Autocid se da un respiro

CÁCERES    66

AUTOCID FORD    68

Cáceres: Sergio Olmos (4), José Ángel Antelo (9), Dani Rodríguez (6), Pedro Robles (-), Francis Sánchez (23) -quinteto inicial- Xavi Forcada (2), Juan Sanguino (-), Justin Sedlak (3), Carlos Cherry (9),  Leon Williams (10).

Autocid: Rafa Huertas (7), Darren Phillip (5), Juan Aguilar (8), Ross Schraeder (13), Jerome Tillman (8) -quinteto inicial- Pep Ortega (5), Chus Castro (19), Mateo Kedzo (-), Marcus Vinicius (3).

Árbitros: Morales y Muñoz.

Eliminados: No hubo.

Parciales: 19-19; 34-33 (descanso); 55-52 y 66-68 (final).

Cáceres

Sólo un paso separa al Autocid del objetivo de las semifinales. Todo un mundo, pero insignificante comparado con la responsabilidad que asumió en la tarde de ayer el conjunto burgalés. El triple final de Tillman dio un triunfo que vale oro, éxito certificado por el fallo de un Carlos Cherry que pudo empujar al abismo a los naranjas en el último segundo y medio de batalla.

El base del Cáceres topó con el aro en su intento, un detalle que permite al Autocid garantizarse el quinto partido en casa y ganarse la posibilidad de rematar la faena mañana en un partido que se presenta tan vibrante como el de ayer.

No defraudó el tercer asalto. Áspero, duro, digno de un play off sin un favorito claro todavía después de lo ocurrido en la segunda jornada y a pesar de la ventaja adquirida por los de Casadevall en un final dramático. Autocid siempre encontró aliados a su causa y donde no llegó Schraeder, alcanzó Chus Castro para rematar la faena un Tillman condicionado durante todo el envite por las faltas.

Autocid dio por válido el sufrimiento vivido. Sudó tinta desde el salto inicial y se adaptó como pudo a un partido difícil, agarrado a la pista con fuerza con el lanzamiento triple como solución durante los 40 minutos. Desde el inicio, el acierto desde el perímetro socorrió a los de Casadevall, quienes completaron el trabajo encomendado en defensa.

La misión no era sencilla, máxime teniendo en cuenta la capacidad y la motivación de un rival con recursos. Dos eran los objetivos a conquistar por un Autocid que salvó los muebles en la lucha con los hombres grandes para sufrir de nuevo con las gotas de calidad de hombres como Francis Sánchez.

La pizarra guardaba una de las claves más importantes para Autocid. Casadevall movió ficha y, como suele ser habitual en series a cinco partidos, buscó nuevos aires con la entrada en el quinteto de Schraeder y Darren Phillip. Tanto el italo-americano como el británico debían jugar un papel importante en esta disposición y el '18' subsanó sus eternos problemas en defensa con dos triples en el inicio que pusieron a Autocid en el camino correcto.

En el intercambio de mamporros desde el exterior, el equipo burgalés dio muestras de solidez con el 7-11 firmado de salida. Sin embargo, sólo se trataba de la puesta en escena de un partido con constantes vaivenes en el marcador. Un parcial de 8-0 y la segunda falta de Tillman advertían a los ayer naranjas de la situación, si bien una vez el partido entró en una fase de normalidad los castellanos compitieron con las ideas claras para igualar a 19 al final del cuarto inaugural.

El primer momento difícil llegó en el arranque del segundo periodo. Un triple de Chus Castro resumía el bagaje ofensivo del Autocid en los primeros cinco minutos, una circunstancia que ponía en bandeja la escapada al Cáceres. El bloque de Aranzana se quedó a medias en su cometido, puesto que sólo Williams supo rebañar puntos bajo los aros y dañar la línea de flotación de un Autocid cargado de personales en su juego interior.

El choque entró en una dinámica de la que los de Casadevall debían salir cuanto antes si querían mantenerse con opciones. Por eso, tras un primer amago de reacción, el 34-27 exigía soluciones drásticas. Los visitantes aprovecharon el tramo final de la primera parte para ajustar sus problemas en retaguardia y beneficiarse de un par de chispazos ofensivos suficientes para equilibrar la balanza antes del intermedio (34-33).

Después de todo, Autocid se había ganado la opción de esperar su momento en el partido y este llegó en un eléctrico tercer cuarto. Salvada la peor situación, los naranjas aprovecharon un chispazo de inspiración de Tillman y Aguilar para firmar un 0-9 que significaba el 41-46. Esa renta valía oro, pero al equipo visitante se le escapó entre los dedos.

Entonces, el choque entró en una fase alocada que Cáceres supo administrar con Francis y un aparecido Cherry como líderes de la reacción, sellada con un 12-2 difícil de asimilar para los castellanos. En un pestañeo, Autocid volvió a colocarse por detrás (53-48) antes de que Schraeder endulzara el momento para llegar al último periodo con igualdad en el marcador.Sigue en edición impresa