el enemigo lo utilizó para quitarse la poca vida que le quedaba. Sus días en la Segunda B se agotan y deberá ir pensando en la Tercera, en las elecciones que deben llegar más pronto que tarde y en definitiva en el futuro de un club saneado en lo económico y enquistado en lo deportivo.

A ese Burgos CF fogoso, intenso y medianamente sólido se le ha acabado la gasolina. Ha regresado a la cruda realidad y, ante un rival inexperto y con el agua al cuello, volvió a evidenciar sus enormes carencias a la hora de competir en la Segunda División B.

La Real Sociedad B le pegó un baile de los importantes y es que como reconoció Álvarez Tomé en la posterior rueda de prensa el filial donostiarra fue siempre superior a los de casa. Los blanquinegros salieron al terreno de juego dormidos, mal situados y para cuando se desperezaron ya tenían dos goles en contra. La espalda de la defensa burgalesa fue un auténtico chollo, sobre todo en la primera mitad, y la calidad de los hombres de ataque de la Real Sociedad B acabó de hacer el roto, que incluso pudo ser mayor.

Lo más triste de todo es que ayer no estaba enfrente un súper equipo (menos mal), e incluso con el partido que realizó el cuadro local, hubo momentos que se pudieron ver las carencias que tiene el conjunto donostiarra, sobre todo defensivas. Pero todo daba igual. El Burgos era incapaz de hacer nada de provecho sobre el terreno de juego, en el que el pundonor de Maureta fue de lo poco que se salvó.

Sólo queda esperar la fecha en la que llegue el descenso matemático, cuando se confirme que todo esto no ha sido un mal sueño, sino una triste realidad que dejará al equipo en Tercera División. Podría llegar incluso el próximo domingo en el Stadium Gal ante un Real Unión que se está jugando la vida y que como se descuide se puede meter en serios problemas.

Es la crónica de una muerte anunciada. De un enfermo que ya desde julio tenía síntomas preocupantes y cuyas dolencias se han ido incrementando hasta que le han quitado la vida. Nadie ha sabido dar con el diagnóstico adecuado y el final ha sido el esperado.

La grada mostró su malestar sobre todo contra la plantilla (también hubo algún grito hacia el palco) y acabó cantando que el próximo partido lo jugara el filial. Varias decenas de aficionados esperaron a los jugadores a la salida del estadio, aunque lo único que hubo fue reproches y algún que otro insulto aislado que no fue a más.

tracking